
El paro arrocero en Colombia, iniciado el 3 de marzo de 2025, ha escalado significativamente en los últimos días, afectando a múltiples regiones del país. Los productores de arroz de departamentos como Tolima, Huila, Sucre y Meta han decidido cesar actividades en protesta por los bajos precios de compra de la cosecha, la sobreoferta del grano y las importaciones masivas desde Estados Unidos y Ecuador.
Las movilizaciones han incluido bloqueos en vías principales, generando preocupación por el desabastecimiento en algunas zonas. Los puntos de concentración se han ubicado en municipios como Espinal, Guamo, Saldaña, Purificación y Prado en Tolima; Villavieja y Campoalegre en Huila; y San Marcos en la Mojana Sucreña.
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Los arroceros exigen un ajuste inmediato en los precios del arroz en cáscara, que actualmente se paga a $185.000 por carga de 125 kg, monto que no cubre los costos de producción. Solicitan un precio mínimo de $220.000 por carga para garantizar la rentabilidad del sector. Además, demandan alivios en las deudas, protección frente a los tratados de libre comercio y revisión de cobros por agua y seguridad social.
A pesar de que el 7 de marzo se anunció un principio de acuerdo entre los productores y el Gobierno Nacional, las negociaciones se estancaron el 8 de marzo cuando los arroceros del Tolima se levantaron de la mesa al no ser recibidos por el presidente Gustavo Petro. El viceministro de Desarrollo Rural, José Quiroga, indicó que las conversaciones se retomarán el lunes 10 de marzo para definir una ruta integral que solucione el problema.
La situación sigue siendo crítica, con miles de campesinos afectados y la economía de las regiones productoras en riesgo. Se espera que las partes involucradas lleguen a un acuerdo que garantice la sostenibilidad del sector arrocero y evite mayores afectaciones al país.