La celotipia, como todos los trastornos, debe ser tratada a tiempo, pues, puede hacer que la persona llegue a optar por la violencia no solo verbal, sino también física, interfiriendo en su diario vivir y su entorno, ya sea laboral, familiar o personal.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que: “La celotipia se encuentra clasificada como trastorno de la personalidad. Se trata de una situación muy incómoda, para quienes la viven, porque se cuestiona todo a la pareja”.
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Según expertos, los celos son un sentimiento natural del ser humano, sin embargo, estos llegan a ser preocupantes cuando se trata de celos patológicos que se intensifican cada vez más en la siguiente discusión, pudiendo afectar su integridad.
Martín Wainstein, profesor consultor emérito de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y Director de la Carrera de Especialización en Psicología Clínica con Orientación Sistémica, dice que para evitar esto se debe llegar a acuerdos antes de dar inicio a la relación.
“Los celos dependerán en parte del acuerdo consciente o inconsciente de la pareja, del amor o desamor entre ellos. Si el acuerdo era monogámico y la herida queda abierta se verá con el tiempo si es remontable. En estos casos juega no sólo el amor entre los miembros de la pareja, sino también el valor narcisístico en juego. La persona oscila entre la fidelidad hacia el otro y la fidelidad a sí mismo, y dichos movimientos internos no siempre coinciden”.
Una de las señales que pueden ponerlo en alerta de esta situación es que su pareja en tono desesperado y hostigante siempre quiera saber donde está usted, solicitándole su ubicación y/o foto de las personas con las que esté o en el lugar en el que esté, revisando su celular invadiendo por completo su privacidad, prohibiéndole que deje de hacer ciertas actividades o algunas compañías, entre otras.
Los especialistas recomiendan recurrir a la atención necesaria bajo la terapia cognitiva conductual, pues esto se puede deber a problemas de desconfianza a raíz de la baja autoestima, falta de amor propio, miedo a la soledad u otras fallas cognitivas.
Además, en casos especiales, la persona puede estar sufriendo de otro trastorno, como de personalidad paranoica o bipolaridad.
