
La violencia política volvió a sacudir la capital del país este sábado, cuando el senador Miguel Uribe Turbay, del partido Centro Democrático, fue víctima de un atentado en la localidad de Fontibón, al occidente de Bogotá. Aunque el senador salió ileso, el hecho ha generado una fuerte condena desde todos los sectores políticos, incluido el Gobierno Nacional.
El presidente Gustavo Petro se pronunció con contundencia a través de su cuenta oficial en la red social X, en un mensaje cargado de simbolismo y dolor:
"Ay Colombia y su violencia eterna. Quieren matar al hijo de una árabe en Bogotá, que ya habían asesinado, y no se debe matar en el corazón del mundo. Matan al hijo y a la madre.
Respeten la vida, esa es la línea roja. Colombia no debe matar a sus hijos, porque ellos también son hijos nuestros. Mafias de la tierra, costras de la humanidad. Que vivan tranquilas las familias árabes que llegaron a Colombia.
Colombia da la bienvenida al mundo, y no mata a quienes vienen de todos los rincones del planeta. Mi solidaridad a la familia Uribe y a la familia Turbay. No sé cómo mitigar su dolor. Es dolor de madre ida y de patria".
El mensaje hace referencia a la historia familiar del senador Uribe Turbay, nieto de la dirigente liberal Diana Turbay, quien fue secuestrada y murió en un operativo militar en 1991. Petro apeló a esa memoria como símbolo del sufrimiento persistente que vive el país y llamó a respetar la vida como el límite infranqueable de toda sociedad civilizada.
Reacción oficial del Gobierno
A través de un comunicado emitido en la tarde del sábado, el Gobierno Nacional rechazó de manera "categórica y contundente" el atentado y reafirmó su compromiso con la protección de todos los líderes políticos en Colombia.
“El atentado contra el senador Uribe Turbay es un ataque no solo contra su integridad personal, sino contra la democracia, la libertad de pensamiento y el ejercicio legítimo de la política”, reza el documento.
Además, el Ejecutivo hizo un llamado urgente a las autoridades competentes para avanzar de forma inmediata en la identificación y judicialización de los responsables del ataque. El comunicado también incluyó un mensaje de solidaridad hacia la familia del senador, su equipo de trabajo y el Congreso de la República.
Una condena transversal
El atentado ha sido rechazado por dirigentes de todas las tendencias políticas, quienes coincidieron en la necesidad de proteger el ejercicio democrático frente a cualquier forma de violencia. Desde el mismo Centro Democrático hasta miembros del Pacto Histórico han coincidido en que este hecho no puede quedar impune.
“Lo ocurrido con Miguel Uribe no es un caso aislado, sino una muestra de cómo la violencia política sigue siendo una amenaza real en nuestro país”, declaró un senador del Partido Verde.
Un país marcado por la violencia política
Colombia arrastra una larga historia de ataques y asesinatos contra líderes políticos, sociales y comunitarios. A pesar de los esfuerzos por avanzar hacia una sociedad más pacífica, los hechos violentos como el ocurrido en Bogotá este sábado reflejan los retos que aún persisten.
En este contexto, el Gobierno reiteró que la protección de los derechos políticos y la seguridad de quienes los ejercen son condiciones indispensables para el fortalecimiento de la democracia. “Solo a través del diálogo, la legalidad y el respeto por la vida podremos avanzar hacia un país más equitativo y en paz”, concluyó el comunicado oficial.
El atentado contra Miguel Uribe Turbay no solo ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los líderes públicos, sino que también ha puesto sobre la mesa la urgencia de un pacto nacional que coloque la vida y la democracia en el centro de la agenda política.