El exministro Óscar Iván Zuluaga ha repuntado ante la opinión y –al parecer- puede haber desbancado a Francisco Santos en las preferencias de los uribistas, que han sugerido el desarrollo de una convención para elegir candidato presidencial. Es claro que el procedimiento favorece a Zuluaga y no a “Pacho”, quien prefería una consulta popular.
Un grupo de empresarios le habría hecho aportes económicos recientes al Centro Democrático con la sugerencia a Uribe de preferir a Zuluaga.
¿Le favorece a usted la convención, doctor Zuluaga?
El propósito es lograr una convención donde todos los precandidatos nos sintamos cómodos y se pueda avanzar en seleccionar el candidato que mejor represente las propuestas y la parte programática del Centro Democrático. Lo que el presidente Uribe siempre nos ha dicho, que tenemos que concentrarnos en mecanismos que nos permitan discutir estos problemas dentro de las mayores garantías y un espacio de participación para todos.
¿Cómo sería la convención?
Apenas están trabajando en eso, pero el presidente Uribe ha dado unas pautas. Hay equipos regionales, representación de todos los sectores sociales… todo lo que represente una organización política: sindicalistas, trabajadores, las minorías étnicas, sectores comunitarios, la academia, empresarios, dirigentes políticos. Que se puedan tomar las mejores decisiones, pensando en lo que más le conviene al país y al Centro Democrático.
¿Por qué se precipitó la convocatoria de una convención?
Es una decisión que ha puesto sobre la mesa el presidente Uribe y él ha considerado que es lo más conveniente.
Tiene muchas ventajas. El candidato puede acompañar el proceso de las listas al Senado y Cámara y tendrá más espacio para la campaña presidencial. Hay que buscar lo mejor para convertirnos en la principal fuerza política en las elecciones de 2014. El acuerdo es que vamos a una convención y hemos de garantizar que sea muy exitosa para el bien del país.
Hay quienes dicen que Convención es sinónimo de vieja politiquería..
Convención es también época de modernismo, de nuevos liderazgos, de una organización que quiere expresarse, para escuchar a sus líderes. La política se hace con líderes y ellos necesitan ser escuchados y tener voz.
¿El tema de las listas ya está resuelto?
La mayoría están presentadas en casi todos los departamentos. La lista al senado está en un proceso de recolección de firmas. Seguimos avanzando en la discusión de programas y propuestas, ayer le envié una carta al Congreso de la República donde reflexiono sobre el tema de la salud que me parece un error y siento que no le va a solucionar los problemas a los ciudadanos, al paciente colombiano.
¿Qué recomienda usted, que no sigan con la ley?
Propongo diez acciones donde demuestro que para avanzar en la calidad de la prestación del servicio no se requiere ley, sino sensatez, sentido común y ponerse en los zapatos del paciente. Si el paciente no tiene acceso a medicamentos eso no es un problema de ley. Si tiene que hacer cola desde las 4 de la mañana, eso no se soluciona con la ley. Si no hay suficientes especialistas, eso no depende de una ley. Si se requiere más promoción y prevención para que haya que gastar menos en curación, eso es una decisión política. Existen suficientes mecanismos de ley. En los últimos cuatro años se han aprobado tres leyes, una de ellas estatutaria. Y hay una sentencia de la Corte Constitucional donde uno encuentra todos los elementos para poderle mejorar la vida al paciente. Que el paciente sea tratado con amor, que sea humana la prestación del servicio de salud. Para eso no se necesita una nueva ley.
¿Con la Ley 100 aguantamos?
La Ley 100 ha mostrado cosas muy interesantes. Se logró cobertura universal. Hoy en día el 80 % del gasto público en salud es público. Tenemos el mismo nivel de atención para una persona pobre que para una persona de clase media con recursos. Hay una definición básica y el país ha logrado un avance importante. Es el momento de pensar más en la calidad y en el paciente. No creo que la solución sea acabar con lo bueno. La Ley 100 tiene unos resultados muy importantes.
¿Ya limó asperezas con José Obdulio Gaviria?
Yo no tengo problemas personales con ninguno de los miembros que acompañan las listas. Hice una reflexión pero la decisión no me corresponde.
¿Cómo ganarle a Santos, dueño del Gobierno?
Cuando uno no está en el corazón ni en el alma de los colombianos, no hay poder económico que valga. Ocho de cada diez colombianos no queremos la reelección de Santos.
¿De dónde saca esa estadística?
Lo dicen todas las encuestas de opinión. Insisto que no es un problema de poder económico. Un presidente para reelegirse tiene que ser popular. Santos puede tener recursos pero eso no le garantiza que esté en el corazón de los colombianos.
Pero tiene los resortes del poder…
No es suficiente. Hay muchas lecciones claras al respecto. Uribe ganó sin fuerza política, sin fuerza parlamentaria, sin Gobierno. Ganó porque arrastró a los ciudadanos, los interpretó. Y fue reelegido porque estaba en el corazón de los colombianos. Ese sentimiento hará que hoy tenga una extraordinaria votación para el senado. Uribe es popular, lo quieren. Y eso es lo que más vale.
¿Y cómo explicar que a Uribe lo hayan rodeado tantos malos, muchos hoy en la cárcel?
Los que han cometido cosas indebidas hay que juzgarlos, que les caiga todo el peso de la ley. Ahí es donde tienen que funcionar cada una de las instituciones y la justicia, en eso tiene que ser implacable. El que la hace la paga y esa tiene que ser una norma con la justicia.
¿Pero por qué tantos bandidos cercanos a Uribe?
El presidente Uribe ha mostrado que sus actuaciones son honestas y de frente a los ciudadanos. No tiene nada que esconder. El presidente Uribe siempre enfrenta los debates y asume las responsabilidades. Así lo conoce el país. Por eso cuando uno no tiene nada que esconder da la cara y tiene explicaciones para las cosas. Eso es lo más importante en la condición humana y en la actuación de un gobernante y un líder público.
La pregunta que nos hacemos muchos colombianos es que el presidente que manejaba tanto la minucia, la microempresa, la microadministración, no se diera cuenta de tantos personajes indeseables con los cuales estaba gobernando…
El presidente Uribe siempre estuvo conectado con los problemas de los ciudadanos. Esa es la razón de ser, de gobernar. Por eso mi preocupación por solucionar los problemas del ciudadana y del país.
¿Cuál sería la diferencia de su Gobierno con el de Uribe?
Cada persona tiene su sello propio. Yo aspiro a ser el presidente de los jóvenes y ser recordado como el presidente de la educación. Tengo una gran obsesión, creo que los problemas de Colombia están en la eficiencia de la educación pública y en la falta de oportunidad en los jóvenes. Si queremos construir una sociedad distinta, de avanzada, tenemos que educarlos y darles la oportunidad que merecen. Colombia es un país joven. El promedio de edad de Colombia es de 26 años. ¿Cuál es nuestra gran tragedia?, que todos los problemas sociales hoy fundamentalmente son de los jóvenes.
¿Y cuál es la diferencia de su eventual Gobierno con el de Santos?
Total. Lo primero es que soy una persona conectada con los ciudadanos. Para mí el tema regional es esencial. Gobierno con convicciones. Soy coherente. Si me hago elegir con unas ideas, gobierno con esas ideas, no cambio el libreto.
Dicen que usted tiene en contra que es muy frio, que ni siquiera sonríe..
Creo que los problemas de los colombianos no son de carcajadas. Lo que hago todo el tiempo es pensar en la solución de los problemas de los ciudadanos. Soy una persona sencilla que se aborda muy fácil. Yo soy de provincia y empecé mi carrera política como concejal.
¿Con la Ley 100 aguantamos?
La Ley 100 ha mostrado cosas muy interesantes. Se logró cobertura universal. Hoy en día el 80 % del gasto público en salud es público. Tenemos el mismo nivel de atención para una persona pobre que para una persona de clase media con recursos. Hay una definición básica y el país ha logrado un avance importante. Es el momento de pensar más en la calidad y en el paciente. No creo que la solución sea acabar con lo bueno. La Ley 100 tiene unos resultados muy importantes.
¿Ya limó asperezas con José Obdulio Gaviria?
Yo no tengo problemas personales con ninguno de los miembros que acompañan las listas. Hice una reflexión pero la decisión no me corresponde.
¿Cómo ganarle a Santos, dueño del Gobierno?
Cuando uno no está en el corazón ni en el alma de los colombianos, no hay poder económico que valga. Ocho de cada diez colombianos no queremos la reelección de Santos.
¿De dónde saca esa estadística?
Lo dicen todas las encuestas de opinión. Insisto que no es un problema de poder económico. Un presidente para reelegirse tiene que ser popular. Santos puede tener recursos pero eso no le garantiza que esté en el corazón de los colombianos.
Pero tiene los resortes del poder…
No es suficiente. Hay muchas lecciones claras al respecto. Uribe ganó sin fuerza política, sin fuerza parlamentaria, sin Gobierno. Ganó porque arrastró a los ciudadanos, los interpretó. Y fue reelegido porque estaba en el corazón de los colombianos. Ese sentimiento hará que hoy tenga una extraordinaria votación para el senado. Uribe es popular, lo quieren. Y eso es lo que más vale.
¿Y cómo explicar que a Uribe lo hayan rodeado tantos malos, muchos hoy en la cárcel?
Los que han cometido cosas indebidas hay que juzgarlos, que les caiga todo el peso de la ley. Ahí es donde tienen que funcionar cada una de las instituciones y la justicia, en eso tiene que ser implacable. El que la hace la paga y esa tiene que ser una norma con la justicia.
¿Pero por qué tantos bandidos cercanos a Uribe?
El presidente Uribe ha mostrado que sus actuaciones son honestas y de frente a los ciudadanos. No tiene nada que esconder. El presidente Uribe siempre enfrenta los debates y asume las responsabilidades. Así lo conoce el país. Por eso cuando uno no tiene nada que esconder da la cara y tiene explicaciones para las cosas. Eso es lo más importante en la condición humana y en la actuación de un gobernante y un líder público.
La pregunta que nos hacemos muchos colombianos es que el presidente que manejaba tanto la minucia, la microempresa, la microadministración, no se diera cuenta de tantos personajes indeseables con los cuales estaba gobernando…
El presidente Uribe siempre estuvo conectado con los problemas de los ciudadanos. Esa es la razón de ser, de gobernar. Por eso mi preocupación por solucionar los problemas del ciudadana y del país.
¿Cuál sería la diferencia de su Gobierno con el de Uribe?
Cada persona tiene su sello propio. Yo aspiro a ser el presidente de los jóvenes y ser recordado como el presidente de la educación. Tengo una gran obsesión, creo que los problemas de Colombia están en la eficiencia de la educación pública y en la falta de oportunidad en los jóvenes. Si queremos construir una sociedad distinta, de avanzada, tenemos que educarlos y darles la oportunidad que merecen. Colombia es un país joven. El promedio de edad de Colombia es de 26 años. ¿Cuál es nuestra gran tragedia?, que todos los problemas sociales hoy fundamentalmente son de los jóvenes.
¿Y cuál es la diferencia de su eventual Gobierno con el de Santos?
Total. Lo primero es que soy una persona conectada con los ciudadanos. Para mí el tema regional es esencial. Gobierno con convicciones. Soy coherente. Si me hago elegir con unas ideas, gobierno con esas ideas, no cambio el libreto.
Dicen que usted tiene en contra que es muy frio, que ni siquiera sonríe..
Creo que los problemas de los colombianos no son de carcajadas. Lo que hago todo el tiempo es pensar en la solución de los problemas de los ciudadanos. Soy una persona sencilla que se aborda muy fácil. Yo soy de provincia y empecé mi carrera política como concejal.
