El atentado que dejó gravemente herido al senador Miguel Uribe Turbay ha tomado un nuevo rumbo en las investigaciones.
El presidente Gustavo Petro reveló este lunes una hipótesis inquietante: el ataque podría haber sido ordenado por estructuras mafiosas con presencia internacional, un señalamiento que eleva el caso a un nivel de complejidad y alcance mucho mayor del que inicialmente se pensaba.
En declaraciones dadas durante una sesión de la Comisión de Seguimiento Electoral en la Casa de Nariño, el jefe de Estado aseguró que altos dirigentes de la oposición, así como organismos de inteligencia del propio Gobierno, han recibido información que apunta a una “mafia con asiento internacional” como autora intelectual del atentado ocurrido el pasado fin de semana en el barrio Modelia, occidente de Bogotá.
“Hasta ahora y solo como hipótesis, pero con indicios muy fuertes que han llegado a dirigentes muy altos de la oposición y a nosotros, es que el autor del atentado sería la mafia con asiento internacional”, declaró el presidente Petro.
El atentado, que dejó a Uribe Turbay en estado crítico y recluido en la Clínica Fundación Santa Fe, ha generado una ola de solidaridad, pero también de presión sobre las autoridades para esclarecer lo sucedido.
El senador, figura clave del Centro Democrático y férreo opositor del actual gobierno, recibió varios disparos cuando se desplazaba en su vehículo oficial.
Un sicario, un video y una confesión por dinero
Uno de los elementos más reveladores de las últimas horas ha sido un video que muestra al presunto sicario minutos antes del ataque. En el metraje se observa al hombre siguiendo la trayectoria del vehículo de Uribe. Según testigos y registros de audio, tras ser capturado por la Policía, el atacante gritó: “Lo hice por plata y por mi familia”, una declaración que refuerza la hipótesis de que fue contratado por una red delictiva con recursos suficientes para pagar por un atentado de este calibre.
Sin embargo, el presidente Petro puso en duda la capacidad de las autoridades actuales para llegar al fondo del caso, al señalar una posible infiltración en la Policía Nacional. El mandatario fue más allá y afirmó que hay evidencia de que funcionarios públicos están cooperando con lo que él denominó “la Junta del Narcotráfico en Bogotá”.
Petro también encendió las alarmas al advertir que este atentado podría estar vinculado a operaciones más amplias de desestabilización. Según dijo, agentes de inteligencia extranjeros habrían estado presentes en una reciente reunión en Panamá, lo que sugiere que potencias foráneas o actores transnacionales podrían estar interviniendo en asuntos internos de seguridad.
“Hay alguien que está tratando de aprovechar la situación para sacar provecho del desorden; ese actor busca dividir al país y debilitar todavía más la credibilidad del Estado”, afirmó el presidente.
Estas declaraciones se dan en un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones y de agudización de la polarización política. La hipótesis de una mafia internacional, combinada con posibles infiltraciones en cuerpos de seguridad, complica aún más la búsqueda de justicia en un caso que ya ha conmocionado al país.
¿Atentado aislado o parte de una escalada?
Una de las principales preocupaciones expresadas por el Ejecutivo es que el ataque contra Miguel Uribe no sea un hecho aislado. La posibilidad de una cadena de atentados selectivos o una estrategia más amplia para desestabilizar el país está sobre la mesa. Petro advirtió que si no se toman medidas urgentes, tanto para reforzar la seguridad como para sanear las instituciones, Colombia podría enfrentar una nueva ola de violencia política.
