En su última aparición pública Steve Jobs presentó "el mejor edificio de oficinas del mundo", se trata de una especie de ciudad autosostenible en forma circular que rompe con todo lo visto hasta entonces en Silicon Valley. El mítico fundador de Apple quería una construcción con capacidad para albergar a 12.000 personas y antes de su muerte dejó cada detalle del diseño de la “Ciudad de Apple” en manos del arquitecto británico Norman Foster.
La ciudad tecnológica de Jobs, que se esperaba para finales del 2015, tendrá que aguardar hasta el 2016, pues Tim Cook, quien sustituyó a Jobs al frente de Apple, decidió que se aplazara un año: “Steve puso mucho amor y atención a este proyecto antes de morir. Queremos hacerlo bien”, aseguró Cook.
Algunas de las características de la construcción serán: cuatro pisos, 252.000 metros cuadrados de superficie, un comedor principal con espacio para 3.000 personas, 15 hectáreas de zonas verdes y 309 especies diferentes de árboles. Steve Jobs quería que la sede de su compañía fuera un modelo de sostenibilidad, por eso, el techo contará con 700.000 metros cuadrados de paneles solares, suficientes para abastecer a aproximadamente 4.000 hogares y las ventanas se abrirán y cerrarán automáticamente para dejar entrar la cantidad de luz necesaria.
