El economista Eduardo Sarmiento critica de manera fuerte el impuesto al patrimonio que pretende el gobierno y sostiene que es la respuesta al fracaso de la última reforma tributaria, “que le bajó los impuestos al capital y se los trató de elevar al trabajo y eso no funcionó. Al final tuvimos una caída en los impuestos a la renta que dejaron desfinanciado el presupuesto nacional”.
Ahora -explica- trata de compensar con un impuesto al patrimonio que recae más en los grupos medios que en los grupos altos, y seguiremos en lo mismo.
“La reforma tributaria fracasó porque la baja de los impuestos al capital no compensaron el alza de los impuestos al trabajo, de manera que el presupuesto nacional quedó desfinanciado en más de 15 billones de pesos.
Ahora ese error se trata de corregir elevando el impuesto al patrimonio a la mayoría de los colombianos, pero el peso recae en mayor grado a los patrimonios de los grupos medios y no a los grupos de grandes capitales”.
Y prosigue su análisis:
Si usted mira qué pasó en la pasada reforma usted tiene que los recaudos por el impuesto a la renta bajaron considerablemente, y eso se compensó en buena medida con los impuestos a las ventas que subieron. Bajaron los impuestos al capital y no fueron compensados con impuestos al trabajo y ese bache lo llenó parcialmente con una elevación del IVA, los impuestos indirectos, que lo pagan en la misma proporción los sectores pobres y los sectores altos, incluso más los pobres porque ese impuesto a las ventas está muy concentrado en productos de alta necesidad.
El ministro no lo dice, pero de nuevo vamos a tener que una buena parte de ese hueco fiscal se va a llenar con mayores gravámenes indirectos, con mayores gravámenes al impuesto a las ventas, al IVA, que recae en los grupos medios y en los grupos pobres, de manera que el Gobierno fracasa en esta reforma tributaria porque la hace muy regresiva y deja desfinanciado el Estado.
Es un poco el historial de una reforma que fracasa y que luego se trata de compensar con una estructura tributaria que de nuevo es regresiva porque no graba en mayor grado o con suficiente progresividad a los sectores de mayor capacidad patrimonial y vuelve hacia el impuesto a las ventas que de nuevo, insisto, recae fundamentalmente en los sectores menos pudientes de la sociedad.
¿Esta platica no es entonces para la paz sino para corregir los errores de la reforma tributaria?
La paz es la disculpa, porque lo de la paz lo sabían, el posconflicto lo conocían en la reforma tributaria anterior.
Entonces usted hace una reforma tributaria que fracasa, el error en los cálculos de los tributos es de más o menos entre 12 y 15 billones de pesos, de manera que esa reforma le baja los impuestos al capital y no lo alcanza a compensar con el impuesto al trabajo y con el impuesto a las ventas.
Lo que hay es disculpas. Estamos ante un ministro de Hacienda que fracasó estruendosamente en una reforma tributaria, y ahora está empeñado en hacer otra reforma tributaria para corregir esos errores, prácticamente incurriendo en las mismas fallas, como grabar más a los colombianos que pagan el impuesto a las ventas, y a los colombianos de ingresos medios.
Todo le resultó mal. Al final desfinanciamos al Estado y grabamos más a los grupos medios y a los grupos menos pudientes, y finalmente los grandes favorecidos fueron las rentas que tuvieron en la pasada reforma tributaria una baja del gravamen de 33 por ciento a 26 por ciento, es decir, casi ocho puntos del impuesto a la renta fue la disminución a las personas jurídicas.
Como ocurre en todas las actividades de la vida, cuando usted comete un error y luego trata de remediar ese error con las mismas personas lo que hace es acentuar los desaciertos.
¿En su concepto, cómo va la economía colombiana, que este gobierno destaca en el mundo?
La economía colombiana está mal, una economía que tiene el presupuesto desbalanceado en 15 billones de pesos está mal. Si usted mira el sector externo la situación es alarmante, la revaluación que se hizo durante el final de la administración Santos dejó al país totalmente desguarnecido.
En este momento el déficit de la balanza de pagos es de 4 por ciento, el más alto de América Latina, y eso, si no se subsana, va a llevarse por delante la economía. Y luego, el otro tema en que el Gobierno se precia de tener éxito es en materia de empleo, y ahí estamos muy mal, porque el país redujo el desempleo pero no aumentó el empleo, de manera que en este momento se están creando únicamente 300 mil empleos por año cuando lo normal eran 600 mil y en algún momento llegaron a ser un millón.
Si usted mira el sector fiscal, la balanza de pagos y el sector laboral que es donde están los elementos críticos de la economía, lo que ve es una situación deteriorada, tan grave como está ocurriendo en este momento con todos los países de América Latina: Brasil, Argentina, Chile, todos están muy mal.
Argentina en recesión desde hace varios meses, Brasil en recesión en los últimos dos meses y Chile entrando a esa situación, y el Estado de Colombia no es diferente porque usted tiene serias deficiencias en las estructuras fiscal, de balanza de pagos y laboral. Si eso está mal es porque el sistema va a entrar en algún momento en un estado de difícil retorno.
