El proceso de paz en Colombia afronta "enormes retos" un año después de firmado el Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC el 24 de noviembre de 2016, dijo en entrevista con Sputnik el jefe de Estado Mayor del componente de observadores de la ONU, Fernando Fleitas.
"La Misión de ONU en Colombia ha alcanzado logros hasta el momento incuestionables, los combatientes han dejado las armas y se desmovilizaron y hoy la FARC es un partido político, pero el proceso enfrenta hoy enormes retos y requieren de la comunidad internacional y especialmente de los países latinoamericanos un esfuerzo adicional", indicó Fleitas, quien también fue coordinador de las operaciones del mecanismo tripartito y del proceso de dejación de armas.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de unos 7.000 integrantes, firmaron el 24 de noviembre de 2016 un Acuerdo Final de Paz con el Gobierno colombiano para poner fin a 53 años de confrontación armada.
En ese marco, la antigua guerrilla de las FARC dejó las armas y se convirtió en partido político de izquierda el pasado 1 de septiembre, cuando adoptó el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
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Fleitas agregó que la consolidación de la paz "exige dar garantías efectivas de seguridad física y jurídica a los excombatientes, asegurar la reintegración socio económica y participación política de estos, si no se consigue esto nuestro esfuerzo habrá sido en vano".
En los últimos días, la aprobación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), mecanismo mediante el cual se juzgará a exguerrilleros y agentes del Estado que participaron en el conflicto, generó quejas de los excombatientes y una manifestación de protesta de la población.
Es que la Corte Constitucional aprobó la JEP, pero con modificaciones que ponen en duda los principios pactados en el Acuerdo de Paz.
Quienes combatieron por la guerrilla sostienen que los cambios favorecen la impunidad y van en detrimento de las víctimas del conflicto armado.
Tras el anuncio de la Corte, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", máximo líder y candidato presidencial del partido de la FARC, pidió una reunión urgente con el presidente Juan Manuel Santos, que se celebrará este viernes.
Reincorporción a la Sociedad
Las 20 Zonas Veredales y los seis Puntos Transitorios de Normalización, lugares de concentración creados para que los combatientes dejaran las armas, se cerraron progresivamente una vez que se completaba el proceso de dejación de armamento, dando lugar a los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación de los exguerrilleros.
"En estos espacios es donde se realizan diversas actividades de carácter político, productivo y educativo, que buscan reincorporar a la sociedad a los excombatientes, estas actividades son gestionadas por los mismos desmovilizados y representan una oportunidad de aprender haciendo", indicó Fleitas.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha aprobado una segunda misión para verificar las garantías de seguridad de los excombatientes, sus familias y sus comunidades y de reincorporación socioeconómica y política.
Fleitas contó que actualmente se desempeña como coordinador en el terreno de la Misión de Verificación de la ONU, que tiene desplegados 76 equipos multidisciplinarios a lo largo y ancho del territorio colombiano, especialmente en las áreas que fueron más afectadas por el conflicto armado y en "las cuales aún permanecen desafíos".
Paz evitó 2.7000 muertes
Como resultado del cumplimiento exitoso del cese al fuego y de hostilidad, "se logró desmovilizar a más de 13.000 personas, entre combatientes y milicianos de las FARC-EP (Ejército del Pueblo), además de prevenir la muerte de más de 2.700 personas en un periodo de 15 meses", aseguró el representante de la ONU.
El 22 de setiembre pasado, la Misión de la ONU concluyó las actividades relacionadas con la dejación de armas por parte de las FARC.
Estas actividades incluyeron recoger las armas en las Zonas y Puntos de Normalización y la extracción y destrucción del material inestable que estaba en los depósitos ocultos de armas y municiones conocidos como caletas.
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El resultado de esa actividad permitió inhabilitar 8.994 armas y destruir 11.015 granadas, 3.528 minas y más de 90.000 kilos de explosivos, entre otros materiales de guerra, informó.
"Este material ya no se podrá usar más para atentar contra la vida y eso es a todas luces un logro sin cuestionamiento de este proceso", agregó.
Para Fleitas, el Gobierno y la guerrilla "demostraron que es posible llegar a un acuerdo de paz y mantener el cese del fuego y hostilidades prácticamente sin incidentes".
"Estoy convencido de que en el éxito del proceso fue fundamental la férrea convicción de los actores de mantener lo acordado y del convencimiento que la paz es el único camino posible", indicó.
Con las armas que fueron inhabilitadas se harán tres monumentos y el restante material de guerra y el inestable, como granadas, fueron destruidos bajo la supervisión y certificación de los observadores de la ONU.
El coronel Fleitas es uruguayo, egresó de la Escuela Militar en diciembre de 1988, es graduado en Estado Mayor en el Instituto Militar de Estudios Superiores de Uruguay.
Además, efectuó el curso Estado Mayor Conjunto en Alemania.
Fleitas participó en tres misiones de paz de la ONU entre 2001 y 2012 en Sahara Occidental, Sierra Leona y Congo.
Con información de Sputnik.
