En el día mundial del empredimiento, 16 de abril, KienyKe.com resalta a los emprendedores de Colombia que se sumaron a esta ola y con sus ideas están cambiando al país y al mundo. Conozca 10 emprendimientos 'made in Colombia'.
José Fernando Vélez, un Economista, con maestría en Sistemas de la Universidad de los Andes de Bogotá y de su amigo Martin Schrimpff, un Ingeniero Mecánico de la Universidad de Edimburgo en Escocia crearon la firma colombiana líder de comercio electrónico.
Hoy en día es la más grande de América Latina, con presencia en 7 países, más de 130.000 clientes y cerca de 70 medios de pago asociados. Juntos tuvieron la visión, el emprendimiento y el tesón para crear un proyecto de comercio electrónico, innovador y arriesgado para aquel entonces en Colombia.
Claramente la empresa del bigote naranja es la líder en emprendimientos colombianos, además es considerado como la empresa unicornio en Colombia. La compañía superó la marca de los US$1.000 millones durante su proceso de levantamiento de capital.
Una de las aplicaciones que está revolucionando el mercado empresarial es Mensajeros Urbanos, una idea que nació en un Startup Weekend, un fin de semana en el que los emprendedores tienen la oportunidad de generar nuevas ideas relacionarse con potenciales inversores y clientes; y que hoy es una realidad.
Este servicio de mensajería dedicado a las empresas ofrece más de 2.500 mensajeros que recorren la ciudad para hacer envíos, diligencias, encomiendas y domicilios, con el fin de que “sus clientes no tengan que sobrellevar los gastos operativos de contratar a un mensajero”.
Alfredo Hoyos Mazuera comenzó a trabajar en el sector avícola desde los 17 años en la granja que su padre tenía cerca de Pereira, no fue a la universidad, pero le bastaron algunos cursos para crear su emporio: Frisby.
La empresa nació hace 36 años y antes de ser conocida como un restaurante de pollo frito era una pequeña pizzería y heladería ubicada en Pereira, administrada por Hoyos, que estudió patología aviar en Estados Unidos, y su segunda esposa, la señora Liliana Restrepo.
Este hombre le apostó hace más de 15 años a la propiedad intelectual, convirtió un asadero de tantos que hay en Colombia, en el más conocido del país.
Otro visionario colombiano fue Yonatán Bursztyn, él quería crear su propia empresa desde que era un universitario. Tenía el nombre claro: Totto, en honor al grupo de rock Toto. Decidió entrar a un banco para buscar una empresa que estuviera en quiebra. Se enteró de que la marroquinería Bonreal, que para 1987 contaba con cuarenta empleados, estaba en bancarrota y con un año retrasos en pagos de los sueldos de sus empleados.
Un viaje a Milán definió el rumbo de su empresa. Allí Jonathan conoció la lona, un material que le servía para llegar a varios públicos, incluyendo niños. Con esa idea comenzó a trabajar en los maletines hechos de lona.
Pagosonline
José Fernando Vélez, un Economista, con maestría en Sistemas de la Universidad de los Andes de Bogotá y de su amigo Martin Schrimpff, un Ingeniero Mecánico de la Universidad de Edimburgo en Escocia crearon la firma colombiana líder de comercio electrónico.
Hoy en día es la más grande de América Latina, con presencia en 7 países, más de 130.000 clientes y cerca de 70 medios de pago asociados. Juntos tuvieron la visión, el emprendimiento y el tesón para crear un proyecto de comercio electrónico, innovador y arriesgado para aquel entonces en Colombia.
Rappi
Mensajeros Urbanos
Una de las aplicaciones que está revolucionando el mercado empresarial es Mensajeros Urbanos, una idea que nació en un Startup Weekend, un fin de semana en el que los emprendedores tienen la oportunidad de generar nuevas ideas relacionarse con potenciales inversores y clientes; y que hoy es una realidad.
Este servicio de mensajería dedicado a las empresas ofrece más de 2.500 mensajeros que recorren la ciudad para hacer envíos, diligencias, encomiendas y domicilios, con el fin de que “sus clientes no tengan que sobrellevar los gastos operativos de contratar a un mensajero”.
Frisby
Alfredo Hoyos Mazuera comenzó a trabajar en el sector avícola desde los 17 años en la granja que su padre tenía cerca de Pereira, no fue a la universidad, pero le bastaron algunos cursos para crear su emporio: Frisby.
La empresa nació hace 36 años y antes de ser conocida como un restaurante de pollo frito era una pequeña pizzería y heladería ubicada en Pereira, administrada por Hoyos, que estudió patología aviar en Estados Unidos, y su segunda esposa, la señora Liliana Restrepo.
Este hombre le apostó hace más de 15 años a la propiedad intelectual, convirtió un asadero de tantos que hay en Colombia, en el más conocido del país.
Totto
Otro visionario colombiano fue Yonatán Bursztyn, él quería crear su propia empresa desde que era un universitario. Tenía el nombre claro: Totto, en honor al grupo de rock Toto. Decidió entrar a un banco para buscar una empresa que estuviera en quiebra. Se enteró de que la marroquinería Bonreal, que para 1987 contaba con cuarenta empleados, estaba en bancarrota y con un año retrasos en pagos de los sueldos de sus empleados.
Un viaje a Milán definió el rumbo de su empresa. Allí Jonathan conoció la lona, un material que le servía para llegar a varios públicos, incluyendo niños. Con esa idea comenzó a trabajar en los maletines hechos de lona.
