El mundo del rock y el heavy metal continúa de luto tras la muerte de Ozzy Osbourne, ocurrida recientemente a los 75 años. La noticia conmovió a millones de seguidores que crecieron con su voz desgarradora, sus shows impredecibles y su innegable influencia en la historia de la música.
Ahora, como homenaje a su vida y obra, A&E emitirá este viernes 25 de julio el documental especial “Las nueve vidas de Ozzy Osbourne”, una producción de dos horas que recorre sus capítulos más significativos. La pieza incluye entrevistas exclusivas con Sharon Osbourne, sus hijos, compañeros de Black Sabbath y artistas que lo admiraron, además de imágenes inéditas que muestran la intimidad del hombre detrás de la leyenda.
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Este homenaje no solo repasa sus triunfos musicales, sino también sus caídas y su capacidad para reinventarse, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia y creatividad. Ozzy no fue solo un cantante: fue un narrador de historias oscuras, un pionero que rompió esquemas y un artista que jamás dejó de sorprender.
Aunque Ozzy Osbourne ya no está físicamente, su música y su influencia permanecen vivas. “Las nueve vidas de Ozzy Osbourne” será una oportunidad para celebrar su legado y recordar por qué, incluso después de su partida, sigue siendo el eterno Príncipe de las Tinieblas.
Un repaso por la vida del Príncipe de las Tinieblas:
Nacido en Birmingham, Inglaterra, en 1948, John Michael Osbourne, conocido mundialmente como Ozzy, emergió en la década de los setenta como el líder de Black Sabbath, banda que revolucionó el sonido del rock al darle una identidad más oscura y potente, sentando así las bases del heavy metal moderno. Temas como Paranoid, Iron Man y War Pigs lo consagraron como una leyenda viva en los escenarios, llevando el género a niveles de popularidad sin precedentes.
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Tras dejar Black Sabbath, Ozzy inició una carrera en solitario igualmente exitosa, marcada por discos icónicos como Blizzard of Ozz y Diary of a Madman. Su estilo inconfundible, sus polémicas, como el célebre episodio en el que mordió la cabeza de un murciélago en pleno concierto, y su carisma fuera de los escenarios lo convirtieron en una figura irreverente pero entrañable. A lo largo de las décadas, ganó premios, llenó estadios y demostró que su talento era inagotable, incluso cuando enfrentó problemas de salud, adicciones y el diagnóstico de Parkinson que compartió con el mundo en 2020.
