A Jorge Franco no le gusta escribir sobre villanos ni héroes. Prefiere explorar las zonas grises de los personajes, las dudas, los miedos, los sentimientos encontrados, la inseguridad; así es su última novela 'El cielo a tiros', un escrito que ahonda en lo que realmente define lo humano, a través de la vida de uno de tantos personajes hijos de narcotraficantes de los años noventa, que llevan a cuestas el legado de las épocas más oscuras de Colombia.
Franco opta por escudriñar en los seres que están entre la espada y la pared, que se encuentran en una encrucijada, movidos por el pasado para definir lo que somos todos. Esa es la historia del protagonista, Larry, que carga con el peso de ser el hijo de una de las fichas más importantes de Pablo Escobar, capo que marca un antes y un después en la historia de Medellín.
Está narrada en tres líneas de tiempo que parecen ser paralelas, pero en su naturaleza son convergentes. Cuentan el momento en el que Larry, después de abandonar el país para escapar de la realidad que lo atormenta, regresa a la capital antioqueña doce años después a reconocer los restos de su progenitor, encontrados en una fosa común.
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A partir de ese momento, este relato fragmentado sumerge al lector en la vida de este personaje, dejando entrever ese limbo en el que se encuentra, evidenciando sus miedos, su rabia y sus más fuertes tristezas. Ambientada en medio de la fiesta de la Alborada, que se vive en la ciudad en la madrugada del 1 de diciembre.
"Es una historia caótica. Habla sobre una noche loca llena de pólvora. Cargada con mucha adrenalina. Toca el pasado, el presente, habla sobre el futuro. Habla sobre la muerte y sobre la vida". Jorge FrancoSin quererlo, Franco hizo de 'El cielo a tiros' la tercera parte de una trilogía en desorden, que marca tres momentos importantes de la historia del país. Sumándose a su gran obra 'Rosario Tijeras', que marcó su carrera como escritor, y 'El mundo de afuera', que lo llevó a llevarse el premio Alfaguara en el 2014. "El mundo de afuera sería esa burbuja que se rompió con la historia de un secuestro. Rosario Tijeras es una fiesta loca, de narcotráfico, sexo, drogas y alcohol. El cielo a tiros sería la resaca de esa fiesta, ese guayabo que dejó en los personajes que cargan con ese legado", contó el escritor a KienyKe.com
Un fantasma que lo inquieta
Jorge Franco venía cocinando la idea desde hace tiempo atrás. Cuando vivía en Medellín, veía a estos personajes hijos de narcotraficantes en los años 90 y "el fantasma de esas historias no lo dejaba dormir". Le despertaban inquietud porque alcanzaba a percibir una historia latente y dolorosa. Según él, estaban en un limbo, querían ser aceptados por la sociedad, pero tenían un pie en la ilegalidad y estaban manchados por los actos de sus padres. Ya había empezado su carrera como escritor. Había escrito sobre asesinatos, drogas, secuestros, todo lo que rodea el narcotráfico. Jamás se había preguntado por esas personas que, sin quererlo, pertenecían a ese mundo. Las calles de su ciudad natal le hacían recordar esa historia de la cual nadie quiere hablar porque duele. Quería saber más sobre la vida de esos jóvenes, meterse en lo más íntimo. Empezó a buscar las voces que permitieran contar dichos relatos, a investigar, a encontrar a los personajes que le permitieran contar lo que pasaba en esos años. Hizo buenas entrevistas, pero no dijo sus nombres. Y así pudo materializar esta gran historia. Contó que es "consciente de que eran personas que no habían elegido llevar esa vida. Ellos sentían rabia y amor por sus padres. Era una nueva generación que, aunque no le tocó vivir esos momentos tan complicados, se veían involucrados en una tendencia de repetir esos errores y conductas" Al escribir esta novela quería mostrar ese balance, demostrar ese lado humano de estos personajes que la gente no quiere escuchar. "A pesar de ser hijos de narcotraficantes, Larry era hermano, era amigo. Sentía dudas, sentía miedo. Todo lo que puede sentir un ser humano normal", mencionó.Narcotráfico, ¿Otras vez?
Franco comentó que lo más difícil de 'El cielo a tiros' no fue el proceso de escritura en sí mismo. Eso ya lo tiene claro: hacer una buena historia, que enganche, los aspectos narrativos, el tono, la narrativa, el manejo de los tiempos, el cómo se la juega como escritor. En eso ya tiene experiencia. Lo que fue difícil para él fue volver a poner sobre la mesa el tema del narcotráfico. Ha sido fuertemente criticado por recordar esa época dolorosas en sus escritos. "Más de lo mismo", "otra vez narcotráfico", "se enriquece con esto", lee en sus redes sociales cuando promociona el libro o cuando anuncia que escribirá otra novela. [single-related post_id="972808"] Está convencido de que no es solo un tema memorístico. No es solo recordar personajes innombrables como Pablo Escobar. Nada de eso. Para él, el problema del narcotráfico es una cuestión de la realidad, del presente del país."Nosotros no hemos pasado esa página. Dentro de la economía de la ilegalidad sigue siendo un tema muy fuerte. No hay que olvidarlo. No es que yo escriba más de lo mismo, es que hay más de lo mismo. Estoy realmente convencido que nosotros tenemos que contarnos. Colombia tiene que contarse a sí misma. Tiene que contar absolutamente todo: el paramilitarismo, la corrupción, el conflicto. Todo. Pienso que el que quiera hablar sobre un tema que lo agobie o que lo inquiete tiene todo su derecho a hacerlo".