Ronda Rousey llegó a WWE como la carta principal de la empresa para la temporada 2018. El año de la organización a nivel femenino está marcado por grandes planes que incluyen a la medallista olímpica y excampeona de UFC.
A la peleadora se le ha cuestionado si regresaría a la industria de artes marciales mixtas y, ante la cantidad de preguntas que recibió desde que firmó con otra organización, decidió terminar con la especulación.
"Estoy feliz en WWE y quiero estar bien aquí. No creo que regrese a UFC. Siempre hay ciclos que se deben cumplir", señaló Rousey.
Tal vez la decisión de Ronda no guste en los seguidores de la disciplina del octágono. Sin embargo, la trayectoria de la atleta es respetada por los los amantes del combate.
"Vine a la lucha libre porque siempre me ha gustado. Además demostré que puedo estar en varias disciplinas. Me caracterizo por aprender y ser mejor cada día", expresó.
En Wrestlemania 34 será el debut de la peleadora que hará pareja junto a Kurt Angle para enfrentar a Triple H y Stephanie McMahon.
Contratar a Rousey fue un mérito de la dirigencia de la empresa que logró cerrarla por 1.5 millones de dólares anuales, la atleta mejor paga en la industria del entretenimiento deportivo.
De ahora en adelante la peleadora estará en RAW, todos los lunes, y los eventos pegue por ver de la marca roja. Los seguidores con el paso de los meses esperan verla en un feudo por el título femenino que actualmente posee Alexa Bliss.
"Quiero ser campeona pero sé que debo ir paso a paso. Esto hasta ahora empieza", puntualizó.
