
Mientras el mundo celebra una nueva edición del Festival de Cannes, uno de los escenarios más emblemáticos del séptimo arte, una decisión ha sacudido tanto al gremio del cine como al de la moda: la organización del festival ha anunciado que prohibirá los vestidos que dejen ver “demasiada piel” en la alfombra roja. La medida, que se toma bajo el argumento de preservar la "decencia", ha generado polémica.
Y es que para muchos, este tipo de restricciones representan una amenaza directa a la libre expresión, sobre todo en un espacio donde la estética, el arte y la identidad personal tienen un papel protagónico.
Moda, cine y libertad: ¿pueden separarse?
Pilar Castaño, experta en moda y referente de estilo en Colombia, estuvo en Kienyke.com y afirmó que esta decisión va más allá de una simple norma de vestuario: es un golpe a la forma en que las mujeres expresan su identidad a través de lo que visten. Según ella, “la desnudez no es indecente, es una manifestación de lo que se siente, una forma de expresión que puede transmitir desde rebeldía hasta sensualidad o poder”.
La diseñadora insiste en que el impacto no está en el diseño como tal, sino en cómo se luce. “Un vestido negro puede ser tan recatado como sensual, dependiendo de quién lo lleve y cómo lo camine. Primero es la mujer, luego el vestido”, recuerda, citando a Óscar de la Renta. Además, aclara que los diseñadores no dejarán de crear con libertad.
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Las transparencias, los escotes y las aperturas seguirán existiendo. “La creatividad del diseñador no tiene freno, lo que cambia es la actitud de quien se viste. La moda comunica, transforma y da poder”, afirma.
¿Una censura disfrazada?
Castaño compara esta prohibición con un escritor al que le limitaran las frases eróticas en sus libros: “Estamos en una era donde se necesita más arte, más lúdica, más libertad para soñar. No podemos cercenar eso. La moda está para hacernos sonreír, para disfrutarla, no para reprimirla”. Además, recuerda momentos icónicos de la moda que han marcado la historia: desde el famoso “vestido de la venganza” de Lady Di, hasta la reciente inspiración de Shakira en ese mismo atuendo durante su paso por Cannes. “La desnudez no debería escandalizar. Es parte de un discurso personal, cultural y artístico”, concluye en Kienyke.com.
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¿Un cambio de era o una moda pasajera?
Aunque Pilar espera que esta medida no contagie a otros festivales, admite que Francia tiene un peso histórico importante en el mundo de la moda. “No olvidemos que la cámara de moda nació en Francia. Luis XIV le dio vida al preciosismo de la moda y María Antonieta fue la primera fashionista. Francia debería defender ese legado, no limitarlo”.
Para ella, el Festival de Cannes sigue siendo un referente de elegancia y arte, pero advierte que imponer restricciones como esta podría restarle brillo a lo que realmente importa: el talento, la creatividad y la libertad de expresión. “La moda es una forma de comunicación tan válida como la música o el cine. Si empezamos a censurarla, dejamos de reflejar la sociedad en la que vivimos”, concluye en su conversación con el medio.