
El 20 de marzo de 2025, Bogotá fue escenario de un hallazgo macabro que conmocionó a la ciudad. En horas de la noche, un cuerpo fue encontrado en una bolsa plástica en pleno centro de la capital, específicamente en la intersección de la calle Primera con la Avenida Caracas, cerca del barrio San Bernardo. La víctima, un hombre de aproximadamente 25 años, presentaba signos evidentes de tortura y estaba amarrado de pies y manos, con una cuerda alrededor de su cuello.
Según testigos, un sujeto con una carreta fue quien dejó la bolsa con el cadáver, aparentando que se trataba de escombros. Aunque algunos guardas de seguridad le indicaron que no podía dejar basura en ese lugar, el hombre insistió en abandonar la bolsa, para luego alejarse caminando hacia el barrio San Bernardo. En un principio, las personas que se encontraban cerca del sitio pensaron que se trataba de desperdicios, pero al acercarse, se dieron cuenta de la aterradora realidad: el cuerpo de un hombre torturado y asesinado estaba allí, abandonado sin ningún remordimiento.
El descubrimiento de este cuerpo ocurre en medio de una creciente preocupación por la inseguridad en varias zonas de Bogotá, especialmente en el sector de San Bernardo, que ha sido escenario de varios hechos violentos en las últimas semanas. Este caso resalta la grave situación de criminalidad que afecta a los ciudadanos, quienes viven cada vez más preocupados por la falta de control en las calles.
Investigación en curso
Al recibir el reporte del hallazgo, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación se dirigió al lugar para realizar el levantamiento del cadáver y comenzar las investigaciones pertinentes. Aunque hasta el momento las autoridades no han revelado la identidad de la víctima, se han iniciado varios procedimientos para determinar las causas del crimen y dar con los responsables de tan atroz acto.
Este nuevo caso de violencia se suma a una serie de incidentes que han marcado el inicio de este 2025 en Bogotá, un año que parece haber comenzado con un notable aumento en la violencia y la criminalidad. La ciudad, especialmente en algunas de sus zonas más afectadas por la pobreza y la marginalidad, vive una sensación de inseguridad creciente, lo que genera preocupación entre los habitantes y las autoridades locales.
La zona de San Bernardo: un foco de violencia creciente
El hallazgo de este cuerpo se da en un contexto de creciente violencia en el barrio San Bernardo, una de las zonas más conflictivas de Bogotá. El 12 de marzo, este sector fue escenario de una explosión de granada que dejó tres personas muertas y diez heridas, lo que reavivó los temores sobre la escalada de violencia en la ciudad. Este tipo de incidentes son cada vez más frecuentes en el área, generando una sensación de impunidad entre los delincuentes y dejando a los residentes atrapados en una espiral de miedo y desesperación.
En los últimos meses, Bogotá ha sido testigo de un aumento en los ataques con explosivos, lo que ha dejado claro que los grupos criminales están adoptando tácticas más letales y destructivas. La granada lanzada el 12 de marzo en el barrio San Bernardo fue el tercer ataque de este tipo en menos de un mes, lo que ha puesto en alerta a las autoridades y a los ciudadanos.
La situación en la ciudad es alarmante, y los casos como el hallazgo de este cuerpo embolsado en el centro de Bogotá son solo la punta del iceberg de una problemática más amplia relacionada con la violencia urbana. A medida que los informes sobre la violencia en la ciudad se multiplican, la falta de medidas efectivas por parte de las autoridades genera incertidumbre entre la población.
Con el crecimiento de los actos violentos y el uso de armas y explosivos, los ciudadanos se sienten cada vez más vulnerables, mientras que las autoridades luchan por frenar el avance de la criminalidad.