En reiteradas oportunidades la Procuraduría General de la Nación advirtió que de ser electo Antonio Quinto Guerra como alcalde de Cartagena se corría el riesgo de ser suspendido del cargo. Efectivamente fue elegido y ocurrió lo previsto. Solo 13 días duró como mandatario local.
Esto parece ser una constante en la capital de Bolívar y no es para menos, desde el 2012 por el palacio de La Aduana de Cartagena han pasado nueve mandatarios, lo que para muchos analistas es una clara muestra de la crisis institucional que vive la heroica.
La historia se remonta hasta hace siete años cuando fue elegido Campo Elias Terán como nuevo mandatario local, en esa oportunidad logró llegar al poder con una aceptación de más del 50% de los sufragantes de la ciudad, con un total de 158.134 votos, aunque para muchos sectores su inexperiencia política iba a ser su mayor obstáculo al frente de la administración municipal.
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Sin embargo, a mediados de 2012 presentó varias molestias de salud, incluyendo un cáncer que le fue detectado y que lo aquejó por meses y que ocasionaron su retiro de la vida política, hasta que a mediados de abril de 2013 falleció producto de esta enfermedad.
Desde ese momento un verdadero periplo ha vivido la administración municipal de Cartagena. Su reemplazo inmediato fue quien en ese entonces se desempeñaba como secretario General de la Alcaldía, Felipe Merlano, por ese mismo despacho también pasó Óscar Brieva Rodríguez, ambos fueron los encargados de tomar las riendas de la ciudad solo por unos meses, hasta que el presidente de la República Juan Manuel Santos nombró primero a Carlos Otero Gerdts en el puesto y luego a Bruce Mac Master, quien en ese momento se desempeñaba como director del departamento para la Prosperidad Social, mientras se convocaban a elecciones atípicas.
https://twitter.com/BruceMacMaster/status/1000104057044946944
Finalmente, en 2013 el presidente convocó a elecciones atípicas, en las que salió ganador Dionisio Vélez Trujillo, quien asumió el poder durante un periodo de dos años, en los cuales se vio envuelto en un escándalo por un empréstito de 300.000 millones de pesos que fueron invertidos en obras que a la fecha no han sido entregadas.
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En las elecciones celebradas en 2015, los cartageneros eligieron a su nuevo mandatario local. Esta vez Manuel Vicente Duque llegó al poder, pero con el paso del tiempo se fueron descubriendo una serie de irregularidades durante su administración, las cuales se hicieron evidentes una vez se presentó el desplome en el edificio Blas de Lezo II, que cobró la vida de 21 personas. Según la Fiscalía no contaba con las licencias ni permisos para su construcción, motivo por el cual fue destituido de su cargo.
Ante esta nueva vacancia en la administración municipal, por orden del presidente Juan Manuel Santos fue nombrado como alcalde Sergio Londoño Zurek, hasta que el pasado 6 de mayo se llevaron a cabo nuevas elecciones en la ciudad y con las que se pretendía de una vez por todas definir a un mandatario fijo que rigiera los destinos de la heroica en lo que queda de periodo ordinario.
El gran ganador en esos comicios fue Antonio Quinto Guerra, uno de los aspirantes con más polémica, ya que la Procuraduría General de la Nación había advertido que de ganar, corría el riesgo de ser apartado del cargo, pues se encontraba inhabilitado.
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El pasado 12 de mayo Quinto Guerra llegó al Palacio de la Aduana y se posesionó como nuevo alcalde de Cartagena y tan solo 13 días después fue suspendido por el Tribunal Administrativo de Bolívar.
Hoy Cartagena se encuentra sin alcalde, a la espera que el presidente Santos nombre a uno encargado y llame de nuevo a otras elecciones atípicas.
Durante el paso de estos alcaldes se presentaron cambios en el gabinete distrital, pero poco se avanzó en la aplicación de planes para el desarrollo, lo que para muchos es el origen de la crisis administrativa por la que pasa la ciudad y se refleja en la percepción negativa de los ciudadanos.
