Este viernes 1 de septiembre se llevó a cabo un hecho sin precedentes: Las Farc, ahora denominadas Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, realizaron su primer acto público como partido político, un concierto multitudinario en la Plaza de Bolívar.
Durante este inmenso evento, uno de los momentos más esperados por todos fue el primer discurso que daría Rodrigo Londoño, antes Tomochenko, como líder político y no como jefe máximo de la guerrilla.
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En su intervención se dedico a explicar cuáles serían los lineamientos que de ahora en adelante marcarán la agenda de este nuevo partido que busca buenos resultados en las próximas elecciones.
“Dejamos las armas para hacer política por vías pacíficas y legales. Queremos construir con todos y todas ustedes un país diferente”, aseguró Londoño ante miles de personas en la capital de la república.
Rodrigo Londoño aprovechó para denunciar amenazas contra su vida y de los demás miembros del partido, algo que, comentó, no es impedimento para continuar: “seremos blanco de los más sucios ataques, no lo dudamos”. Pese a eso, está dispuesto a continuar junto a sus demás compañeros a viajar por el país mostrando su propuesta política.
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También realizó un llamado a que “la violencia desaparezca definitivamente del escenario de la política” haciendo de éste “un país en el que la tolerancia y el respeto por la diferencia sean la norma, en el que el diálogo y la concertación sean la forma de solucionar los problemas”.
El líder de las Farc asegura que todo el grupo cumplió con su promesa de desarme, siguiendo al pie de la letra cada punto del acuerdo de paz, lo cual es muestra de su compromiso con esta nueva etapa.
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“Ese país dejará de ser un sueño cuando millones de colombianos nos empeñemos en hacerlo posible. Cuando esa inmensa mayoría abstencionista se decida a actuar políticamente, cuando los desengañados con el sistema político definan creer en una alternativa nueva. No tenemos otra carta de presentación que nuestra historia de más de medio siglo”, concluyó.
Como era de esperarse, este discurso no fue bien tomado por los principales adversarios políticos de este nuevo partido, quienes aseguran que no han cumplido completamente con sus obligaciones, en especial en temas de desarme.
