Tal vez el destino de Carlos Mario Estrada estaba en las canchas de fútbol. Hijo de un exministro de Estado, educado en los mejores sitios de Medellín y dueño de un futuro prometedor, el hoy director de Comfenalco Antioquia tuvo que elegir entre continuar jugando en las divisiones inferiores del Atlético Nacional o hacer una carrera en la universidad.
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Su papá, Armando Estrada, se lo sentenció así: “O es el fútbol o es Eafit”.
Su opción fue la segunda. Entonces renunció a ser compañero de la generación de Norberto Peluffo en el Atlético Nacional y pasó a ser alto ejecutivo de Movistar, Edatel y EPM, entre otras.
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En varios de los cargos que ha desempeñado ha tenido que asumir retos difíciles. Cuando estuvo en Edatel la salvó de la quiebra. Algo parecido hizo cuando asumió la dirección de Comfenalco Antioquia. Por eso sus amigos dicen que cuando hay un chicharrón, al que tienen que llamar es a Carlos Mario Estrada.
Es un hombre de baja estatura, atildado, hablador, extrovertido (es el primero en llegar a la fiesta y el último en irse, dice él mismo). Además de cultivar una carrera en el sector privado le gusta la política.
“Por la casa, por la finca de mi papá ha desfilado la clase política de Antioquia y del país. La política es un tema recurrente en mi familia.”
Fue candidato a la gobernación de su departamento. Como líder de Comfenalco Antioquia tiene claro el mapa político y económico del país. Por eso, para el 2015, dice que lo mejor que pueden hacer Colombia y la caja de compensación que dirige es “pagar deudas”.
El año entrante, en su concepto, será “un año diferente”, con un “panorama externo enrarecido” por la desaceleración china, la recuperación estadounidense, la crisis en Venezuela. Cree que será necesaria otra reforma tributaria en 2015 (está en desacuerdo con la de este año impulsada por el gobierno). Por todo lo anterior, considera que la oportunidad para Colombia está en su mercado interno.
¿Su balance en estos dos años al frente de Comfenalco Antioquia?
Ha sido un reto muy interesante. Soy consciente de que hemos tomado medidas muy drásticas, dolorosas, impopulares (pasamos de tener 3.600 colaboradores y hoy son 1.400, eso es muy duro.), pero necesarias para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la organización.
Cuando llegué me di cuenta que la crisis era más profunda de lo que imaginaba. Si hubiéramos seguido perdiendo esos 15 mil millones de pesos, Comfenalco no hubiera llegado a diciembre de 2012.
Comfenalco está viendo la luz al final del túnel, pero sigue en el túnel. En los dos próximos años la entidad no se puede equivocar; las alianzas que hagamos tienen que crear valor.
Logramos estabilizar la compañía. Ahora estamos en un proceso de repensar la organización. Es una institución muy querida por todos los estamentos de la sociedad paisa; beneficia a 800 mil antioqueños, tiene 57 años de historia, es la sexta caja de compensación más importante del país.
Es una entidad que procura mantener un sano equilibrio entre el impacto social y la racionalidad económica.
Usted decidió que Comfenalco renunciara a su enfoque en salud y pasara a otro énfasis. ¿Por qué lo hizo? ¿En qué consiste ese enfoque?
En los primeros años la salud fue rentable para esta organización, pero en los últimos años la salud le costó a Comfenalco Antioquia 120 millones de dólares. Pero póngase en el papel de un director que le dice a una organización que ha manejado el tema de la salud que por ahí no es el camino, que la empresa va a colapsar, eso en la cultura organizacional genera resquemores, resentimiento.
Afortunadamente ahora los números demuestran que esa fue la mejor decisión. Otras cajas y EPS del país están analizando el proceso que ha vivido Comfenalco Antioquia en los últimos años para mirar si toman las mismas decisiones.
La junta directiva estuvo de acuerdo con mi decisión y la respaldó. Dijeron: si hay que sacrificar el área de la salud para salvar la caja, proceda doctor Estrada.
El modelo de salud en Colombia fracasó. Un modelo de salud no puede cubrir todo porque se quiebra. Vía tutelas se desfinanció el modelo de salud. Los colombianos nos tenemos que sincerar y definir cuáles son las coberturas y beneficios a los que tenemos derecho.
Se ha abusado de la salud. Los usuarios han abusado de la salud, los laboratorios han abusado, los medicamentos han causado un impacto enorme, cualquier medicamento en Ecuador vale una tercera parte de lo que vale en Colombia. Para mí el sistema está colapsado, si se le hiciera un testeo financiero a las EPS e IPS del país le aseguro que el 80 o 90 está desfinanciado.
Por eso tomamos la decisión en Comfenalco Antioquia de focalizarnos en vivienda que es otra necesidad social muy sentida por los antioqueños. Nosotros no entregamos tejas y ladrillo, nosotros acompañamos a las familias. Las acompañamos desde que deja el tugurio y habita un hogar.
Trabajamos en la educación, basada en la virtualidad, la tecnología como medio y no como fin, para llevar el conocimiento a un departamento tan grande como Antioquia.
¿Cuáles son las perspectivas en vivienda, el nuevo enfoque de la caja?
Queremos ser la caja aliada de los municipios antioqueños en la construcción de vivienda, estamos gestionando 12 mil soluciones habitacionales en el departamento.
Hay un déficit de vivienda cualitativo y cuantitativo en Antioquía, estamos haciendo sinergia con alcaldes, 'Viva' (área de vivienda de Antioquia), Ministerio de Vivienda y Cemex para subsanarlo.
¿Cómo encontrar el equilibrio entre lo social y la racionalidad financiera?
Optimizar el gasto, definir prioridades, que sepamos dónde los recursos van a tener mayor impacto. Son decisiones colectivas al interior del equipo para definir la racionalidad financiera y el equilibrio social. A veces es una discusión interna acalorada, pero queda en el comité de dirección; puertas afuera debe haber unidad de grupo. Nadie puede salir dividido de una discusión de esas.
Descríbanos la forma en que la caja llega a algunos de sus beneficiarios
Un inversionista canadiense que estuvo en Medellín, cuando vio nuestro hotel, dijo que es uno de cinco estrellas. Me propuso ponerle un administrador privado. Preguntó cuánto valía una noche en el hotel, cuando le dije que un beneficiado pagaba unos 60 mil pesos, me dijo que estábamos perdiendo plata. Propuso poner la noche a 500 dólares. Él no entendía que un trabajador no tendría los 500 dólares para pagar una noche en un hotel de estos y que aquí por 60 mil pesos un trabajador tiene un hotel de cinco estrellas. Me preguntó si estábamos perdiendo plata, le dije que no, porque aquí subsidiábamos.
Algo que me ha enriquecido mucho al pasar por esta caja de compensación es darme cuenta de la importancia de las cajas. Cuando era empresario me preguntaba cuál era el beneficio de ese cuatro por ciento. Para mí significaba un esfuerzo muy grande. Ahora creo que nos ha faltado divulgar más los beneficios y el aporte social de las cajas de compensación que le generan beneficios a siete millones de afiliados, que con sus familias suman unos 14 o 15 millones de personas. El subsidio familiar es irremplazable.
Denos ejemplos en otras áreas
Nuestros centros de atención a los niños son mejores que los del poblado. A los niños de los centros de Comfenalco no les gusta salir de vacaciones porque les falta la comida. Cuando llegué a la dirección, ellos salían en noviembre 15, dije: hagamos un esfuerzo financiero, esa es la racionalidad con impacto social, ahora salen en diciembre.
En cuanto a la lectura, somos líderes en lectura en el país. Tenemos unas 20 bibliotecas en el departamento. La biblioteca Débora Arango es una de las mejores del departamento y la nación. Me siento complacido de manejar las bibliotecas porque son sitios de inclusión social, allí todos somos iguales.
En la Comuna 13, cuando llegué, se estaba deteriorando de manera acelerado el clima de seguridad. En un momento dado tomé la decisión de cerrar la biblioteca porque los pelaos de los combos estaban entrando a los baños a intercambiar armas; en cualquier momento podían entrar y matar a los niños, a la gente.
Cuando dije que la iba cerrar me llaman de varios de los despachos de la alcaldía y me dicen que esa decisión no se podía tomar. Les dije que necesitaba que me garantizaran la seguridad de los empleados de Comfenalco Antioquia. Grupos artísticos y sociales de la Comuna 13 me pidieron no cerrarla, me recordaron lo importante que era para la sociedad. Les dije que necesitaba un compromiso de que no se iba a volver a presentar una situación como la que se estaba presentando. Me la dieron. Me invitaron un domingo a subir, y me impactó ver a unas 500 mamás de la comunidad cogidas de la mano rodeando la biblioteca. Dije ¿qué más compromiso de la comunidad voy a pedir?
Además beneficiamos a 42 mil ancianos que también disfrutan de los cuatro parques y los cinco hoteles que operamos en Antioquia.
Antes la sociedad y el Estado le dejaron a la juventud la ventana de la ilegalidad. Ahora, desde Comfenalco Antioquia, le estamos diciendo a esos jóvenes: hay otra opción de vida, hay otra forma de desarrollarse como personas, usted puede ser músico, artistas, cantante, fotógrafo profesional, director de cine. La ventana de la ilegalidad sigue existiendo pero le ofrecemos otra opción.
¿Cómo ve el papel de las cajas de compensación en el posconflicto?
Las políticas sociales del Estado buscan a Comfenalco porque tenemos la experticia. En el posconflicto visualizo a Comfenalco como el brazo operativo del Estado. Nosotros conocemos la idiosincrasia de las regiones.
El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, nos entrega Montes Claro, que es el proyecto de vivienda más grande derivado de la crisis invernal. Allí trabajamos el gobierno nacional, gobernación de Antioquia, área metropolitana, municipio de Medellín y Comfenalco como el gran gerente de ese proyecto.
No fue fácil conciliar el proceso, hay celos, intereses, pero la alcaldía de Bello nos dejó trabajar libremente en la selección de los beneficiados. Pero cuando uno entrega la casa a las mamás y a los niños, a los desplazados por la violencia uno siete que todo ese esfuerzo valió la pena.
¿Cómo estimula el trabajo entre su equipo?
Fomento la discusión, la dialéctica en los comités de dirección. Les digo: argumente esa idea, defienda esa idea. Puedo ser muy duro, pero nunca paso por encima del respeto al ser humano. Exijo mucho: lee bien el manual, analiza bien el tema.
¿Le sigue interesando la política?
Es un tema muy cercano a mi familia, conozco ese mundo, me gusta. Pero ahora estoy concentrado en concretar el proyecto en Comfenalco Antioquia. No voy a participar en las próximas elecciones regionales.
¿Qué hay detrás del hombre de empresa?
Como soy tan apasionado en todo lo que hago, a veces descuido la familia, a los amigos, llego tarde a algunos compromisos porque quiero atenderlos todos. Un aspecto a mejorar en mí es la administración del tiempo.
Empiezo jornadas a las 5.30 de la mañana. Me encanta el gimnasio, el spá, si no voy me reviento. Siempre pienso en positivo, el único que no se puede deprimir aquí soy yo. Hago mucha meditación. Me encanta el fútbol, en mi casa vamos a todos los partidos del Atlético Nacional.
¿Por qué siempre acepta cargos tan difíciles?
Lo disfruto porque me obliga a exigirme como profesional. Me obliga a trabajar 12 horas diarias, me obliga a alinear equipos, me obliga a tomar decisiones drásticas, extrañaría el momento en que me toque dejar de trabajar en empresas difíciles con complejidades administrativas o financieras.
Un ejecutivo es quien toma decisiones, e independientemente de la decisión tiene el carácter para mantenerse en ella. Un ejecutivo no se puede paniquiar, el único que no se puede desmotivar aquí soy yo, el día que a mí me dé la depre le da la depre a la organización.
¿Cómo describiría a sus equipos de trabajo?
Con esta frase: “Cuando el jefe brilla es porque el equipo resplandece”, nadie puede sacar adelante una empresa solo. Por eso a donde voy siempre me llevo a diez o doce personas que son mi cuadrilla.
“Cuando haya un chicharrón busquen a Carlos Mario Estrada”
Lun, 08/12/2014 - 10:03
Tal vez el destino de Carlos Mario Estrada estaba en las canchas de fútbol. Hijo de un exministro de Estado, educado en los mejores sitios de Medellín y dueño de un futuro prometed