El Congreso 2018-2022 ya es historia, luego de la instalación de la nueva planta que protagonizará la actividad legislativa durante los próximos cuatro años. Sin embargo, este proceso no ha sido necesariamente tranquilo, sumando llamativos episodios como la posición reacia que al parecer habrían tenido ciertos representantes a la Cámara del periodo anterior para desocupar sus oficinas.
Todo este tema se supo por cuenta de un comunicado que el jefe de la sección de suministros de la Cámara le habría enviado a los antiguos representantes, pidiéndoles encarecidamente que desocuparan las oficinas antes del pasado 21 de julio o en caso contrario dichas oficinas serían desalojadas.
“Exrepresentantes que aún no han devuelto la oficina que les fue asignada, comedidamente les solicito hacer la devolución de dicha oficina en el transcurso del presente día, toda vez que se requiere hacer la entrega de dicho inmueble de propiedad de la Cámara de representantes a quien fue asignada”, señaló el texto.
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Luego añade: “De no hacerse la devolución y para garantizar el derecho constitucional a los nuevos legisladores, la Cámara, el día viernes 22 de julio de 2022, procederá a solicitar acompañamiento de la Policía Nacional con el fin de abrir la puerta de las oficinas que no se hayan devuelto con la ayuda del cerrajero”.
Al final, también le recordó al antiguo Congreso que a partir del 20 de julio perdieron su calidad de funcionarios públicos y que, en caso de estar entre los desalojados, los objetos de dichas oficinas serán guardados en los almacenes de la Cámara. Una comunicación que rápidamente se llenó de reacciones en redes sociales.
Este es el segundo episodio polémico que vive el nuevo Congreso después de su instalación, que empezó con fuerza luego de los abucheos al discurso del presidente Duque. Un espacio históricamente usado por los mandatarios para exponer los logros de su mandato.
Esta vez, la participación de Duque tuvo varios componentes clave. Enfatizó entre otras cosas la defensa de los logros del Gobierno, hablando de exportaciones agrícolas, políticas migratorias, mejoras a la infraestructura vial, la recuperación de Providencia, la protección de las áreas marítimas, los avances en la matriz energética, la lucha contra las estructuras delincuenciales e incluso la defensa de los líderes sociales.
Este último punto, sin duda fue uno de los más controvertidos por las bancadas de Gobierno y alternativos, quienes de hecho asistieron con fotos de los líderes que han sido asesinados en los últimos cuatro años. De hecho, en gran parte de la jornada varios congresistas corearon la palabra “mentiroso” y cantaron la canción de “Duque Chao”, expresiones que fueron condenadas por otros sectores que exigieron mayores niveles de respeto por parte de los nuevos congresistas.
Así las cosas, a partir del pasado 20 de julio inició un nuevo periodo en el Congreso de la República, enmarcado por una primera legislatura en la que son mayoría las bancadas de Gobierno y que tiene por primera vez un porcentaje del 61% de congresistas nuevos.
Con 20 senadores y 29 representantes a la Cámara, el Pacto Histórico lidera el Congreso que acompañará a Gustavo Petro en la Presidencia de Colombia. Las 49 curules que obtuvo el Pacto Histórico serán el soporte legislativo del gobierno de izquierda. A eso le siguen en poder partidos como el Liberal, Conservador, Alianza Verde, Cambio Radical, Centro Democrático, la U, entre otros.
En la Cámara, por ejemplo, corporación donde sucedió el pleito de las sucesiones de oficinas, será el Partido Liberal quien lidere con 33 representantes, seguido del Pacto con 29, el Conservador con 27, Cambio Radical con 19; Centro Democrático, Alianza Verde y Partido la U con 15; seguidos de otros partidos minoritarios. Aunque, por otro lado, al estar casi todos ellos con Petro se calcula que el Gobierno supere con facilidad la mitad de los apoyos.
Además, ya por votación quedó definido que tanto en Cámara con David Racero como en Senado con Roy Barreras, el Pacto Histórico tendrá las presidencias. Un hecho que será determinante para sacar adelante sus reformas y proyectos, pero que todavía le espera en la práctica la prueba de fuego para esa cohesión de partidos.