La variabilidad climática que atraviesa Colombia mantiene en alerta a las autoridades nacionales, que han reforzado los sistemas de monitoreo y prevención frente al aumento de amenazas naturales como deslizamientos de tierra, incendios forestales e inundaciones. Según datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se espera que durante el tercer trimestre de 2025 —julio, agosto y septiembre— las lluvias se mantengan moderadas y cercanas a los promedios históricos, salvo en la región Caribe, donde los departamentos de La Guajira, Cesar, Magdalena y Atlántico podrían registrar precipitaciones por encima de lo normal. Por el contrario, en la Orinoquía y Amazonía se podrían presentar disminuciones de lluvias de entre 10 % y 30 %.
Ante este panorama, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el Ideam han advertido sobre distintos escenarios de riesgo, derivados de esta variabilidad climática que genera fenómenos simultáneos como lluvias intensas, heladas, fuertes vientos y altas temperaturas en distintas regiones del país. Este comportamiento obliga a reforzar el monitoreo permanente y adoptar medidas preventivas frente a potenciales emergencias.
En este contexto, Esri Colombia desarrolló el geoportal Pronóstico de Amenazas en Colombia, una herramienta de acceso público que actualiza diariamente información oficial sobre alertas por incendios, deslizamientos e inundaciones. Gracias a esta tecnología, actualmente se reportan 121 alertas rojas por deslizamientos de tierra, siendo Antioquia el departamento con más registros (26 alertas rojas y 28 naranjas). Le siguen Chocó con 23, Nariño con 16, Meta con 14, Cauca con 7 y Cundinamarca con 5.
A su vez, se han identificado 53 alertas rojas por amenazas hidrológicas, concentradas en gran medida en la zona hidrográfica del Caribe. Entre los puntos críticos destacan los arroyos directos al Caribe Norte y Sur, la Ciénaga de La Virgen, el río Bajo San Jorge, el río Cacerí, el río Tigüí, el río Sogamoso, el río Alto San Jorge y el río Alto Lebrija.
Aunque a finales de 2024 la UNGRD emitió la Circular 094 con lineamientos para preparar al país ante estas condiciones, el uso de herramientas tecnológicas es considerado fundamental para mejorar la prevención y respuesta ante desastres. “La tecnología que usa el IDEAM para generar mapas georreferenciados les permiten conocer cómo se comportan las temperaturas en el país, las precipitaciones y las diferentes amenazas”, explicó Vanessa Guzmán, gerente de sostenibilidad de Esri Colombia.
El uso de tecnologías geoespaciales permite a las autoridades tomar decisiones acertadas y oportunas, tanto en la fase preventiva como en la fase de respuesta. Por medio de la integración de datos satelitales, imágenes aéreas de drones, sensores remotos y modelaciones en dos dimensiones, es posible anticipar fenómenos como el Niño o la Niña, delimitar zonas vulnerables y planificar estrategias de mitigación.
“Antes del desastre, por medio de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) es posible anticiparse a los hechos, haciendo uso de modelaciones bajo las condiciones que se puedan presentar. Es posible anticipar y delimitar zonas con mayor vulnerabilidad para idear estrategias específicas y reducir las potenciales afectaciones”, señala el documento.
Además, los SIG son herramientas clave para la gestión posterior a los eventos, ya que facilitan la identificación de necesidades en las zonas afectadas y permiten una inversión eficiente de recursos materiales, humanos y financieros.
Mapas interactivos en tiempo real como los que ofrece el geoportal de Esri Colombia son ahora indispensables para enfrentar distintos tipos de crisis: desde desastres naturales como terremotos e inundaciones, hasta emergencias humanitarias y fenómenos climáticos extremos.
“Los SIG proporcionan a los equipos de emergencia herramientas para identificar, analizar y comprender el paisaje. Cuando se inicia una situación de emergencia, los mapas proporcionan el conocimiento de la situación que los responsables de la toma de decisiones necesitan para salvar vidas y proteger las propiedades y el ecosistema”, concluye Guzmán.
Colombia se encuentra en un momento decisivo para reforzar su preparación ante los desafíos del clima. La información oportuna y la tecnología se convierten así en aliados estratégicos para enfrentar una temporada de riesgos múltiples.
