Ahora Pastrana apunta baterías contra Juan Manuel Santos

Mar, 03/12/2013 - 12:11
Además de haber alborotado el avispero contra los expresidentes de Colombia Ernesto Samper y César Gaviria, luego de la publicación del libro ‘Memorias Olvidadas’, ahora el expresidente Andrés
Además de haber alborotado el avispero contra los expresidentes de Colombia Ernesto Samper y César Gaviria, luego de la publicación del libro ‘Memorias Olvidadas’, ahora el expresidente Andrés Pastrana enfila baterías contra Juan Manuel Santos, quien aspira a la reelección en las presidenciales de 2014. El libro de Pastrana Arango volvió a revivir el escándalo del proceso 8.000 –consistente en dineros del narcotráfico que habrían financiado la campaña presidencial de Ernesto Samper (1994-1998), pero sumando a la controversia a César Gaviria, al acusar a este expresidente (1990-1994) de haber conocido las pruebas que confirmarían los financiamientos del Cartel de Cali a la política liberal y haberlas ocultado. . Al ruido provocado por esta revelación se suman las declaraciones de dos funcionarios estadounidenses que corroborarían lo denunciado por Pastrana. El exembajador de Washington en Bogotá Myles Frechette (1994-1997 durante el gobierno Samper) dijo que César Gaviria sí había conocido de los ‘narcocassete’. Además el exdirector de la Dea en Colombia Joe Toft también dio fe de esta versión. Entonces las municiones del libro fueron reforzadas por exfuncionarios estadounidenses y habrían impactado al partido Liberal en sus principales bases: Gaviria, Samper y Horacio Serpa. Pero hasta ahora no habían tocado a otro poder detrás de los liberales: Juan Manuel Santos, el presidente de la República que aspira a la reelección y que tiene en las toldas rojas uno de sus principales apoyos. No obstante, las esquirlas de la arremetida de Pastrana habían implicado a un cercano funcionario del actual gobierno: el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, a quien el autor de ‘Memorias Olvidadas’ ha señalado de ser cómplice con Gaviria de una estrategia, hace 20 años, para no dejar que se conocieran los indecorosos ‘narcocassete’ antes de las elecciones de 1994. Aunque Pastrana insiste en que ha sido coincidencia el descargue de esta artillería que ha cuestionado principalmente a cabezas del Partido Liberal, no hay que olvidar que inicia una carrera electoral en la que los liberales apuestan por la reelección de Santos y este tipo de cuestionamientos podrían tratar de desfavorecer la campaña oficialista. KienyKe.com habló con Andrés Pastrana sobre el traspaso de fronteras de sus revelaciones, y en este diálogo dejó ver cómo enfila sus baterías contra Juan Manuel Santos y su aspiración reeleccionista. ¿Esperaba que sus ‘Memorias Olvidadas’ se volvieran una bola de nieve que incluso sumaran a su polémica a exfuncionarios estadounidenses? Lo que he dicho yo; lo que hace 20 años dijimos, lo que hace 20 años destapamos nosotros cuando le entregamos al expresidente (César) Gaviria los ‘narcocassete’, pues hoy se reedita con elementos nuevos que publicamos en el libro Memorias Olvidadas. Los elementos nuevos son que desde hacía ya varios meses (antes de las elecciones de 1994) se venían conociendo los cassetes. Todavía no entendemos -y no han dado respuestas ni el expresidente Gaviria ni Rafael Pardo (exministro de Gaviria y actual ministro de Juan Manuel Santos)- de por qué ellos no habían dado a conocer a la opinión pública meses antes los narcocassetes, que son elementos que han confirmado hoy el exembajador Myles Frechette y el exdirector de la Dea en Colombia Joe Toft. Ellos apoyan su tesis… Lo que traté de hacer con Memorias Olvidadas fue rescribir la historia, o por lo menor contar el otro lado de la moneda. Hoy Toft y Myles Frechette lo que están haciendo es refirmar lo que dijeron en esa oportunidad. Toft fue muy duro cuando dijo que Colombia estaba a punto de convertirse en una narcodemocracia, y tuvo razón porque el Cartel de Cali se compró las elecciones. y Myles Frechette lo que está diciendo hoy es que el expresidente Gaviria lo sabía con anterioridad. Hace 20 años, o mientras usted fue presidente, ¿Tuvo oportunidad de hablar a con Frechette para comentarle que habían informado con anterioridad a César Gaviria? No. Yo le entregué los narcocassete a Gaviria tres días antes de las elecciones, pero ellos los tenían meses antes porque los organismos de inteligencia venían siguiéndolos. Eso es lo que han reafirmado hoy Toft y Frechette. Especialmente el agente Toft, que ha dicho que mucho tiempo antes ellos habían hecho entrega de esos cassete. ¿Cómo recibe la reacción del expresidente César Gaviria, contra usted y contra Frechette? Otra vez el expresidente Gaviria no solamente utilizó todos los adjetivos contra mí, sino ahora lo está haciendo contra exfuncionarios americanos. Pero lo que el país quiere que Gaviria nos conteste es por qué no entregó esos narcocassete antes. Lo que los colombianos nos estamos preguntando yo se lo dije en Twitter: presidente Gaviria, usted ya utilizó contra mí todos los epítetos, adjetivos, ahora cuéntenos por qué no les dijo a los colombianos esto. Se hubiera evitado el país muchas cosas. Si seis meses antes el presidente Gaviria les cuenta a los colombianos lo que estaba pasando, la historia de Colombia sería distinta. Y hoy la respuesta que tenemos de Gaviria es: fue a sus espaldas. Esa respuesta ya no convence al país. Queremos respuestas claras y directas. ¿Myles Frechette o directamente el gobierno estadounidense le entregaron en su momento a usted alguna otra información respecto a este tema? A mí el gobierno americano no me entregó nada. Por el contrario, yo se lo entregué al gobierno americano. Cuando yo le entrego los cassete a Gaviria yo le digo al entonces jefe de mi campaña, (Luis Alberto) Moreno, que fuera a la embajada americana y entregara los cassete, que fue lo que se hizo. A mí me entregó los cassete claramente el coronel Barragán; son organismos de inteligencia colombianos los que me hacen a mi entrega de estos cassete. Lo que es importante también es que hubo una reunión en Nueva York, cuando Samper era presidente electo. Allá los americanos, también al parecer, en esa reunión fueron muy duros y muy críticos frente a lo que fue el proceso en la campaña electoral en Colombia. Pero a pesar de esas críticas y esa reunión en Nueva York, en la que pudieron haber mencionado el hecho de que César Gaviria hubiera conocido con anterioridad de los ‘narcocassete’, ¿por qué no hubo en su momento reproches contra Gaviria o sanciones como sí hubo con Samper, y en cambio Gaviria tuvo el beneplácito de Washington para dirigir la OEA? Esa una pregunta que tiene que hacerle al gobierno americano. Esa es una pregunta que se está haciendo hoy el país. Parece que, como le digo, en la reunión de Nueva York ellos fueron muy duros frente a este tema con Samper. Pero también esa es una pregunta no para mí, sino para el presidente Gaviria: que si conocía, sabía, entendía y tenía la información de que seis meses antes el Cartel de Cali había comprado la presidencia, pues lógicamente yo creo que debió habérnoslo dicho a los colombianos. ¿La onda expansiva de su libro tuvo el impacto esperando sobre la Convención Liberal? Se lo pregunto si quizá esa era una de sus estrategias… No. Incluso lo dije en un Twitter: no habrá quien diga que la convención liberal se hizo para promocionar mi libro. Estoy muy contento, según tengo conocimiento, porque el libro se agotó. Tenemos preocupación porque parece que ya lo ‘piratearon’ y que ya está en las calles. Pero lo importante, como dije, es que cuando me preguntan los colegas periodistas de por qué salió este libro en este momento, yo digo: los tiempos de Dios son perfectos. Este libro yo lo escribo en junio, la editorial me dice que tenemos que tenerlo listo el primero de noviembre porque las ventas importantes para la editorial son a finales de noviembre y comienzos de diciembre. Entonces no había fecha de la Convención Liberal; no se esperaba que fuera a causar tanto impacto. La verdad yo quería contar la otra historia de Colombia, porque creí que era mi obligación. ¿Pero no ha recibido más críticas? Como dije en la presentación del libro: posiblemente soy el político que más vilipendiado he estado, al que más duro me han dado por decir la verdad. Porque lo que es increíble es que en Colombia, como digo yo, se viene el mundo encima es contra el que dice la verdad y no se ve lo que se está denunciando. En muchas ocasiones lo que nos gusta es matar al mensajero pero no leemos el mensaje. Aquí vemos que por primera vez en el país hay una gente nueva, joven, que quiere conocer otra historia de Colombia, que está conociendo la verdadera historia porque 20 años después hay muchos elementos nuevos que tenemos que tener en cuenta y que nos dan una mayor perspectiva de la historia de Colombia. Hace 20 años me dijeron  que yo era un apátrida, que era un vende patria, que estaba dañando la imagen de Colombia; pero esto ya lo dijimos, esto ya se dijo hace 20 años. Ahora hay unos elementos nuevos que se están confirmando como el que el expresidente Gaviria y (Rafael) Pardo sabían con anterioridad (el contenido de los ‘narcocassetes’) y por eso es que buscan hacer el acuerdo de caballeros conmigo. ¿Y si hubiera escrito ese libro un año antes, quizá no tan cerca a periodo electoral? O hace 10 años, o dos años después… esa es la pregunta que, como digo, si usted me pregunta a mi ¿por qué¿, le digo que  porque los tiempos de Dios son perfectos. Hace mucho tiempo me había dicho mi familia: siéntate y escribe. Pero fíjese que los tiempos se han dado y me dieron la oportunidad de ir a hablar con ‘Popeye’ (lugarteniente de Pablo Escobar que lo mantuvo secuestrado), y que me contara temas de mi secuestro. Además me llama la atención que hechos como el de Popeye, que dice que Alberto Santofimio es el que dice que hay que matar a Andrés Pastrana, a eso no se le da mayor importancia. Fíjese que se han dado una serie de hechos alrededor del libro que llevaron a que se publicara ahora. Como que de repente yo dije: hay que escribir las memorias antes que nos de la amnesia. Pero al menos hubiera mostrado antes la carta que le enviaron los Rodríguez Orejuela en el año 2000, que hubiera servido como prueba reina contra Ernesto Samper… La prueba reina no es la carta: la prueba reina son los narcocassete. Esa fue la prueba reina que escondió Gaviria seis meses antes de las elecciones (de 1994). En el año 2000, cuando me entregan la carta, Colombia era acusado de ser un país fallido; votamos por el mandato por la paz, y le dijeron al presidente de Colombia: por favor presidente reconcilie este país. La economía la teníamos en inflación de casi el 30%, el desempleo estaba en más del 18%, las tasas de interés estaban en el 60%, los colombianos -por la reforma UPAC del gobierno Gaviria- estaban perdiendo sus casas, los bancos y el sector financiero estaban quebrados, y yo en ese momento dije: el país lo que quiere es reconciliación; esto ya está comprobado, esta no es la prueba reina. El país lo que quiere, por el bien del país, es buscar la paz, tratar de consolidar una paz de Colombia, y por eso no sacamos en ese momento la carta. Yo hasta el viernes creí que la prueba reina era esa carta, pero lo que confirma todo esto que sucedió hace 20 años es la Convención Liberal del sábado,  en la que vemos que Samper, Serpa y Gaviria, unidos hoy con el presidente Santos, lo que están reviviendo es precisamente lo que vivimos en el proceso 8.000. Buena parte de todos los protagonistas de hace 20 años son lo que están siendo elegidos y hoy son miembros del partido liberal. Pero entonces le insisto sobre la coyuntura de sus revelaciones. ¿Estas tendrán efecto sobre las elecciones presidenciales? ¿Espera que sus revelaciones sean consideradas en la carrera presidencial de 2014? La alianza ahora es Juan Manuel Santos, Ernesto Samper y Horacio Serpa. Ahora hay un nuevo elemento que es César Gaviria. Entonces, por eso he dicho que reelegir a Santos es reelegir a Samper y hoy a Serpa. Yo creo que el país debe mirar cual es la coalición del presidente Santos en este momento. Y es lógico; si el país no entiende que el presidente Santos nos decía hace un poquito menos de 20 años que Samper era indigno de estar ahí (en la Presidencia), pero hoy es su jefe de coalición. Su compañero de coalición, al igual que el doctor Serpa, en la carta de los Rodríguez Orejuela dice que sabían que esos dineros estaban entrando a la campaña. El país hoy se pregunta: ¿Qué hace Santos con Samper, Serpa y Gaviria, que habían escondido los cassete seis meses antes (de elecciones de 1994)? Hablaba usted también que algunos directores de medios, a los que les hizo llegar el cassete, se resistieron a publicarlos. ¿Cuáles directores? Todos los medios importantes tuvieron el cassete. Todos. No hablé con ninguno porque como nos imaginábamos que no iban a publicar… nosotros lo que hicimos fue un operativo para dejar los narcocassete en los distintos medios a ver qué medio lo publicaba. El único que se atrevió a publicarlos después de elecciones fue el noticiero 24 horas de Álvaro Gómez Hurtado. ¿Supo por qué se resistieron esos medios? Es una buena pregunta para directores de medio. Yo creo que el error fue posiblemente haber enviado los narcocassete a los directores. Si se los hubiera enviado a los periodistas, posiblemente la historia hubiera sido otra. El vicepresidente Angelino Garzón califica de ‘absurda’ su polémica con Gaviria y Samper. ¿Esto no está quedando como un show de los expresidentes? Yo le digo también al vicepresidente de Colombia: cuando el narcotráfico –y él que es del Valle del Cauca- se compró la presidencia de Colombia, esto no es un hecho de pelea de expresidentes. Aquí hay una denuncia mucho más de fondo, y es que nos convertimos en una narcodemocracia. Esto no es una pelea y yo creo que le dije al presidente Santos: es que son sus socios de coalición que él está defendiendo. Aquí el narcotráfico se compró la presidencia de Colombia, el narcotráfico se compró buena parte del Congreso de Colombia. Lo que hoy los colombianos están pidiendo es que esto no puede volver a suceder. Y estas declaraciones, como las del vicepresidente, lo que buscan es tapar un escándalo de estas magnitudes y no son aceptables hoy por la gente joven. (…) En mi caso personal he dicho que a mí se me podrán hacer todas las críticas, pero siempre he sido coherente en las cosas que he dicho. Si usted ve mis declaraciones de hace 20 años, son exactamente las mismas de hoy, y la denuncia fue: no podemos permitir que el cartel de la droga, que era el Cartel de Cali en ese momento, se compre la presidencia de Colombia.
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