El papel está mandado a recoger. Han sido varios medios impresos los que cerraron sus imprentas para dedicarse única y exclusivamente al contenido digital.
Fotografías, videos, podcasts e investigaciones rigurosas forman parte de la metadata de los medios del siglo XXI. El modelo de negocio está cambiando. Todo parece indicar que el dinero está en los lectores y no en la pauta publicitaria.
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A este fenómeno se suma el cobro por el contenido. El Espectador, luego de 130 años de historia, tomó la decisión de cobrar por ir más allá de la noticia y de la información. De este tema, su director, Fidel Cano Correa habló con KienyKe.com.
¿Por qué decidieron hacerlo?
"Hombre, el negocio se ha transformado y en el mundo digital parece bastante claro que la publicidad no va a sostener una buena redacción con excelentes periodistas. Hay que buscar otras formas de financiación. Creemos que la información, la buena información, vale".
¿Qué proyecciones y expectativas tienen respecto a esta decisión?
"Somos los primeros en un mercado que no está acostumbrado a este tipo de eventos. Vamos a ver cómo se mueve el escenario. Tenemos diferentes proyecciones precisamente por los casos en otros países de América Latina. Tenemos que ver cómo ser comportan esos números los primeros meses para hacer el comparativo y madurar el mercado".
Ustedes tienen un gran número de lectores, ¿cuál es la base de lectores que espera que paguen por el contenido?
"Un porcentaje pequeño. La gran mayoría de los lectores ni siquiera van a notar el cambio. Esto va en dirección a los consumidores y lectores más exclusivos que podían asemejarse a quienes compran el impreso y han pagado toda la vida por la información.
Los usuarios abiertos van a seguir siendo masivos y los suscriptores van a ser una élite más pequeña. Un grupo más selecto".
¿Qué porcentaje de lectores pagarán por este contenido?
"Dentro de los cálculos está el diez por ciento. Creo que por ser un mercado que apenas vamos a tantear. Para este año no aspiramos a estar más allá del cinco por ciento".
¿Cuál va a ser el valor agregado?
"Lo primero es que las noticias que se encuentran en los diferentes medios no van a estar en el centro de ese cobro. Van a estar libre para la audiencia.
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El Espectador tiene un sello de periodismo independiente, investigativo; un periodismo que ha demostrado por 130 años, que tiene un valor adicional, tiempo en el que la gente ha pagado por informarse, solo que esta vez será en otra plataforma".
Este tipo de proyectos son a largo plazo, ¿qué pasará si no funciona?
"No sé (risas), posiblemente... No sé, yo creo que va a funcionar. La información tiene un valor. Claramente es una apuesta a largo plazo. Mientras tanto, las manera de financiación que hemos tenido se irán fusionando. Es claro que no van a seguir creciendo hacia el futuro, tenemos que ajustarnos al nuevo negocio de la información. No creo que no vaya a funcionar. Es una cuestión de tiempo y de qué manera vamos adaptando nuestra organización a esa respuesta del público".
¿Cree que perderán lectores?
"Posiblemente. Hay unos que se van a enfurecer como los que han estado protestando en redes sociales que quieren retirarse de El Espectador. Lo que puedo decir es que en Internet hay varias opciones a escoger. Cada quien decide hasta dónde quiere llegar en la información. Si no está dispuesto a pagar se quedará en otro nivel informativo".
Bastará con esperar los primeros ocho días del mes para ver cómo reaccionaron sus lectores a este cambio y si la fórmula de suscriptores online evitará en un futuro hemorragias financieras.
"El buen periodismo vale".
