Hace solo unos meses que Puerto Rico se tropezó con el Huracán María, según sus propios habitantes, el momento más crítico que ha golpeado la isla descubierta en 1493.
"Que Dios nos dé lo que somos capaces de soportar", dice un adagio popular que identifica al ciudadano puertorriqueño, sonriente, amante del café, la música y los habichuelas (frijoles).
En el Viejo San Juan, la capital de la isla, se encuentra una arquitectura española con colores pasteles y cálidos capaces de abrazar a cualquier turista que decida visitar y darle una oportunidad a un destino que tiene mucho que ofrecer.
La gastronomía liderada por el café, habichuelas, ron, platano, entre otras comidas, hacen del destino un lugar que podría satisfacer las necesidades culinarias de los colombianos y latinos en general.
Las personas que tengan gusto por caminar tendrán la posibilidad de hacerlo por toda la isla. Si bien el clima puede llegar a los 30 grados centígrados, no hay humedad ni ambiente que sofoque a aquellos que quieran dar un paseo en compañía de la pareja, familia o amigos. La playa también está al alcance de las manos con agua azul y una arena limpia que facilita los traslados y estadía de los turistas.
Otro de los aspectos importantes que buscan los latinos es que los habitantes del lugar sean buenos anfitriones y en Puerto Rico, al igual que en Colombia, se vive respira música y calidez humana. Tal vez ese sea el punto que más lo convierte en lugar mágico.
Se habla español e inglés, lo que facilita la comunicación para los latinos y los europeos, que también comienzan a llegar de forma masiva para disfrutar el reggaeton, ron y la buena comida.
La isla, que tiene aproximadamente unos tres millones y medio de habitantes, cuenta con gran acogida hotelera. Además los precios en dólar son accesibles para el público que desee comprar y llevar un recuerdo a casa. Estadías, como las que ofrece Marriot International, son bien recibidas por las personas. Es difícil observar en la entrada de los hoteles a turistas que no caminen con una sonrisa reflejada en el rostro.
Puerto Rico supo reconstruirse y abrir sus puertas nuevamente para que los visitantes puedan llegar y disfrutar de un destino con sabor latino. Los habitantes, en el voz a voz y bajo el sol de mediodía, recomiendan a los turistas no temer por el huracán sufrido en 2017. De todas formas, lo importante no es caer sino levantarse.
La facilidad para los colombianos es bastante porque hay un vuelo diario directo de aproximadamente dos horas.
La gastronomía liderada por el café, habichuelas, ron, platano, entre otras comidas, hacen del destino un lugar que podría satisfacer las necesidades culinarias de los colombianos y latinos en general.
Las personas que tengan gusto por caminar tendrán la posibilidad de hacerlo por toda la isla. Si bien el clima puede llegar a los 30 grados centígrados, no hay humedad ni ambiente que sofoque a aquellos que quieran dar un paseo en compañía de la pareja, familia o amigos. La playa también está al alcance de las manos con agua azul y una arena limpia que facilita los traslados y estadía de los turistas.
Otro de los aspectos importantes que buscan los latinos es que los habitantes del lugar sean buenos anfitriones y en Puerto Rico, al igual que en Colombia, se vive respira música y calidez humana. Tal vez ese sea el punto que más lo convierte en lugar mágico.
Se habla español e inglés, lo que facilita la comunicación para los latinos y los europeos, que también comienzan a llegar de forma masiva para disfrutar el reggaeton, ron y la buena comida.
La isla, que tiene aproximadamente unos tres millones y medio de habitantes, cuenta con gran acogida hotelera. Además los precios en dólar son accesibles para el público que desee comprar y llevar un recuerdo a casa. Estadías, como las que ofrece Marriot International, son bien recibidas por las personas. Es difícil observar en la entrada de los hoteles a turistas que no caminen con una sonrisa reflejada en el rostro.
Puerto Rico supo reconstruirse y abrir sus puertas nuevamente para que los visitantes puedan llegar y disfrutar de un destino con sabor latino. Los habitantes, en el voz a voz y bajo el sol de mediodía, recomiendan a los turistas no temer por el huracán sufrido en 2017. De todas formas, lo importante no es caer sino levantarse.
La facilidad para los colombianos es bastante porque hay un vuelo diario directo de aproximadamente dos horas.
