
Los vallenatos son el hilo conductor en la vida de los habitantes de Valledupar. Rafael Escalona, Leandro Díaz y Alejo Duran se escuchan en los bafles de las casas desde la infancia y cada verso recuerda un momento de la vida, el primer amor, el primer despecho o la parranda vallenata dónde alguno de estos juglares hacía presencia.
Jacobo Solano es un artista colombiano que creció con esta tradición y la resignifica hoy con ‘Juglares pop art’ , un homenaje a las grandes voces de este género mediante el arte popular, una mezcla de fotografía, dibujo y aplicación de colores y formas mediante técnicas digitales.
— Cuando se vive a tres cuadras de la Plaza Alfonso López uno se convierte en testigo de la historia vallenata, en una época muy florida. Recuerdo mucho cuando se coronó Rey de Reyes, Colacho Mendoza y todos los desórdenes en la plaza; cuando el Cocha Molina, entrenaba en el patio de mi casa para presentarse en la tarima Francisco el Hombre, haciendo pareja con Iván Villazón en los 80. También a Rafael Escalona que frecuentaba mucho a su hermana Abigail nuestra vecina y me asomaba a ver las parrandas por el patio; en fin, son muchos recuerdos, pero uno me marcó mucho, un talento que ya falleció porque se identificaba mucho con mi postura, Hernando Marín, el poeta rebelde, un auténtico juglar que componía y cantaba con el alma.
Para Jacobo llevar a los juglares que conoció a lienzos coloridos acerca a las nuevas generaciones a estas voces.
Tiene un archivo fotográfico de los precursores del género y los cantantes contemporáneos y quería mostrarlos de una manera diferente. Para eso utiliza las imágenes con dibujo e ilustración vectorial.
Su propuesta ‘El Cacique de la Junta’ fue escogida por el Festival Vallenato en su edición 47 como imagen oficial en homenaje a Diomedes Díaz.
— Mi mamá me cuenta que Diomedes Díaz, se quedaba en mi casa cuando viajábamos y ahí, él era apenas un muchacho, conoció a su primer acordeonero, Oscar Negrinis, quien era nuestro vecino, con quien se presentó en la categoría infantil. Pienso que es el artista popular más importante del país, el más grande, un ícono de primer orden cuyo talento, se constituyó en la referencia más importante del folclor vallenato y se lo ganó con talento, esfuerzo y tenacidad, sobrepasando obstáculos; surgido de un medio campesino. Sí, Diomedes era un ser humano con defectos y virtudes lleno de contradicciones; con tantos claroscuros que llegaron a lo excesivo, muchos años de éxitos pero también de desenfrenos, sus excentricidades, su enigmático carácter y su impactante historia. Muchas equivocaciones hicieron parte de su vida, pienso que incidió mucho su formación y que no estaba preparado para el éxito. Sin embargo era una buena persona que se entregó a sus seguidores, noble y humilde. Yo lo identifico mucho con otros grandes, Michael Jackson, Héctor Lavoe o Joe Arroyo.
Los juglares en la voz de Jacobo
Jacobo trabaja en dos exposiciones, una de pop art con enfoque social y otra sobre temática indígena. Ha publicado cuatro libros: La maldición de Fiorella Moratti (Novela), Juglares Contemporáneos I y II, el último, editado por el Ministerio de Cultura y prepara el lanzamiento de su nuevo libro, El sueño de la Bailarina.
En el marco del festival 2014, presentó Diomedes Pop Art, una recopilación de la historia de Diomedes Díaz. Cree que los versos de Leandro Díaz y Gustavo Gutiérrez son los más bellos de la música y la canción vallenata que más le gusta es El cantor de Fonseca de Carlos Huertas.
¿Qué significa Rafael Escalona en la cultura vallenata?
Rafael Escalona, indudablemente forjó una identidad en el vallenato, un narrador fantástico, con melodías puras y letras cargadas de sentimiento, cotidianidad y esa esencia del país vallenato; fue un maestro que adicionalmente supo incorporar el vallenato a las elites de Valledupar y luego al interior del país. Mi canción favorita de Escalona, es La Historia.
¿Y qué significa Emiliano Zuleta Baquero?
El Viejo Mile, era el juglar puro, formado en la parte alta de Villanueva, La Guajira, su talento fue tan grande que dio origen a una dinastía, los Zuleta, un patriarca que se encargó con su canto, sus composiciones y sus notas de transitar el umbral que solo está reservado para los grandes del vallenato.
¿Y Alejo Durán?
Alejo era un tipo excepcional y enigmático, no tomaba y se diferenciaba de los demás juglares por su estilo bajero y auténtico; con un talento descomunal que envolvía una parranda con un velo misterioso para que todos se dedicaran a escucharlo; como acordeonero, un grande y como compositor dejó piezas de la talla de Mi pedazo de acordeón, que rápidamente se convirtieron en clásicos.
¿Y Leandro Díaz?
El Eterno Juglar como lo bauticé. Me cantó varias de sus composiciones, entre ellas una muy linda, El pregonero. Recuerdo que cuando terminábamos la entrevista, en la terraza de su casa, escuchó cantar un pájaro y me dijo: esta noche va a llover, y cuando llegue a mi casa se soltó el aguacero. Como olvidarlo.Porque a pesar de su discapacidad, describió el mundo de forma magistral y con una alta dosis de poesía, con versos cortos y una melodía única, casi siempre inspirados en Dios, la mujer y la naturaleza. Nunca renegó de su ceguera, por el contrario, le sirvió para salir adelante, un gran ejemplo.
¿Conoció a algunos de estos maestros en vida, tiene alguna anécdota?
Claro, en Valledupar los niños crecemos con el vallenato y nuestros ídolos, en ese tiempo, eran los juglares pero nunca había logrado escucharlos hasta que subí con mis padres a El Plan, una pequeña vereda, ubicada en la serranía de Perijá en la finca del ex gobernador Pepe Castro, allí estaban todos reunidos, Leandro Díaz, Toño Salas, el viejo Emiliano, en fin, yo era un niño y fue algo maravilloso que guardaré por siempre en mi memoria.
¿Qué artistas de la nueva generación escucha hoy?
Pienso que el vallenato atraviesa una crisis en el canto y la composición, no se distingue el remplazo evidente a los grandes como Poncho Zuleta, Alfredo Gutiérrez, Jorge Oñate o Diomedes Díaz, que ya cumplieron. Viene una generación vacía, que piensa más en la fama y el dinero que en la pasión por hacer buen vallenato. los acordeoneros de hoy no sostienen una nota, solo piensan en digitar lo más rápido que se pueda. Escucho a Peter Manjarréz, al Mono Zabaleta, aunque su último disco no me gustó, a Jorgito Celedón y a Silvestre.
@FESVALLENATO
@JACOBOSOLANOC
Por @Lauquiceno





