La transición energética ha sido uno de los conceptos que, desde el inicio de su campaña presidencial, Gustavo Petro instauró como pilar fundamental de su proyecto de gobierno. Tras alcanzar el mandato, el desarrollo de esta hoja de ruta ha sido polémico, pues con diversas afirmaciones ambiguas, desmentidas y salidas en falso, el panorama se planteó convulso.
Sin embargo, la apuesta continúa su cauce pese a los inconvenientes presentados y la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez avanza en su trabajo que busca lograr una transición a energías sostenibles y limpias en el país, en pro de un impacto positivo para el planeta, la economía nacional y los ciudadanos.
Es bajo este contexto que desde KienyKe.com viajamos al suroccidente colombiano, lugar que se ha caracterizado por importantes terrenos de caña y de gran importancia económica para dicha región. Este cultivo, es utilizado para generar azúcar, papel, alcohol y lean bien, energía.
Una nueva generación de microchips viene en camino, ¿De qué se trata?
Nuestro viaje, se centró en conocer de primera mano cómo esta región está aportando al avance la transición energética, que hoy tiene un mejor ambiente y que ha facultado y empoderado a distintas industrias para que le pongan el acelerador a dicha apuesta.
La travesía inicia en un vehículo que nos dirige por carreteras rectas, pavimentadas y adornadas a los costados por el cultivo de caña, hacia el municipio de Miranda, al norte del Cauca. Nuestro objetivo, es llegar a las instalaciones de uno de los ingenios azucareros más grandes de la región y con alta producción de los derivados de la caña.
Tras la compañía de un paisaje admirable, arribamos a Incauca SAS, nuestro lugar de destino. Desde el primer paso por fuera del vehículo, el bochorno y alta temperatura se presentan. Descubrimos un lugar bastante extenso, en el que incluso en su interior han delegado un espacio para la construcción de viviendas y edificios como iglesias y restaurantes, que conviven en comunidad con las estructuras de producción que están más alejadas.
¿Cuál es la apuesta de transición energética en este lugar?
Este ingenio tiene una apuesta central en pro de la transición energética, pues desde, 1997, genera a partir de los residuos de la caña de azúcar (bagazo), su propia energía y entrega los excedentes al Sistema Interconectado Nacional.
La caña de azúcar es su materia prima, la cual están renovando de manera constante y sostenible, sin agotar recursos naturales y aportando así a la transición y seguridad energética del país.
Incauca, se convirtió recientemente en el ingenio azucarero cogenenerador de energía eléctrica más grande del país, luego de que realizara una inversión en actualización tecnológica en su planta de cogeneración, duplicando así la producción de energía que ya venía realizando y ampliando su capacidad de entrega al Sistema Interconectado Nacional con hasta 32 millones de kilovatios de excedentes mensuales de energía eléctrica, cantidad suficiente para cubrir el consumo equivalente de municipios como Buenaventura o Popayán.
En tal sentido, conocimos de primera mano cuál es el proceso que convierte el bagazo de la caña en electricidad:
Tras caminar por los diferentes espacios donde el residuo de la caña se convierte en energía eléctrica y percibir las virutas del cultivo en el aire. KienyKe.com sostuvo una conversación con Roberto Klinger, presidente de la compañía. Él nos habló sobre este proyecto e hizo especial énfasis en la principal enseñanza de retomar esta apuesta de transición energética y aprovechar el buen ambiente que hay sobre este concepto:
“Hemos tenido resiliencia. Hicimos el proyecto en medio de una pandemia, de un paro nacional, tuvimos un incendio en la torre de enfriamiento y diferentes obstáculos que casi nos hace tirar la toalla, sin embargo, acá estamos lanzando el resultado del esfuerzo”, aseguró.
Además de contar sobre las enseñanzas del proceso, también contó que ve con buenos ojos el ambiente que hay alrededor de la transformación energética. “Nosotros estudiamos varias cosas, en el país se dieron las condiciones en cuanto financiamiento, alivio de impuestos y precios de venta. Realmente se alinearon los astros para crecer este proyecto”, aseguró Klinger.
Esta posición del presidente del ingenio, deja ver algunos de los avances que el sector y el estado ha incentivado para generar a empresas del país, una motivación en la búsqueda de proyectos en pro de utilizar energías limpias, renovables y sostenibles.
La energía que produce el ingenio, está concebida desde un modelo de eficiencia energética y evita la emisión de alrededor de 200,000 toneladas de CO2 al año, comparado con la generación térmica tradicional. Con esta reducción de emisiones de gases efecto invernadero, se consolidan acciones positivas por el clima y la adopción de medidas para combatir el cambio climático y todos sus efectos negativos.
La inversión en la planta fue de $230.000 millones. Los ingenios azucareros de la región, también están produciendo energía a través del bagazo de la caña, se espera, que se sumen a estas actualizaciones y apuestas de crecimiento, aprovechando la ola de transformación.
El desarrollo en este ámbito avanza en el país y pese a las implicaciones u obstáculos que esto pueda presentar, las regiones son fundamentales para su consolidación, con empresas como Incauca que ya trabajan y avizoran una importancia en este tipo de apuestas y destinan esfuerzos para innovar e incluir en su producción y líneas de negocio, procesos de transición energética.
