Por: Édgar Artunduaga
El Cauca es uno de los departamentos más golpeados por la violencia, y su gobernador Temístocles Ortega considera que hay que llevar a La Habana unos acuerdos que saquen a los civiles del conflicto.
En su opinión, es necesario que se aborde en la mesa de diálogos de paz con las Farc en Cuba una correspondencia entre los acuerdos y el conflicto al interior del país.
"En esto de conversar en medio del conflicto también es conveniente un poco de concordancia, porque algunas acciones violentas, así sean insulares e aisladas, pero graves, van mermando muchísimo la confianza del país en los diálogos", dijo.
-¿Amarrarse un poco los pantalones?
Puede ser, hay que hacerlo. Dialogar por dialogar no es nada rentable.
-¿De qué concordancia habla usted?
-Se requieren acuerdos sobre la humanización del conflicto. Sacar a la sociedad civil del conflicto, no reclutar menores, no atentar contra la infraestructura del país; esos son temas que perfectamente pueden ser abordados en la mesa de La Habana, y por supuesto también acordados en materia militar. Yo creo que hemos dejado mucho espacio a la decisión de dialogar en medio del conflicto, mucho espacio a los hechos de violencia, y me parece ya oportuno y necesario que se aborden los temas de la humanización.
-¿Cómo materializar ese planteamiento tan lógico?
-En materia de guerra y de diálogos se puede acordar todo, pero hemos dejado que el conflicto se imponga más que el diálogo, por lo menos aquí en el país.
Se pueden trasladar a territorio colombiano elementos de humanización del conflicto, elementos que eliminen el riesgo contra la población civil, elementos que hagan más confiable el diálogo que se realiza en Cuba. Hay que humanizar el conflicto para que la sociedad civil no sufra los rigores de esta guerra.
-¿Sabía usted de rumores anticipados sobre el ataque guerrillero a Gorgona?
-No. Definitivamente no, ni tampoco había alguna información con algún asidero. Yo estaba en Guapi durante estos últimos meses de manera constante conversando con la gente y no había, por lo menos para mí, ningún tipo de información a ese respecto.
-¿Cuál es su balance sobre lo sucedido?
-El hecho que haya muerto ahí una persona, un colombiano más, un policía, un teniente, un hombre joven, es ya de por si extremadamente grave. Se trata de un sitio declarado por la Unesco como patrimonio de la humanidad, es un santuario ambiental.
Es un ataque premeditado y con intención de hacer daño y de hacer noticia en circunstancias en las que por supuesto tampoco hay posibilidades de combates. Un ataque adrede de estos mismos que hemos padecido tanto tiempo, y refleja que al tiempo que dialogamos debemos reforzar la inversión en seguridad. La estación de policía era débil, la presencia misma de la Armada en la costa pacífica también necesita reforzamientos.
Es una región extensa con muchas, con numerosas salidas al mar por sus ríos, plagada de narcotraficantes, minería ilegal. Esa es una zona que hemos venido denunciando como de gravísima preocupación de orden público, y se requiere sin duda más inversión en seguridad.
-¿Qué opina sobre el retiro de la empresa Aviatur?
-Pensamos que Gorgona debe ser administrada por los caucanos, pertenecer al departamento. Es una discusión retórica para hacer inversiones en un parque natural que necesita recursos; o bien los hace el Estado directamente, cosa que no ha hecho, ni en este ni en otros parques del país, o bien lo hacen los privados. Aviatur había logrado allá posicionar la isla en materia turística, teníamos turistas extranjeros.
Su retiro sin duda alguna implicaría hacer un rediseño de la administración del parque y esperamos que el Estado entre a ocupar eficientemente ese lugar.
-¿Cómo evoluciona en el Cauca el orden público después del secuestro del general Alzate?
-Acá hay un control de la fuerza pública, tenemos numerosas guarniciones militares, tenemos la División Tercera, batallones de combate, batallones de alta montaña, tenemos fuerzas de tarea, y hay sin duda una presencia importante.
No obstante sabemos también que acá han estado las FARC durante muchos años, están en la cima de las cordilleras, desde allá hacen asedios contra estaciones de policía, han colocado explosivos en las carreteras, ese ha sido el accionar de las FARC. No se enfrenta a la fuerza pública pero sigue haciendo daños.
