“Jesús nos pide que le sigamos toda la vida, que seamos sus discípulos, que juguemos en su equipo”, es una de las frases que el Papa Franciso ha utilizado en sus últimos discursos y que muy seguramente podría usar en su visita a Colombia.
El Santo Padre une a jóvenes y adultos por su filosofía y palabras que resultan atractivas para las personas creyentes. Jorge Mario Bergoglio, su nombre pila, es argentino y su amor por el fútbol es conocido en todo el mundo.
La preparación siempre será importante para llegar a Dios. Francisco cree que el camino hacia el señor se cumple cuando el trabajo da resultados, así como sucede con los futbolistas en el campo de juego: “¿Qué hace un jugador cuando se le llama a hacer parte de un equipo? Tiene que entrenarse y entrenarse mucho. Así es nuestra vida de discípulos”.
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¿Usará estas analogías en Colombia?
El Sumo Pontífice preparó sus líneas para los diferentes discursos en Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cartagena. En los textos del jerarca seguramente habrán frases dedicadas a la paz y soberanía del país. También podría haber algunas palabras que unan el fútbol con Dios.
Francisco es un fanático del "deporte rey" desde que tiene memoria. Cuando tenía 21 años dejó de practicar deporte porque una intervención quirúrgica, debido una infección con tuberculosis, lo dejó con un solo pulmón. Sin embargo, su amor por San Lorenzo, equipo del que es hincha, ha estado ahí y estará por siempre.
"Pasa el balón o el futbolista pero no los dos", decía el joven Mario Bergoglio en las calles argentinas. Hoy, una vez recibió el llamado de Dios, su filosofía es "pase al corazón para llegar a Dios".
El rectángulo con superficie de césped verde lo acompañó siempre. La figura geométrica dejó de verla en los años 90 porque dejó de ver televisión, una decisión por convicción.
En 2014 San Lorenzo logró ganar la Copa Libertadores de América, trofeo esquivo para el equipo y que fue ofrendado al Papa por junta directiva y jugadores. Francisco estaba en Corea del Sur una vez finalizó la final del campeonato sudamericano. Los colaboradores del pontífice recuerdan su alegría porque su equipo por fin lograba llegar a la cima del continente.
Algunos feligreses quedan anonadados por el amor del Sumo Pontífice por Dios y el fútbol. Dios lo llamó para ser el máximo representante de la iglesia y el "deporte rey" lo llevó a entender que la pasión no se olvida nunca.
"Franciso, la unión de Dios y el fútbol", dicen muchos religiosos y fanáticos del deporte en Argentina.
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