
El lunes 9 de junio, miles de colombianos celebraron la victoria de Andrés Altafulla en la segunda temporada de La casa de los famosos. Con un contundente 51.84 % de los votos del público, el barranquillero se convirtió en el gran ganador del programa, llevándose a casa el premio de 400 millones de pesos y consolidándose como una figura querida y prometedora dentro del entretenimiento nacional.
Aunque muchos lo conocieron por su carisma, autenticidad y talento frente a las cámaras, pocos sabían que el cantante tiene una historia que va más allá de la televisión. Ingeniero civil de formación, el joven reveló durante su paso por el reality que estudió esta carrera por compromiso familiar más que por vocación.
Estudié para que mis papás no me tacharan, confesó en una charla íntima dentro de la casa, dejando claro que su verdadera pasión siempre ha sido la música.
Y precisamente en ese terreno, el de las notas, los ritmos y el escenario, es donde Altafulla ha venido construyendo un camino firme. Con sencillos como “Voy a cuidarte” y “Amigos nada más”, ha logrado combinar ritmos tropicales, pop y urbanos, proyectando una propuesta fresca que ha resonado en las plataformas digitales y en la radio.
Su triunfo en La casa de los famosos fue el resultado de semanas de convivencia, desafíos emocionales y una constante muestra de autenticidad que le ganó el corazón del público. En la gala final se enfrentó a tres competidores de alto perfil: la popular influencer Melissa Gate, quien obtuvo el segundo lugar con un 44.81 % de los votos; Emiro Navarro, que quedó tercero con el 2.01 %; y La Toxi Costeña, quien ocupó la cuarta posición con el 1.34 %.