El senador Gustavo Bolívar ganó de nuevo su pulso con la periodista Darcy Quinn y Abelardo De la Espriella, quien adelantaba una demanda de pérdida de investidura y muerte política en su contra por la supuesta participación en el trámite de la llamada Ley de crecimiento económico y luego beneficiarse de la misma. Sin embargo, el Consejo de Estado determinó que no existen pruebas de que el senador o su familia se hayan beneficiado de dicha norma.
“No está demostrado en el plenario que el senador Bolívar Moreno al participar en el trámite de discusión y votación de la Ley 2010 de 2019 tuviese el propósito de reportar algún provecho personal (...) pues no se acreditó la existencia previa de procesos administrativos, en materia tributaria, aduanera y cambiaria, en los cuales él o las personas de su entorno estuviesen involucradas y respecto de los cuales él tuviese el interés personal de darlos por terminados de mutuo acuerdo”, señaló el dictamen del tribunal.
Por lo tanto, la sala determinó que las conductas de Bolívar “no constituyen una violación del régimen de inhabilidades e incompatibilidades y conflictos de interés”. Determinación con la que, casi de inmediato, el senador del Pacto Histórico salió a ufanarse frente a sus contradictores.
“Otra que pierde Abelardo. Consejo de Estado rechaza demanda de pérdida de investidura y muerte política en mi contra porque según trino de Darcy Quinn que la oficina del abogado perdedor usó como prueba, hice una ley para beneficiarme. 7-0 Abelardo”, aseguró el senador en Twitter.
¿Y cuál es la verdad? El eje del tema es que a Gustavo Bolívar no se le puede desconocer que en un principio solicitó poder abstenerse del debate del mencionado proyecto (petición que fue rechazada), luego presentó una proposición para su archivo y finalmente terminó votando negativamente. Por lo tanto estaba obligado constitucionalmente a participar en el deber legislativo.
También es importante que en el trino de Quinn decía que el senador “votó la ley”, pero no se mencionó si a favor o en contra, lo cual pudo haber inducido a muchos al error de pensar que lo había hecho positivamente.
Por otro lado, también es cierto que el senador Bolívar se benefició con alivios tributarios, que bien pueden provenir de la Ley de Crecimiento o no, aunque al votar negativamente por la ley no se logra evidenciar una intención de aprovechamiento. Él mismo, en otra disputa con la periodista de la FM, aceptó que tuvo un acuerdo con la DIAN por una deuda derivada de los intereses de la novela El Capo.
Todo este capítulo, se enmarca y se suma a todo el escándalo generado por las deudas del senador Bolívar. Cabe recordar que la gran mayoría de los comentarios respecto a este tema, surgieron a partir de la revelación del actor y político Bruno Díaz, que indicaría que el senador llegó a tener varios saldos pendientes con su hijo por la instalación de unos paneles fotovoltaicos en el Hotel Paraíso Estudios (de su propiedad).
A esto se le sumó, en su momento, el atraso en las facturas de la luz de la propiedad y una aparente inconsistencia en la renovación de la matrícula mercantil de dicho establecimiento turístico que podría ser causal de multa (por lo menos con la razón social con la que aparece inscrito en la Cámara de Comercio de Girardot). Acusaciones frente a las que Bolívar se ha defendido en repetidas ocasiones asegurando que estuvo en la quiebra y está en camino a solucionar todas sus obligaciones.
