Este martes 28 de junio, la Comisión de la Verdad dio a conocer su informe final para esclarecer lo acontecido durante el conflicto armado colombiano. Cabe recordar que esta entidad nació luego del acuerdo de paz entre el Estado y las FARC firmado por las partes a finales del 2016.
Allí se estableció la creación de la Comisión de la Verdad con el objetivo de esclarecer los patrones y causas del conflicto armado colombiano que duró más de medio siglo. Además, dicha institución se estableció con el propósito de resarcir de verdad a las víctimas y promover el reconocimiento de lo sucedido por parte de los victimarios.
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Para ello, durante más de cuatro años, la Comisión recogió testimonios de más de 30 mil personas de todos los sectores para procurar entender el porqué del conflicto, sus causas y repercusiones en el territorio nacional.
Francisco José de Roux Rengifo fue designado como presidente para liderar las acciones de la Comisión. Su extensa trayectoria en labores sociales, producto de su vocación como sacerdote jesuita, lo llevaron a dirigir el trabajo más grande de su vida.
Las narraciones de los horrores más lamentables de la guerra recayeron sobre él. Se realizaron más de 14 mil entrevistas, y cientos de eventos en todo el territorio nacional para escuchar a víctimas, victimarios y responsables directos e indirectos. Todo eso con el fin de entender cómo una guerra tan sangrienta pudo durar tanto y porqué gran parte de la sociedad normalizó un conflicto tan atroz.
De Roux nació en Cali el 5 de julio de 1943, estudió Filosofía y Letras en la Pontificia Universidad Javeriana y realizó maestrías en Economía en la Universidad de los Andes, Universidad de la Sorbona en París y en el London School of Economics. Luego, estudió Teología y fue ordenado como sacerdote en 1975.
Se desempeñó como investigador y subdirector en el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) y en 1986 se desempeñó como director del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús.
En 1995, en el marco del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, lideró proyectos de economía campesina y créditos asociativos para superar la guerra en esos territorios y ayudar al retorno de poblaciones desplazadas. Gracias a este trabajo, en 2001 fue galardonado con el Premio Nacional de Paz.
En 2008 asumió como director de la comunidad jesuita de Colombia, una de las mayores ordenes católicas del mundo con presencia en varios campos como el educativo, social, misionero y comunicativos.
Sin embargo, no declinó a su vocación como gestor de paz, desde su labor como sacerdote siempre tuvo en mente contribuir a la superación del conflicto armado en Colombia. Algo que pudo hacer como director de la Comisión de la Verdad desde 2018.
