Nicolás Rodríguez, uno de los jóvenes integrantes del movimiento de Salvación Nacional que se hizo viral en redes sociales algunos días atrás, se pronunció en los micrófonos de KienyKe para explicar su postura frente al gobierno de Gustavo Petro, analizar el ‘matoneo’ del que fue víctima y contar su historia en la colectividad que es liderada actualmente por el excandidato presidencial Enrique Gómez.
Inicialmente el joven se refirió a la polémica que generó el video que grabó junto a otras dos personas, criticando la decisión del gobierno de Gustavo Petro de ‘callar’ ante la vulneración de derechos humanos que se viene registrando en Nicaragua por la dictadura de Daniel Ortega.
“Les generó mucha molestia e incomodidad ver que 3 jóvenes hicieran activismo político de otra forma. Es por eso que decidieron atacarnos por nuestra forma de hablar, nuestra forma de vestir. Pero el mensaje fue claro, fue un mensaje con argumentos, sin mentiras y nos mantenemos en ese mensaje”, señaló Nicolás Rodríguez, uno de los jóvenes del Movimiento de Salvación Nacional que fue víctima de ciberacoso.
Durante la conversación, el joven Nicolás Rodríguez también contó cómo llegó a hacer parte del Movimiento de Salvación Nacional, tras una intervención de Enrique Gómez en la universidad en la que estudiaba y ver que era el único candidato que no hizo un debate basado en el odio.
“Lamentablemente como sociedad hemos perdido la ética, hemos perdido la moralidad. La familia quedó en un cuarto plano, sino es que más. Los valores cada vez van bajando y van bajando. Y es por eso que este partido me llama la atención. Porque defiende los valores, porque defiende la familia, defiende la ética, la moralidad”, explicó sobre los motivos que lo llevaron a engrosar las filas del partido que fue fundado en 1991 por el asesinado líder conservador Álvaro Gómez Hurtado.
De igual forma, el joven se mostró orgulloso de representar una oposición diferente desde el movimiento de Salvación Nacional, desde la derecha, en medio de un activismo que pareciera exclusivo de los sectores progresistas. Sin la necesidad de, según el, de “frenar el tránsito o incendiar Transmilenio".
“Me considero revolucionario del desarrollo, de conseguir oportunidades para todos, de crear empresas, de crear oportunidades. Y crear un país mejor, un país sin tanto odio. Que viene a colación de lo que nos sucedió a nosotros. Y aquellos que defienden tanto el amor, aquellos que defienden tanto la paz, la igualdad, se nos vinieron encima simplemente por no pensar igual que ellos”, concluyó.
