En momentos en que cae sobre el expresidente Uribe Vélez un diluvio de ataques –por el tema de las chuzadas y supuestas filtraciones de información privilegiada- el politólogo Sergio Araújo Castro dice que lo juzgan mal.
-“La gente tiene una percepción equivocada de Uribe. Yo me precio de conocerlo, he hablado mucho con él sobre temas sociales, es un hombre con una gran preocupación sobre lo social y sobre el desarrollo de los más pobres, y de cómo sacar a Colombia de ese atolladero en donde todavía nos encontramos enfangados”.
Pero también es amigo de crear fuerzas cuasi militares que enfrenten a la guerrilla. ¿Esa es la otra cara de Uribe?
No. Yo estoy en desacuerdo con eso. Uribe es un hombre que cree, y esa es mi coincidencia con él, que la mejor forma de preservar la paz es la autoridad y el orden del Estado.
Cuando usted habla de esas fuerzas cuasi militares se está refiriendo expresamente a las Convivir, una obra de Ernesto Samper, el presidente más liberal, socialista, que ha tenido Colombia. Y sin embargo fue él quien reglamentó, creó, fundamentó y estructuró las Convivir. No fue Uribe. Uribe fue uno de los gobernadores que le tocó enfrentar ese proceso creado por el presidente Samper.
¿Uribe las creció, les dio forma, las alimentó?
No las creció ni las alimentó. Es que hubo una reglamentación a nivel nacional que permitía que cualquier particular a través de su empresa, o incluso como persona natural, fuera ante el Ministerio de Defensa y se convirtiera en una Convivir, es decir en una cooperativa de seguridad.
Eso fue un esfuerzo que hizo mucha gente. Algunos lo hicieron correctamente y muchos lo hicieron incorrectamente y se ampararon allí para luego delinquir. Culpar a Álvaro Uribe de está lejos de ser real.
Y por esas cosas de la vida Álvaro, su hermano, resultó vinculado a los paramilitares...
No. Mi hermano nunca tuvo vinculaciones con paramilitares. La prueba es que mi hermano no firma el Pacto de Ralito, mi hermano no tiene ningún nexo fotográfico, ni audiofónico, ni hay grabaciones, ni hay votaciones atípicas ni nada.
¿Y cómo es que termina en la cárcel?
Bueno, termina en la cárcel sin jamás haberle visto la cara a su juez. Nunca pudo defenderse.
Es un caso de absoluta violación de derechos humanos sobre el que tarde o temprano tendrá que pronunciarse la justicia internacional, porque Álvaro fue juzgado y condenado sin que nunca su juez le hubiera visto su cara.
Eso le pasa con su hermano, ¿y qué pasó con su hermana que debió salir de la cancillería?
Mi hermana salió voluntariamente de la cancillería.
¿Acosada por los problemas políticos del momento?
No, no. Mi hermana salió de la cancillería básicamente con una premisa. En Colombia se decía en ese momento que las responsabilidades penales eran individuales y que cada persona se quedaba o se iba de acuerdo a lo que hubiera hecho, y mi hermana María Consuelo lo que tuvo siempre claro fue que ella sí respondía por su hermano y por su inocencia y por la de su padre y que ella no se podía quedar diciendo “los culpables son ellos yo soy inocente”.
Por eso se fue. Porque estaba totalmente convencida de la inocencia de su hermano y por eso dio un paso al costado para no causarle problemas al Gobierno, aún cuando el Presidente de la República reiteradamente le pidió quedarse. Reiteradamente.
¿A Álvaro y a Consuelo les quedaron ganas de estar en la política partidista?
La política es como un virus. María Consuelo en realidad nunca fue política, ella ha sido una servidora pública. Recuerden que María Consuelo fue funcionaria de Enrique Peñalosa, muy exitosa. En Bogotá hay 200 mil árboles sembrados por María Consuelo Araújo cuando fue directora del Jardín Botánico. La persona que arborizó Bogotá fue María Consuelo Araújo.
Luego fue directora del IDRD con Antanas Mockus, nombrada por él, no la encontró sino que la nombró, y siendo directora el IDRD muy exitosa estaba en planeación de organización de unos Juegos Nacionales en Bogotá, llegó la elección de Álvaro Uribe y Álvaro Uribe la designa Ministra de Cultura.
Siempre he pensado que fue un mensaje subliminal de Uribe pensando en mi tía asesinada que también fue Ministra de Cultura y que llevaba el mismo nombre de María Consuelo. Lo cierto es que ella fue 3 años y 8 meses Ministra de Cultura, muy exitosa.
Araújo habla de política pero no aspira al congreso. Prefiere analizar, discutir, profundizar “estar en la parte conceptual”. Ha sido empresario, ha tenido negocios de bolsa.
Me gusta la experiencia de estar tras bambalinas en una campaña y ver cómo funcionan las cosas. Por eso hoy estoy en un segmento similar en el Centro Democrático y así funcionamos.
Hubo una coyuntura en donde muchos miembros de la familia por diferentes cauces llegaron a la política y fue una coincidencia nada feliz pero real. Generó una sensación de exceso de presencia y en realidad pudo haber sido percibida así con justicia porque eran varias personas al mismo tiempo.
Era una familia muy allegada al expresidente Uribe. Supondría uno que están volcados ayudándole al expresidente…
Curiosamente Álvaro Araújo llegó al senado apoyando a Horacio Serpa y no votó por Álvaro Uribe. Uribe nombra ministra a mi hermana, María Consuelo, sin que tenga ninguna relación política con Alvaro Araújo.
¿Cómo está Álvaro, después de sus quebrantos de salud?
Álvaro está bien, rehaciendo su vida, con la conciencia tranquila y con la seguridad de que algún día habrá algún modo de que su verdad, que es la verdad, salga a flote.
Físicamente está muy recuperado porque hay un componente sicosomático muy importante en estar con su familia y estar con sus hijas que son unas niñas muy chiquitas todavía y eso ha sido muy importante para él. Él estará bastante mejor.
¿Qué tenía, qué le pasó a Álvaro?
Álvaro tuvo dos isquemias cerebrales con una diferencia de seis meses la una de la otra, la segunda un poco más grave que la primera, pero eso le generó problemas menores de movilidad y se fue recuperando con fisioterapia, tratamiento y paciencia.
Por cosas de la vida usted, el menos político, resultó el más metido en la política.
Eso suele suceder. Hay muchos casos en la historia.
¿Una familia volcada a la política que de repente desaparece o cae abruptamente?
Es que nosotros nunca hemos tenido la concepción de clan. Creemos en la individualidad, el talento y la capacidad de avanzar cada cual.
Mi hermana María Consuelo llegó a Bogotá de tres años. Mi otra hermana, Sara, llegó de un año. Y yo de once. Nuestra formación afectiva estaba muy ligada al Cesar y a Valledupar pero completamente atada a lo que era la vida en la Capital. Entonces no tenemos una percepción de clan ni de tribu ni nada similar.
¿El origen es liberal y resultaron ustedes medio conservadores?
No. Mi padre ha sido toda la vida un hombre liberal. Incluso le podría decir que mi tía Consuelo Araújo, a quien el país conocía como ‘la cacica’, era una mujer liberal de una tendencia de izquierda.
No creo en las posiciones de derecha, ni creo en la ultraderecha ni nada de eso. No creo en nada radical.
¿Qué tan lejos está de Pacho Santos?
Soy un admirador de la obra del presidente Álvaro Uribe, me reservo el derecho de objetar algunas cosas sobre las que no estoy de acuerdo.
No soy un ‘furibista’ rotundo, no soy un radical. Soy un amigo de Álvaro Uribe. Soy un amigo de esos logros que se hicieron durante su gobierno. Pero yo me reservo el derecho de disentir.
¿Qué le gusta y qué no de Alvaro Uribe?
Muchas veces ha habido gente alrededor del presidente Uribe que no tenía la capacidad, ni el talento, ni la formación, ni las condiciones mínimas para poder ejercer el poder que él delegó y que no valoraron su confianza.
¿Qué perspectiva tiene el movimiento uribista?
La perspectiva que tenemos todos los colombianos, querer el país, que se desarrolle. El Centro Democrático no cree en una paz a costa del arrodillamiento total de la sociedad.
Somos 40 millones contra 8 mil tipos alzados en armas que piensan arrodillar, no solo al Estado, sino a la ciudadanía en general.
El país decide entre la paz de Santos y la guerra de Uribe?
No creo ni en la paz de Santos ni en la guerra de Uribe. Uribe no es un candidato de guerra. Uribe lo que hizo durante su gobierno fue darnos la mayor porción de paz que ha tenido Colombia en los últimos 40 años.
Es decir, paz al estilo uribista es seguridad plena para la ciudadanía, para los empresarios, para la gente del campo, para la gente de las ciudades, para la gente que pudo trabajar gracias a Álvaro Uribe porque hubo seguridad.
¿Es posible convencer a los ciudadanos, al grueso de los colombianos, de que Uribe no es la derecha colombiana, no es la guerra en Colombia, no es la tozudez, la agresión a las ideas democráticas?
Es que Uribe lo que probó en su gobierno es que fue un gran demócrata. La Corte Suprema de Justicia se enfrascó en un enfrentamiento contra el presidente Uribe y su gobierno. Y sin embargo Álvaro Uribe cuadruplicó el presupuesto de la Corte Suprema de Justicia y robusteció económicamente su capacidad investigadora.
La Corte Suprema de Justicia es la única Corte Suprema del mundo que ejerce una función investigadora, casi que totalmente gracias al presupuesto del que la dotó el presidente Álvaro Uribe.
Hago un parangón con lo que hizo Chávez. Chávez lo que hizo fue que cerró la corte y nombró una corte de bolsillo. Uribe lo que hizo fue que le entrego miles de millones de pesos para que crearan unidades investigativas y todas esas cosas que hicieron que los convirtió en la única Corte de investigación del mundo.
Las demás cortes del mundo son de casación y dan fallos de última instancia. Esta corte nuestra se volvió una fiscalía paralela de funcionarios de alto nivel.
¿La corte era buena hasta que se metió con Uribe?
La corte era buena hasta que el M-19 la masacró en la toma del Palacio de Justicia, con todos los sinsabores que produjo también la retoma del Ejercito que fue una cosa completamente antitécnica y mal hecha.
A propósito del tema Petro, ¿qué piensa de la procuraduría?
A mí no me gusta la figura de la procuraduría en Colombia. No debería existir.
En ninguna parte del mundo existe un cuerpo que discipline desde los funcionarios de tan alto nivel hasta los más bajos con una función. La voy a llamar de una forma un poco dramática, una función parajudicial.
No lo dijo cuándo un familiar o pariente suyo estaba en la procuraduría...
Lo he pensado siempre. Las facultades de la procuraduría se fortalecieron durante la administración de Edgardo Maya, la persona que usted menciona como mi familiar, aún cuando en realidad no somos familiares sino que tenemos un vinculo por medio de una tía mía que ya falleció por lo que se extinguió ese vínculo. Pero digamos que yo al doctor Maya lo respeto.
La procuraduría es un ente que solo existe en Colombia. No estoy de acuerdo con las facultades del procurador, creo que la facultad del procurador produce esto. Pero teniéndola, existiendo el Código Único Disciplinario, no hay más remedio que acatarlo porque mire lo que ha sucedido: 300 funcionarios fueron destituidos por el actual procurador y nadie dijo nada, el exalcalde de Medellín, Andrés Felipe Arias fue inhabilitado, Sabas Pretelt, la gobernadora Cielo González Villa y a nadie le pareció excesivo.
A mí no me gusta la procuraduría. No me gusta la existencia de la procuraduría, el concepto filosófico de la existencia de una procuraduría, no me gusta. En los Estados Unidos, en Alemania, no hay procuraduría y el mundo funciona perfectamente.
Usted se opuso a Pacho Santos como candidato presidencial del uribismo. ¿Lo vería como alcalde de Bogotá?
Yo no creo que Francisco Santos sea un líder capaz de gerenciar un país o una ciudad del tamaño de Bogotá. Bogotá es una ciudad que tiene un tamaño y una población superior a la de muchos países del mundo.
Las responsabilidades aquí tienen que ser para gente muy preparada. No creo que Francisco tenga la preparación en urbanismo ni en desarrollo social, ni en creación de microempresa y de gran empresa, ni en movilidad, ni en ninguna de las disciplinas que se necesitan para eso.
¿Cuántos senadores elegirá Uribe?
Creo que 25.
¿Y en las cámaras?
El resultado puede ser muy regular, porque no encabeza Alvaro Uribe.
¿Muy deslucido el trabajo de Óscar Iván Zuluaga?
Lo que veo es el esfuerzo tan grande del gobierno y de los medios amigos del gobierno, que son casi todos, en deslucirlo. Una cosa es que no sea deslucido y otra cosa es que lo vivan tratando de desdibujar.
Veo un gran candidato, sometido a la fatiga de tener que ser violentado diariamente con la forma tendenciosa con que los medios tratan de desdibujarlo.
Araújo habla de política pero no aspira al congreso. Prefiere analizar, discutir, profundizar “estar en la parte conceptual”. Ha sido empresario, ha tenido negocios de bolsa.
Me gusta la experiencia de estar tras bambalinas en una campaña y ver cómo funcionan las cosas. Por eso hoy estoy en un segmento similar en el Centro Democrático y así funcionamos.
Hubo una coyuntura en donde muchos miembros de la familia por diferentes cauces llegaron a la política y fue una coincidencia nada feliz pero real. Generó una sensación de exceso de presencia y en realidad pudo haber sido percibida así con justicia porque eran varias personas al mismo tiempo.
Era una familia muy allegada al expresidente Uribe. Supondría uno que están volcados ayudándole al expresidente…
Curiosamente Álvaro Araújo llegó al senado apoyando a Horacio Serpa y no votó por Álvaro Uribe. Uribe nombra ministra a mi hermana, María Consuelo, sin que tenga ninguna relación política con Alvaro Araújo.
¿Cómo está Álvaro, después de sus quebrantos de salud?
Álvaro está bien, rehaciendo su vida, con la conciencia tranquila y con la seguridad de que algún día habrá algún modo de que su verdad, que es la verdad, salga a flote.
Físicamente está muy recuperado porque hay un componente sicosomático muy importante en estar con su familia y estar con sus hijas que son unas niñas muy chiquitas todavía y eso ha sido muy importante para él. Él estará bastante mejor.
¿Qué tenía, qué le pasó a Álvaro?
Álvaro tuvo dos isquemias cerebrales con una diferencia de seis meses la una de la otra, la segunda un poco más grave que la primera, pero eso le generó problemas menores de movilidad y se fue recuperando con fisioterapia, tratamiento y paciencia.
Por cosas de la vida usted, el menos político, resultó el más metido en la política.
Eso suele suceder. Hay muchos casos en la historia.
¿Una familia volcada a la política que de repente desaparece o cae abruptamente?
Es que nosotros nunca hemos tenido la concepción de clan. Creemos en la individualidad, el talento y la capacidad de avanzar cada cual.
Mi hermana María Consuelo llegó a Bogotá de tres años. Mi otra hermana, Sara, llegó de un año. Y yo de once. Nuestra formación afectiva estaba muy ligada al Cesar y a Valledupar pero completamente atada a lo que era la vida en la Capital. Entonces no tenemos una percepción de clan ni de tribu ni nada similar.
¿El origen es liberal y resultaron ustedes medio conservadores?
No. Mi padre ha sido toda la vida un hombre liberal. Incluso le podría decir que mi tía Consuelo Araújo, a quien el país conocía como ‘la cacica’, era una mujer liberal de una tendencia de izquierda.
No creo en las posiciones de derecha, ni creo en la ultraderecha ni nada de eso. No creo en nada radical.
¿Qué tan lejos está de Pacho Santos?
Soy un admirador de la obra del presidente Álvaro Uribe, me reservo el derecho de objetar algunas cosas sobre las que no estoy de acuerdo.
No soy un ‘furibista’ rotundo, no soy un radical. Soy un amigo de Álvaro Uribe. Soy un amigo de esos logros que se hicieron durante su gobierno. Pero yo me reservo el derecho de disentir.
¿Qué le gusta y qué no de Alvaro Uribe?
Muchas veces ha habido gente alrededor del presidente Uribe que no tenía la capacidad, ni el talento, ni la formación, ni las condiciones mínimas para poder ejercer el poder que él delegó y que no valoraron su confianza.
¿Qué perspectiva tiene el movimiento uribista?
La perspectiva que tenemos todos los colombianos, querer el país, que se desarrolle. El Centro Democrático no cree en una paz a costa del arrodillamiento total de la sociedad.
Somos 40 millones contra 8 mil tipos alzados en armas que piensan arrodillar, no solo al Estado, sino a la ciudadanía en general.
El país decide entre la paz de Santos y la guerra de Uribe?
No creo ni en la paz de Santos ni en la guerra de Uribe. Uribe no es un candidato de guerra. Uribe lo que hizo durante su gobierno fue darnos la mayor porción de paz que ha tenido Colombia en los últimos 40 años.
Es decir, paz al estilo uribista es seguridad plena para la ciudadanía, para los empresarios, para la gente del campo, para la gente de las ciudades, para la gente que pudo trabajar gracias a Álvaro Uribe porque hubo seguridad.
¿Es posible convencer a los ciudadanos, al grueso de los colombianos, de que Uribe no es la derecha colombiana, no es la guerra en Colombia, no es la tozudez, la agresión a las ideas democráticas?
Es que Uribe lo que probó en su gobierno es que fue un gran demócrata. La Corte Suprema de Justicia se enfrascó en un enfrentamiento contra el presidente Uribe y su gobierno. Y sin embargo Álvaro Uribe cuadruplicó el presupuesto de la Corte Suprema de Justicia y robusteció económicamente su capacidad investigadora.
La Corte Suprema de Justicia es la única Corte Suprema del mundo que ejerce una función investigadora, casi que totalmente gracias al presupuesto del que la dotó el presidente Álvaro Uribe.
Hago un parangón con lo que hizo Chávez. Chávez lo que hizo fue que cerró la corte y nombró una corte de bolsillo. Uribe lo que hizo fue que le entrego miles de millones de pesos para que crearan unidades investigativas y todas esas cosas que hicieron que los convirtió en la única Corte de investigación del mundo.
Las demás cortes del mundo son de casación y dan fallos de última instancia. Esta corte nuestra se volvió una fiscalía paralela de funcionarios de alto nivel.
¿La corte era buena hasta que se metió con Uribe?
La corte era buena hasta que el M-19 la masacró en la toma del Palacio de Justicia, con todos los sinsabores que produjo también la retoma del Ejercito que fue una cosa completamente antitécnica y mal hecha.
A propósito del tema Petro, ¿qué piensa de la procuraduría?
A mí no me gusta la figura de la procuraduría en Colombia. No debería existir.
En ninguna parte del mundo existe un cuerpo que discipline desde los funcionarios de tan alto nivel hasta los más bajos con una función. La voy a llamar de una forma un poco dramática, una función parajudicial.
No lo dijo cuándo un familiar o pariente suyo estaba en la procuraduría...
Lo he pensado siempre. Las facultades de la procuraduría se fortalecieron durante la administración de Edgardo Maya, la persona que usted menciona como mi familiar, aún cuando en realidad no somos familiares sino que tenemos un vinculo por medio de una tía mía que ya falleció por lo que se extinguió ese vínculo. Pero digamos que yo al doctor Maya lo respeto.
La procuraduría es un ente que solo existe en Colombia. No estoy de acuerdo con las facultades del procurador, creo que la facultad del procurador produce esto. Pero teniéndola, existiendo el Código Único Disciplinario, no hay más remedio que acatarlo porque mire lo que ha sucedido: 300 funcionarios fueron destituidos por el actual procurador y nadie dijo nada, el exalcalde de Medellín, Andrés Felipe Arias fue inhabilitado, Sabas Pretelt, la gobernadora Cielo González Villa y a nadie le pareció excesivo.
A mí no me gusta la procuraduría. No me gusta la existencia de la procuraduría, el concepto filosófico de la existencia de una procuraduría, no me gusta. En los Estados Unidos, en Alemania, no hay procuraduría y el mundo funciona perfectamente.
Usted se opuso a Pacho Santos como candidato presidencial del uribismo. ¿Lo vería como alcalde de Bogotá?
Yo no creo que Francisco Santos sea un líder capaz de gerenciar un país o una ciudad del tamaño de Bogotá. Bogotá es una ciudad que tiene un tamaño y una población superior a la de muchos países del mundo.
Las responsabilidades aquí tienen que ser para gente muy preparada. No creo que Francisco tenga la preparación en urbanismo ni en desarrollo social, ni en creación de microempresa y de gran empresa, ni en movilidad, ni en ninguna de las disciplinas que se necesitan para eso.
¿Cuántos senadores elegirá Uribe?
Creo que 25.
¿Y en las cámaras?
El resultado puede ser muy regular, porque no encabeza Alvaro Uribe.
¿Muy deslucido el trabajo de Óscar Iván Zuluaga?
Lo que veo es el esfuerzo tan grande del gobierno y de los medios amigos del gobierno, que son casi todos, en deslucirlo. Una cosa es que no sea deslucido y otra cosa es que lo vivan tratando de desdibujar.
Veo un gran candidato, sometido a la fatiga de tener que ser violentado diariamente con la forma tendenciosa con que los medios tratan de desdibujarlo.
