Delicias culinarias que encantaron a los personajes de la historia

Dom, 29/12/2013 - 15:01
“Todos vemos el mismo sol, pero no comemos la misma sopa”, versa un dicho popular ruso en referencia a la inmensa variedad de sabores, texturas, preparaciones y opciones alimenticias que hay en el
“Todos vemos el mismo sol, pero no comemos la misma sopa”, versa un dicho popular ruso en referencia a la inmensa variedad de sabores, texturas, preparaciones y opciones alimenticias que hay en el mundo y que dibujan miles de culturas alrededor de la comida. Así mismo, los grandes de esas culturas, los personajes que han marcado nuestra historia, tenían alguna preparación que los enloquecía, los dominaba y disfrutaban hasta la saciedad en las oportunidades en que encontraban la opción de probarla. Preparaciones sencillas o exigentes menús que encantaron a quienes, por bien o por mal, dejaron huella en la humanidad. Simón Bolívar moría por el mondongo Historiadores y periodistas han logrado descubrir los principales gustos gastronómicos del Libertador Simón Bolívar. Una reconstrucción basada en epístolas y relatos de la época, presentada por el escritor venezolano Óscar Armando Yanes, describe que el prócer era de buen apetito y disfrutaba la riqueza gastronómica de las tierras que entonces eran de la Gran Colombia. En los Andes y el área cundiboyacense no podía dejar de comer papa y arepa de trigo. En los llanos se encantaba con la carne de res, cerdo frito, plátano y café. En Venezuela degustaba las migas de arepa con huevos y carnes. Como buen criollo, siempre amó las arepas y sus favoritas eran las de maíz pelado. Bolívar degustaba en las fiestas dos o tres copas de vino tinto de Burdeos al final de cada banquete y otros historiadores dicen que en grandes fiestas adoraba que se preparara el mondongo, una sopa tradicional cuyo ingrediente principal es la panza de res. Un relato ecuatoriano cuenta que el Libertador salió agradecido de una fiesta a la que fue invitado cuando le dieron a probar un postre consistente en un helado hecho con nieve procedente del nevado Chimborazo, que había sido transportada por indígenas a sus espaldas y preparada con frutos y endulzantes. Michael Jackson, una estrella con gusto sencillo Micha Jackson, KFC, kentucky fried chicken, kienyke Amigos del Rey del Pop contaban que en sus giras por Estados Unidos la comida que más solicitaba el artista era pollo frito en receta original de Kentucky Fried Chicken (KFC). Muchos de sus amigos también aseguraban que el cantante amaba la comida mexicana, especialmente las enchiladas con queso. De hecho, Michael Jackson era un degustador de comidas extranjeras y otras muy sencillas, como pizzas, pescados y cereales con leche. Napoleón Bonaparte, un comensal afanado Napoléon Bonaparte, pollo con papas y cebolla, kienyke Sobre el emperador francés hay anécdotas sobre sus costumbres alimenticias. Cronistas describían que el militar no era exigente con el menú diario, mucho menos durante las campañas militares. Siempre destinaba no más de 10 minutos para devorar cualquier comida que le sirvieran sus más cercanos cocineros, que por cierto eran afamados chefs. Sus alimentos favoritos eran los fríjoles, el arroz, la carne de cordero asada y el pollo. En su comida diaria no podía faltar pan blanco, queso parmesano y frutas. De todo lo anterior lo que le hacía perder la cabeza eran los asados de pollo con papas y cebollas. Abraham Lincoln, de sencillos gustos Abraham Lincoln, pollo fricasée, kienyke Uno de los escoltas del destacado expresidente de Estados Unidos dijo que Lincoln amaba las manzanas y el café caliente. Era lo que siempre se le antojaba, aunque jamás despreciaba un plato de comida. Era un comensal abundante. Tenía simpatía por el tocino y los alimentos preparados al horno. De las pocas preparaciones que amaba pedir para celebraciones especiales era el pollo fricasé. Le gustaba que lo sirvieran con nuez moscada y salsa hecha con la misma sustancia del pollo. Karl Marx de poco apetito Pepinillos, Karl Marx, kienyke El filósofo comía muy poco, según muchos de los amigos que le acompañaban en sus jornadas de activismo político e intelectual. Sin embargo contaban que lo poco que disfrutaba eran alimentos muy condimentados, especialmente pescados, jamón y ternera. De las verduras, prefería el escabeche de remolacha y los pepinillos. Fidel Castro y el disfrute de los frutos del mar Fidel Castro, lider Cubano, kienyke El líder y militar cubano, como buen isleño, es amante de las comidas de mar. Algunos de los que le han conocido han descrito que aún en la actualidad se antoja de platillos como langosta a la mantequilla, espagueti con camarones, sopa de tortuga, cocteles de mariscos y langostinos. Quienes lo acompañaron durante la revolución cuentan que entonces Fidel Castro solía deleitarse con el cerdo asado y el pollo frito. Cuando sus médicos se lo permiten, Castro acompaña sus comidas con copas de vino tinto. Adolf Hitler, un vegetariano tramposo Adolf Hitler Trucha Aslamonada El dictador alemán aterrorizaba no solo por su mandato implacable o maldad, sino por sus exigencias gastronómicas.  The New York Times publicó un artículo en 1937, antes de que iniciara la guerra, en el que mostraba al Führer como un hombre vegetariano aunque ocasionalmente consumirá jamón, caviar, pescado y huevos. Su alimentación era una actividad tensionante entre sus servidores, porque se enfurecía si su comida no tenía un equilibrio en el sabor o si la temperatura no lo satisfacía. Incluso tenía catadores que probaban todas sus comidas, porque temía que los aliados infiltraran su cocina y trataran de envenenarlo. Al parecer uno de los platillos que más le encantaba, aunque lo consumía ocasionalmente porque rompía con su regla de no consumir carnes, era una trucha asalmonada con crema de mantequilla, espárragos también en esa salsa y frutas exóticas. Frida Kahlo y Diego Rivera, la sazón mexicana Frida kahlo y Diego Rivera, cocina, manchamanteles La pareja de reconocidos artistas mexicanos hicieron honor a su obra, influenciada por la cultura popular y el indigenismo, y en la cocina morían por las preparaciones típicas. Guadalupe Rivera, hija del muralista, cuenta cómo la pareja gozaba en las festividades con manjares como tortillas con pico de gallo estilo Guadalajara, sopa de jocoque, manchamanteles  (carne en salsa con frutas y chile), costillas de cerdo en salsa agridulce, tamales de calabaza, chiles rellenos de queso y postres como buenos con miel y atole de piña. No se conoce de una preparación que de las anteriores haya sido predilecta para alguno de los dos, pero incluso se sabe que Frida solía sorprender a su esposo con un banquete de variedad de platillos mexicanos. Ella misma se metía a la cocina a preparar las recetas de la tradición culinaria azteca, con su propio sazón. Mao Zedong, el líder ‘gourmet’ Mao Zedong, Mao Hongshau Rou, kienyke Según los escritores e historiadores Jung Chang y Jon Halliday, el difunto líder chino Mao Zedong “era un gourmet y hacía que le enviaran su comida favorita desde cualquier punto del país (...) un pescado que le gustaba tenía que ser transportado vivo por miles de kilómetros de distancia, en una bolsa de plástico con agua que debía mantenerse oxigenada”. Gustaba de arroz que conservara la membrana que separa la cáscara del grano y platillos de carnes salteadas en aceite, que pasaran meticulosos exámenes de calidad por sus más cercanos colaboradores. Sentía inmensa debilidad y capricho por el cerdo rojo asado, hongshao rou, una raza que se cría especialmente en el centro del gigante asiático y cuya preparación consiste en cubos de carne de su lomo, caramelizados con vino, azúcar y especias picantes. Este tipo de animal tiene una amplia capa de grasa en su cuero lo que lo hace tierno y jugoso. La carne de este porcino es muy costosa. Albert Einstein, un sencillo vegetariano Albert Einstein, kienyke Del genio de la física no hay un registro que indique que moría por determinado platillo, aunque sí se conocía su preferencia vegetariana. “Así que estoy viviendo sin grasas, sin carne, sin pescado, pero me siento muy bien de esta manera siempre me parece que el hombre no ha nacido para ser un carnívoro”, escribió el más importante científico del siglo XX a un colega en 1954. Algunos registros hablan que solía comer espaguetis y tallarines, aunque no detallan si fuesen estos su menú predilecto. Moctezuma y el derroche azteca Moctezuma, kienyke El gobernante azteca hizo leyenda con la gastronomía. Sus banquetes eran un rito de poder y sabor; tenía sirvientas que preparaban como aperitivo tortillas calientes de maíz, otro grupo le llevaba frutas y vegetales frescos, y uno más le servía sobre la mesa al menos treinta guisados que debían poner sobre brasa de carbón para evitar que se enfriaran. Moctezuma elegía qué platillo de carne tomaba: de pescado, víboras, ardillas, armadillo, venado, mono e incluso carne humana de sacrificio, según algunos historiadores. Genghis Khan prefería el yogur y el cordero ghengis khan, trozos de cordero, kienyke El forjador y unificador del imperio mongol tenía dieta de guerrero aunque supo disfrutar de manjares rústicos en sus campañas militares. Su preferido, según historiadores, eran trozos de carne de cordero que eran ablandadas bajo las sillas de montar de los jinetes y luego se consumía cruda, acompañada de plantas aromatizantes. El yogur fue también documentada como la bebida preferida de Genghis Khan y su ejército en el siglo XIII. La bebida se producía a partir de leche de yegua fermentada en los estómagos de los animales o en bolsas de mijo. El sándwich de oro de Elvis Presley Elvis Presley Fool's Gold Loaf El Rey del rock and roll era de buen comer. Disfrutaba de todo, especialmente preparaciones llenas de sabor y mantequilla de maní. Precisamente popularizó un sándwich consistente en un pan relleno con mantequilla de maní cremosa, mermelada de uva, trozos de banano y tocino. El emparedado se llama Fool's Gold Loaf y es un afamado manjar en el estado de Colorado. Sólo hay dos peros con esta preparación: en establecimientos donde se consigue suele ser costoso y también tiene una alta cantidad de calorías. Los sabores caseros de Nelson Mandela Nelson Mandela, Estofado de cola de Buey, kienyke Según reportó la BBC, Xoliswa Ndoyiya fue la cocinera de la familia Mandela por más de 20 años y reveló algunos de los secretos del paladar de ‘Madiba’. “Tata Mandela me dice que cada vez que hago umphokoqo para él, recuerda a su madre, que le cocinaba ese plato con amor", confiesa la cocinera sobre el platillo que consiste en leche agria con maíz, sal y mantequilla. El líder sudafricano también apetecía de un buen estofado de cola de buey con verduras, maíz o frijón como sus cereales favoritos y Sourmilk, que es harina de maíz en sopa con leche agria. Pablo Neruda y su oda al caldo de congrio Pablo Neruda, kienyke “Y en las ollas chilenas, en la costa, nació el caldillo grávido y suculento, provechoso. Lleven a la cocina el congrio desollado, su piel manchada cede como un guante y al descubierto queda entonces el racimo del mar, el congrio tierno reluce ya desnudo,  preparado  para nuestro apetito”. Así describió el poeta chileno Pablo Neruda, con una oda, el que fue su más suculento manjar. Se refería al caldo de congrio (un tipo de pescado anguiliforme). Se encantaba tanto de su preparación que componía textos para resaltarlo como platillo principal en la gastronomía austral. Pablo Neruda, caldo de congrio, kienyke
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