Es domingo y son las doce del mediodía en un restaurante típico de la ciudad de Bogotá, el sol brilla y se refleja en los ventanales y en la marquesina del patio. En una mesa se observa el sabor de unos ceviches del pacífico combinado con unos frescos camarones, bañados por un suero costeño acompañados por maíz con pedazos de aguacate.
En otra de las mesas hay unas crocantes empanadas vallunas rellenas de papa criolla y carne de cerdo molido, y en una de las esquinas del lugar, uno de los meseros lleva una tabla con costillas de res ahumadas, servidas con chips de yuca y guacamole.
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Hace dos meses en los restaurantes tradicionales no se veían estos platos. ‘Cali Mío’ ahora, se reinventó luego de 45 años de estar en el mercado. El grupo CBC (Cali Mío, Brasa Roja y Cali Vea) amplió su oferta, con un menú que incluye platos de todas las regiones del país, sin dejar el típico sabor del pollo asado.
En diálogo con Kienyke.com, la gerente de mercadeo de CBC, María Mercedes Sabogal, confirmó que la compañía decidió reinventarse por completo y abrió el local número 15 en Bogotá, ubicado en la Cra 15 #108 en el norte de la capital, con el nombre de ‘Cali mío Fresca Tradición’.
“Esta es la reinterpretación de una marca que es querida por los colombianos y ofrece una nueva alternativa de comida sin dejar al lado lo tradicional del pollo asado, quisimos ponerle 'fresco' porque trabajamos con ingredientes naturales y continuamos con las recetas colombianas”.
En el nuevo menú se pueden observar platos de la región caribe, andina, orinoquía y pacífica, “Podemos pasar de consumir una tradicional lulada del Valle hasta una deliciosa fritanga cundiboyacense, o una pechuga bañada en salsa de uvas y café”, dijo Sabogal.
María Mercedes comentó que la idea de ‘Fresca Tradición’ es que los comensales sientan que los platos están hechos en casa y que digan: “Esa sopa me sabe igual a la que me servía mi abuela en su casa o esa cazuela de fríjoles me la hacía mi mamá, queremos que sientan el sabor de hogar”.
El restaurante Cali mío Fresca Tradición está compuesto por cuatro ambientes, el comedor, una amplia sala con cojines artesanales, el gran patio trasero de las casas antiguas, y un estudio. En próximos locales se tendrá un quinto ambiente especial para los más pequeños. Por el momento para los niños se tienen unos individuales para colorear y conocer los animales colombianos que están en vía de extinción.
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Este mismo lugar está ambientado con fotografías representativas de todo el país, desde la panorámica de Bogotá hasta el Valle del Cócora en Quindío, con varios alimentos como la papa, el plátano y el aguacate.
En total unas 30 mesas de madera fueron ubicadas estratégicamente en cada uno de los lugares del restaurante, mezclados con los tradicionales colores de la marca: naranja, rojo y amarillo, combinado con unos esquineros blancos y unas lámparas que cuelgan desde el techo, que lucen muy bien con el piso gallineto del patio. No podía faltar la cocina que siempre está vigilante frente a los comensales, donde se puede oler unos patacones, un arroz con coco y un fresco jugo de mora o de corozo.
“Muchas de las respuesta que nos dieron fue que Cali mío es sinónimo de casa, de hogar y se resumía en una sola palabra: Colombia”, manifestó María Mercedes, quien dijo que la gente quería ver en el restaurante pescado, fríjoles paisas, tamarindo y hasta las famosas arepa e’ huevo”.
Desde ese momento iniciaron el proceso de creación gastronómica con el chef ejecutivo del Grupo CBC.
“Nuestro chef ejecutivo durante cuatro a cinco meses aproximadamente realizo una completa investigación de la gastronomía colombiana y saco una lista de todos los platos típicos y tradicionales de nuestro país que podrían aplicar para el nuevo formato. Fuimos muy meticulosos y probamos alimentos que no habíamos tenido la oportunidad de saborear.”, señaló Sabogal.
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La inversión para la apertura de este nuevo restaurante fue de 750 millones de pesos. “Este nuevo concepto ha gustado mucho en el sector, nuestra cobertura en domicilio va desde la 127 hasta la calle 100, y en unos meses se pretende que los otros locales que tiene Cali mío en Bogotá cuenten con esta nueva propuesta”.
En este nuevo restaurante también pensaron en la música pero no se escuchará electrónica o algún ritmo anglosajón, solo música colombiana, así que mientras los clientes disfrutan una chuleta, una posta costeña, una milanesa o el tradicional pollo, escucharán música de ChocQuibTown, Carlos Vives, Shakira, Monsieur Perine entre otros.
“También somos el único restaurante que implementamos postres con helado de paila tradicionales de Nariño y una coctelería para acompañar todo tipo de plato, por ejemplo tenemos el ‘Arrechon Sour’, el coctel que tiene vinche del pacifico, así mismo el ‘Pasión Frutal Soul’ que contiene aguardiente mezclado con las frutas exóticas del país”.
Las otras marcas como Cali vea y Brasa Roja también se están reinventando, en Brasa Roja los platos son 'Sabores del Mundo', y Cali Vea se reinventó en la frescura de la sultana del Valle, la sabrosura y los colores de Cali.
Así que al pasar por un Cali mío 'Fresca Tradición' no piense solamente en el olor del pollo, la papa y la gaseosa, ahora la oferta se amplió y podrá disfrutar de los diferentes platos gastronómicos que le ofrecerán en este agradable lugar.
En el nuevo menú se pueden observar platos de la región caribe, andina, orinoquía y pacífica, “Podemos pasar de consumir una tradicional lulada del Valle hasta una deliciosa fritanga cundiboyacense, o una pechuga bañada en salsa de uvas y café”, dijo Sabogal.
María Mercedes comentó que la idea de ‘Fresca Tradición’ es que los comensales sientan que los platos están hechos en casa y que digan: “Esa sopa me sabe igual a la que me servía mi abuela en su casa o esa cazuela de fríjoles me la hacía mi mamá, queremos que sientan el sabor de hogar”.
El restaurante Cali mío Fresca Tradición está compuesto por cuatro ambientes, el comedor, una amplia sala con cojines artesanales, el gran patio trasero de las casas antiguas, y un estudio. En próximos locales se tendrá un quinto ambiente especial para los más pequeños. Por el momento para los niños se tienen unos individuales para colorear y conocer los animales colombianos que están en vía de extinción.
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Este mismo lugar está ambientado con fotografías representativas de todo el país, desde la panorámica de Bogotá hasta el Valle del Cócora en Quindío, con varios alimentos como la papa, el plátano y el aguacate.
En total unas 30 mesas de madera fueron ubicadas estratégicamente en cada uno de los lugares del restaurante, mezclados con los tradicionales colores de la marca: naranja, rojo y amarillo, combinado con unos esquineros blancos y unas lámparas que cuelgan desde el techo, que lucen muy bien con el piso gallineto del patio. No podía faltar la cocina que siempre está vigilante frente a los comensales, donde se puede oler unos patacones, un arroz con coco y un fresco jugo de mora o de corozo.
¿Cómo fue el proceso de creación de Cali mío?
La reinvención de la marca duró cerca de dos años, la tarea no fue fácil pero se gozó según dijo Sabogal, porque después de cuatro meses de consumir la gastronomía de todo el país, le tocó hacer dieta a más de uno. El equipo de mercadeo con una empresa de investigación de mercados visitó los 14 locales que tienen en Bogotá, y después de que cada cliente almorzara le preguntaban a cada uno qué era lo que más le gustaba del restaurante y qué nuevos platos querían ver en la mesa.
“Muchas de las respuesta que nos dieron fue que Cali mío es sinónimo de casa, de hogar y se resumía en una sola palabra: Colombia”, manifestó María Mercedes, quien dijo que la gente quería ver en el restaurante pescado, fríjoles paisas, tamarindo y hasta las famosas arepa e’ huevo”.
Desde ese momento iniciaron el proceso de creación gastronómica con el chef ejecutivo del Grupo CBC.
“Nuestro chef ejecutivo durante cuatro a cinco meses aproximadamente realizo una completa investigación de la gastronomía colombiana y saco una lista de todos los platos típicos y tradicionales de nuestro país que podrían aplicar para el nuevo formato. Fuimos muy meticulosos y probamos alimentos que no habíamos tenido la oportunidad de saborear.”, señaló Sabogal.
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La inversión para la apertura de este nuevo restaurante fue de 750 millones de pesos. “Este nuevo concepto ha gustado mucho en el sector, nuestra cobertura en domicilio va desde la 127 hasta la calle 100, y en unos meses se pretende que los otros locales que tiene Cali mío en Bogotá cuenten con esta nueva propuesta”.
En este nuevo restaurante también pensaron en la música pero no se escuchará electrónica o algún ritmo anglosajón, solo música colombiana, así que mientras los clientes disfrutan una chuleta, una posta costeña, una milanesa o el tradicional pollo, escucharán música de ChocQuibTown, Carlos Vives, Shakira, Monsieur Perine entre otros.
“También somos el único restaurante que implementamos postres con helado de paila tradicionales de Nariño y una coctelería para acompañar todo tipo de plato, por ejemplo tenemos el ‘Arrechon Sour’, el coctel que tiene vinche del pacifico, así mismo el ‘Pasión Frutal Soul’ que contiene aguardiente mezclado con las frutas exóticas del país”.
Las otras marcas como Cali vea y Brasa Roja también se están reinventando, en Brasa Roja los platos son 'Sabores del Mundo', y Cali Vea se reinventó en la frescura de la sultana del Valle, la sabrosura y los colores de Cali.
Así que al pasar por un Cali mío 'Fresca Tradición' no piense solamente en el olor del pollo, la papa y la gaseosa, ahora la oferta se amplió y podrá disfrutar de los diferentes platos gastronómicos que le ofrecerán en este agradable lugar.
