Turquía oficialmente cambiará su nombre, así lo aprobó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras la petición por pequeña, pero importante razón para el gobierno turco.
Las Naciones Unidas recibió una carta por parte de la nación euroasiática para solicitar el cambio de su nombre ante todos los idiomas, pues ahora no se llamará ‘Turkey’, sino ‘Türkiye’.
Esto se debió a que ‘Turkey’ en inglés se traduce como pavo, además de que en su dialecto se refiere a algo”fracasado”, por lo que el gobierno lo modificó a ‘Türkiye’, donde aseguran que: "Representa y expresa la cultura, civilización y valores de la nación".
Además, vale mencionar que Recep Tayyip Erdogan anunció que todos los productos que se fabriquen en el país, saldrán al mercado con la etiqueta que diga: "Made in Türkiye", esto con el fin de aumentar el valor de marca, tema en el que llevan trabajando alrededor de 20 años.
Mustafa Aksakal, profesor de historia en la Universidad de Georgetown en Washington D. C. afirma que: “Algunos pueden encontrar este cambio de nombre tonto, pero coloca a Erdogan en el papel de protector y salvaguarda del respeto internacional por el país”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que cuando se solicitó el cambio del nombre, las Naciones Unidas entregaron su respuesta de inmediato, otorgando el permiso.
El portal ABC revela que: “Precisamente en junio de 2023, justamente dentro de un año, cuando Erdogan cumpla 20 años en el poder, Turquía celebrará elecciones presidenciales y también el centenario de su fundación tras el desmantelamiento del Imperio Otomano”.
Además, agrega que: La decisión de Turquía tiene precedentes en un país cercano. En 1935 Persia cambió oficialmente su nombre por el de Irán. Fue el entonces monarca Reza Pahlavi, el único que ostentó el título de sah de Persia y sah de Irán, quien promovió el cambio de nombre para respetar la variedad étnica del país, ya que solo una parte de la población era persa -en la actualidad, poco más de la mitad. Así, a partir del siglo XX, las autoridades insistieron en utilizar el apelativo de Irán, que englobaba a su juicio la gran riqueza etnográfica, cultural e histórica de esta estratégica nación de Asia Occidental”.