
A un año de la muerte de Fabiola Emilia Posada, la ‘Gorda’ Fabiola, su esposo, Nelson Polanía, ‘Polilla’, habló sobre la relación que mantiene con los familiares de la humorista. La comediante falleció tras varios días hospitalizada por complicaciones de salud relacionadas con la diabetes y, finalmente, por una bacteria en el estómago.
Meses antes de su muerte, Fabiola confesó en una entrevista con Tropicana lo doloroso que le resultaba no poder reunir a su familia y a su esposo en la misma mesa. “Eso es lo que más me duele. Me pregunto: ‘¿me vas a dejar morir sin ver esto?’ Todo es muy difícil, un sueño que nunca se cumplió”, relató la humorista durante la conversación.
Tras su fallecimiento, Polilla tuvo un acercamiento con los hijos mayores de Fabiola, que parecía dejar atrás las diferencias. Pero con el tiempo, el comediante aclaró que ese vínculo no se mantuvo.
En diálogo con la revista Vea, Polilla explicó que no mantiene ningún contacto con la familia de su esposa, pero dejó claro que no guarda rencor. “Hoy día, yo no tengo ningún vínculo con su familia, ni tampoco tengo rencores, ni odio. Cada uno está viviendo su proceso diferente. Yo vivo el mío con mi hijo, mi familia y mis amigos. Les deseo lo mejor”, dijo.
El humorista también señaló que no busca forzar la relación: “De ahí a tener una relación y a crear un vínculo familiar, no existe una posibilidad ni lo quiero buscar. Cada uno está viviendo su vida como más le parece”.
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Así, a un año de su partida, la memoria de la ‘Gorda’ Fabiola sigue presente, pero las diferencias familiares siguen marcando distancia.
¿Por qué Polilla donó las pertenencias de La Gorda Fabiola?
A pocos meses de cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Fabiola Posada, conocida como la ‘Gorda’ Fabiola, su esposo, el humorista Nelson Polanía, llevó a cabo una iniciativa en honor a la comediante: la venta de parte del guardarropa de la artista. La actividad tuvo como objetivo recaudar fondos para la Fundación Fumdir, continuando así el legado solidario de la humorista.
La iniciativa, bautizada como “El Pulguero de La Gorda”, no solo permitió que sus seguidores adquirieran prendas, carteras y accesorios que pertenecieron a la querida humorista, sino que también se convirtió en un espacio de memoria y afecto. Entre abrazos, poemas y lágrimas, los asistentes compartieron anécdotas y recuerdos que confirmaron una vez más el inmenso cariño que el país sigue sintiendo por ella.
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“Gracias… no tengo palabras para agradecer a todas las personas que ayer se acercaron. Tantas expresiones de cariño que llenaron mi corazón de júbilo y mis ojos de lágrimas. Cada persona quería llevarse algo que representara la imagen de esa mujer que, en vida, solo supo servir, sonreír y dar felicidad”, expresó Polanía a través de sus redes sociales, visiblemente conmovido por la acogida de la actividad.
La venta fue un éxito total, ya que todas las piezas disponibles se vendieron en cuestión de horas. Lo recaudado fue destinado íntegramente a la Fundación Fumdir, que atiende a personas en condición de discapacidad, una causa cercana al corazón de la comediante.