Con la cara sombría y la mirada fija en el público que lo alentó por más de seis años, Roman Reigns se despidió de WWE. El samoano, que era el portador de la presea Universal, dijo adiós a la industria para poder superar al rival más difícil de su vida: la leucemia.
El peleador afirmó que desde los once años ha padecido de leucemia y que a pesar de haber batallado toda su vida contra esta enfermedad, regresó y por eso no tiene el alta médica para continuar en el cuadrilátero. Reigns dejó su cinturón en el ring y se despidió de los seguidores. "No es un adiós. Es un hasta pronto", dijo.
Los seguidores mostraron su apoyo a Roman en redes sociales para que no se sintiera solo. Muchos dijeron que lo esperarán en un futuro para que volviera a luchar y recuperar el título que dejó vacante.
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Sus compañeros de The Shield, Dean Ambrose y Seth Rollins, quienes han sido sus acompañantes más cercanos dentro y fuera del ring, lo despidieron con un abrazo. Incluso se pudo ver como Rollins rompió en llanto dentro de los camerinos.
NOTICIA MUY JODIDA.
Roman Reigns se retira de la WWE. Fue detectado con Leucemia. Se viene la lucha más importante de este guerrero y aquí estamos seguros que la va a vencer. VAMOOOOS CARAJO. pic.twitter.com/TBzOXEc3l6 — Neto Bonilla (@NetoBonilla69) 23 de octubre de 2018