
Edwin Garrido comenzó a entrenar en gimnasios porque quería defender a su papá. La impotencia de ser un muchacho débil y flacuchento la descubrió el día en que un borracho no quiso pagar la cuenta en el estanco de sus padres. Aquella vez, Alberto Garrido, su papá, se atrevió a enfrentar al sujeto en una fuerte discusión, pero el hombre ebrio sacó un arma blanca y se abalanzó sobre Alberto. Mientras tanto, escondido, Edwin veía cómo su papá era golpeado. Alberto tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital, donde llegó gravemente herido.
De niño a Edwin lo disfrazaban de superhéroe: Kaliman, Superman y Batman. Desde entonces solía decirle a su madre, Elvia Céspedes, que deseaba salir en televisión. En el colegio fue un estudiante aplicado que veía con interés las obras de teatro, en las cuales no participaba porque en su entorno machista era mal visto que un hombre se subiera a una tarima a llorar como Edipo Rey. Por ese motivo durante mucho tiempo ocultó su deseo de estudiar teatro.
Con las máquinas y los espejos del gimnasio llegaría la vanidad. Edwin se convertiría en un hombre de pelo en pecho y barba de gigoló. Con su nueva apariencia conquistó a varias mujeres y, mientras tanto, aprendía las técnicas de la halterofilia. Convertirse en entrenador personalizado le dio un sueldo decente para vivir bien. Una decena de jovencitas admiraban sus abdominales, serratos, bíceps, tríceps y grandes muslos. Cuentan que Edwin siempre ha sido un macho alfa, simpático con las mujeres, pero muy dominante.
En su casa fue muy consentido desde niño. Cuando estaba en el colegio, sus compañeros le decían "El Flaco".
Su currículo dice que estudió Licenciatura en Cultura Física, Recreación y Deporte en la Universidad del Atlántico. Tal vez por ello, para pagarse sus estudios y mantener su escultural cuerpo, no sólo trabajaba en gimnasios sino que se rebuscaba el dinero como impulsador de productos en centros comerciales y supermercados de cadena, desfilaba ropa en eventos de moda y vendía suplementos deportivos para bajar y subir de peso. Eso era lo que se sabía oficialmente, pero muy pocos de sus amigos advertían que Edwin tomaba clases de actuación y hasta participó en dos cortometrajes universitarios.
Su racha de éxitos comenzó a mediados del año 2011. Por esos días Edwin se convirtió en Mister Colombia: el ganador de un concurso de belleza para hombres donde se premia la simpatía y los cuerpos esbeltos. Con el trofeo llegó un contrato para ser la imagen de Snaked, una marca de ropa interior para hombres. Sin embargo, su sueño solo se vio cumplido a principios de este año, cuando fue escogido como uno de los 16 finalistas en el concurso Protagonistas de nuestra tele, reality del canal RCN. Su ingreso a la Casa Estudio no fue fácil, pues entró en el último repechaje de selección.
Antes de entrar al reality, Edwin Garrido tomó clases de actuación y participó en dos cortometrajes universitarios.
Edwin tenía tan ocultos sus planes que solo el día de la selección, su madre y sus hermanos se enteraron de que el barranquillero se había presentado a la convocatoria. En ese momento también supieron que se había presentado a las tres convocatorias anteriores. Desde el 2002 lo había intentado, por eso no aterraron las lágrimas que no ha dejado de soltar desde ese primer día, un lado que no conocían del gigante instructor. “Nunca lo había visto llorar tanto como en ese programa”, dice uno de sus amigos.
Los asiduos televidentes de Protagonistas de nuestra tele tienen en su memoria la presentación en la que Edwin Garrido hizo un desnudo para entrar al programa. Recuerdan la risa de Isabella Santo Domingo, el gesto burlón de Alejandra Borrero y la negativa de Sergio Osorio. Sin embargo, muy pocos recuerdan que el costeño fue acompañado a esa primera audición por una mujer de pelo negro, piel trigueña y ojos achinados: su novia. En el olvido quedó el momento en que Edwin le dijo a los jurados: “siempre tengo mi novia firme, pero de repente veo para otra parte y...Todos los hombres somos unos sinvergüenzas”. La cara de desilusión de la mujer que estaba al otro lado de la pared fue evidente. Sabía lo que se venía.
Muy pocos sabían que antes de iniciar una relación con la concursante Manuela Gómez, Edwin tenía una relación con Yoleida Betancourt. Incluso en una llamada de su padre, preguntó por ella.
Yoleida Betancourt es el nombre de quien hasta ese momento era su novia oficial. Se sabe que llevaban una relación sentimental de poco más de dos años. El gimnasio, Yoleida y Edwin eran inseparables. No importaba que los fines de semana el hombre se desapareciera, ella estaba enamorada. Tal vez esa relación llegó a su fin cuando el concursante, dos semanas después de iniciar el reality, se olvidara de su amor en Barranquilla y comenzara uno nuevo en la ficción de la Casa Estudio. Hoy, gran parte de Colombia conoce la relación sentimental entre Edwin y la paisa Manuela Gómez, pero muy pocos saben del paradero de Yoleida, que al parecer no soportó la presión y huyó de la ciudad donde conoció a ‘Mister Colombia’.
Ahora todas las miradas están puestas sobre este barranquillero de pelo planchado. Por ahora su relación con Manuela ha quedado congelada. Sin embargo, la mamá de Edwin ya dio su visto bueno: “se ve que es sincera y lo quiere”.