Sin duda alguna, ‘Wilson’ es uno de los grandes héroes que dejó el rescate de los cuatro niños indígenas que permanecieron perdidos durante 40 días en el Guaviare. Se trata de un pastor belga de seis años perteneciente al Ejército Nacional y que sería uno de los perros rescatistas que no solo habría encontrado el rastro de los niños sino que también los habría acompañado en parte de su travesía.
A pesar de que los menores Lesly Mukutuy, de 13 años; Soleiny Mukutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de 4 años, y el bebé de un año Cristin Neruman Ranoque, fueron encontrados, a ‘Wilson’ se le perdió la pista en la selva y fueron muchas las voces de los colombianos que pidieron continuar con su búsqueda en la inexplorada región.
Ante ello, el Ejército Nacional confirmó durante las últimas horas que seguirá en la zona buscando al perro rescatista que se ha ganado el cariño de los colombianos. Fue por medio de un trino en Twitter en donde el importante brazo de la Fuerza Pública señaló que “ Ninguno se queda atrás”.
“La búsqueda no ha finalizado. Nuestra premisa: Ninguno se queda atrás. Los soldados continúan la operación para encontrar a Wilson. #PatriaHonorLealtad”, manifestó el Ejército Nacional acompañando un video con varias fotografías de Wilson.
Según explicaron algunos rescatistas, ‘Wilson’ se internó algunos días atrás en la selva detrás de un rastro y más exactamente el 20 de mayo se le perdió la pista. En algunas ocasiones los grupos de búsqueda lograron observarlo a lo lejos pero el animal se mostró esquivo con ellos a pesar de los llamados y del entrenamiento.
Personajes de la vida pública como la actriz y presentadora Mónica Rodríguez, así como la congresista animalista Andrea Padilla, habían solicitado que no se detuvieran las labores en la selva del Guaviare hasta que se diera también con ‘Wilson’.
¿Qué comían los niños perdidos en la selva?
Tanto familiares como conocidos de los menores han destacado que desde muy pequeños tuvieron un acercamiento profundo con la madre naturaleza y los conocimientos ancestrales de su comunidad indígena. Una formación que les permitió, entre otras cosas, identificar las plantas y frutos comestibles en la selva, alejarse de los animales e insectos peligrosos, así como mantener la calma en un escenario de tan mayúscula adversidad.
De hecho, entre los hechos destacados por los rescatistas se encuentra que los menores supieron tomar provecho de su entorno para, entre otras cosas, continuar alimentándose en la medida de sus posibilidades. En diversas oportunidades se encontró rastro de los niños junto a árboles de maracuyá donde los menores comieron.
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En ese sentido, en declaraciones con Noticias Caracol, Damaris Mucutuy, una tía de los menores que fueron rescatados, confesó que desde muy temprana edad a la niña mayor se le enseñó, como juego, a construir ‘cambuches’ y ‘ranchitos’ con hojas y ramas de árboles. Un conocimiento que ahora, en medio de su travesía por la selva, fue determinante.
