En 1989, cada vez que Leonel Álvarez salía a la chancha, una culebra le envolvía la camiseta rayada del Atlético Nacional. Mientras el animal se contorsionada y desdibujaba el número catorce en la espalda –que llevó toda la vida–, el mediocampista paisa la besaba fervorosamente. La exótica mascota se llamaba ‘Leonela’. Era el amuleto de la buena suerte del equipo que ganó la Copa Libertadores de 1989. Por exigencia del entonces técnico del equipo, Francisco Maturana, Leonel no podía pisar la chancha sin llevarla en su cuello. Sin embargo, tiempo después, la serpiente, una boa constrictora, desapareció. Al parecer, pasó de ser un amuleto de la suerte a convertirse en un animal de mal agüero.

