Publicado por: admin el Mié, 07/08/2019 - 07:21
El caso del capitán de la Policía Eduardo Andrés Merchán Prieto, acusado por presunto acceso carnal violento a una teniente, dio un giro inesperado.
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El caso del capitán de la Policía Eduardo Andrés Merchán Prieto, acusado por presunto acceso carnal violento a una teniente, dio un giro inesperado.

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La Procuraduría General de la Nación decidió levantar la suspensión que había interpuesto contra el uniformado. [single-related post_id="1156059"] La Sala de Revisión del Ministerio Público decidió reintegrar a Merchán Prieto a la institución debido a que considera que: “No concurren elementos de juicio serios y razonados que permiten evidenciar que mientras se surte el trámite de apelación contra la decisión que definió la responsabilidad, haya riesgo de que vayan a persistir los presupuestos o condiciones objetivas que dieron lugar a la imposición de la medida”, así lo asegura el documento emitido por el ente de control. La decisión será presentada ante la Dirección General de la Policía para el reintegro del uniformado. En la fecha de lo sucedido Merchán se desempeñaba como comandante de la Policía de Curumaní. Lea aquí: Capturado capitán de la Policía acusado de abuso sexual

La presunta violación 

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 24 de noviembre de 2018. El presunto abuso se produjo en los alojamientos del Comando de Policía del departamento del Cesar, cuando se celebraba la fiesta de fin de año. Lea aquí: Destituido e inhabilitado capitán de la policía por abuso sexual La teniente Kelly Sierra, presunta víctima de abuso sexual por parte del uniformado investigado, interpuso la denuncia el mismo día en que ocurrieron los hechos. Sin embargo, Sierra decidió hacer pública su denuncia con el fin de que el proceso contra el uniformado avanzara.  La misma Procuraduría, luego de recolectar pruebas sobre lo sucedido, inhabilitó por 14 años a Merchán considerando sus actos como una falta gravísima cometida a título de dolo. En ese entonces el ente de control manifestó que según las investigaciones, el uniformado obligó a la teniente a tener una relación íntima por lo tanto no se trató de un acto consentido. Una de las pruebas aportadas fue el informe de medicina forense en el que se expresaba que la teniente había sufrido varias lesiones por cuenta de un forcejeo.