Carlos Vicente de Roux, candidato a la Alcaldía de Bogotá por el Partido Verde, deja entrever que no le sonaría un bloque en contra de Clara López.
Después de derrotar a Antonio Sanguino en una encuesta para determinar quién sería el aspirante de los verdes a reemplazar a Gustavo Petro, De Roux habló con KienyKe.com sobre sus propuestas e ideas en torno a Peñalosa, el día sin carro, recolección de basuras, seguridad y movilidad.
¿Hoy qué le diría a Enrique Peñalosa?
Que apoye con sus conocimientos sobre Bogotá y su experiencia, al candidato y al alcalde de la Alianza Verde.
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¿Qué papel jugaría Mockus en su administración?
Sería un referente fundamental en relación con cuatro temas: la cultura ciudadana, la vida es sagrada, los recursos públicos son recursos sagrados y hay que construir sobre lo construido.
¿Le suena una alianza partidista contra Clara López?
En absoluto. Las alianzas contra la izquierda me parecen derechosas y antidemocráticas.
¿Debe Bogotá perseverar en el día sin carro?
Por supuesto que sí.
¿Cuántos al año?
Podríamos pasar de uno a cuatro, pero con una condición: que se hiciera un estudio sobre los impactos económicos y ambientales de la medida, y que así lo decidiera la ciudadanía en una consulta popular.
¿Cuál es su política sobre reciclaje y recolección de basuras?
Poner en práctica la propuesta de “Basura Cero”, que es un buen modelo, pero no ha tenido impulso gerencial. En lo inmediato hay que hacer la licitación de las zonas de servicio exclusivo y tratar de que una empresa pública se gane siquiera una de esas zonas.
¿Su idea central para hacer eficiente la administración distrital?
Poner un gabinete de excelencia y hacerle reingeniería a buena parte de las entidades del Distrito, sin masacre laboral.
¿Su principal acción de gobierno para mejorar la movilidad?
Rescatar a Transmilenio, convertirlo en un sistema de transporte eficiente y digno, y reorganizar el servicio de los buses azules del SITP.
¿Su idea central para mejorar la seguridad en Bogotá?
Aumentar el pie de fuerza policial, financiar fiscales con recursos del Distrito para enfrentar el delito callejero y tratar a los adictos como enfermos, para aislarlos de los jíbaros y dañarles a éstos el negocio.
¿Estaría dispuesto a contratar en su administración a desmovilizados de las FARC?
Claro que sí, pero despacio, para ver cómo van respondiendo los desmovilizados. Hay que andar lento para llegar lejos.
¿Qué idea lo diferencia a usted de sus rivales?
La mezcla de dos preocupaciones: la necesidad de mantener y repotenciar los programas sociales del Distrito, y la de hacer de Bogotá una ciudad amable para todos, no solo para los más pobres, solucionando sus problemas de ambiente, movilidad, seguridad y espacio público.
