Millones de personas esperan por cuatro años para ver quien lo gana. 736 futbolistas sueñan con tenerlo en sus manos, pero al final solo 23 tendrán el honor de levantarlo y exhibirlo a sus compatriotas. La Copa del Mundo es uno de los trofeos más codiciados del planeta, y no es para menos, obtenerlo es el fruto de muchos meses de esfuerzo, sacrificios, derrotas y victorias.
El trofeo bañado en oro de 18 quilates mide 36.8 centímetros de altura y está hecho con tres kilogramos de oro sólido. Fue diseñado por Silvio Gazzaniga, un reconocido escultor italiano que a mediados de los años 70 decidió asumir el reto de idear una nueva copa después de que la original fuera entregada a Brasil por lograr la hazaña de ganar tres campeonatos mundiales.
Muchos crecieron con la imagen de este icónico trofeo, sin embargo, antes los campeones del mundial recibían el Jules Rimet, que tenía este nombre como forma de rendir un homenaje a uno de los presidentes más representativos en la historia de la FIFA. Estéticamente, según los expertos y grandes escultores, no lograba representar lo que significaba el fútbol. El dorado era el color predominante, su forma era similar a la de una copa de vino con una figura de un ángel, que representaba a Niké, la diosa griega de la victoria.
Sin duda que este trofeo es uno de los más combativos en la historia del deporte. Resistió a varios intentos de robo, debió subsistir a una de las épocas más complejas en la historia de la humanidad: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y los conflictos entre algunos países, fueron algunos de los aspectos que llevaron a la no realización de la Copa del Mundo en los años 1942 y 1946.
Uno de los mitos populares que ha crecido con el pasar de los años, ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial. El presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Ottorino Barassi, retiró en absoluto secreto el trofeo de un banco en Roma y lo escondió en una caja de zapatos debajo de su cama para impedir que los nazis lo robaran.
Posteriormente, en marzo de 1966, año en el que se desarrollaba el mundial en Inglaterra, el trofeo fue robado durante una exhibición en Westminster. La copa fue encontrada siete días después por un hombre que paseaba con su perro en un jardín envuelto en varios periódicos.
Cuatro años más tarde, ya en territorio mexicano, Brasil se coronó campeón mundial. La épica celebración que contó con figuras como Pelé, Gérson, Jairzinho, entre otros, se vio manchada debido a que trece años después el trofeo que fue fruto de uno de los campeonatos más recordados, fue nuevamente robado en una exhibición en Río de Janeiro.
Las leyendas sobre lo qué realmente había pasado con él crecieron como espuma. Pasaron décadas sin rastro alguno, muchos aseguraron que había sido fundido para no levantar sospechas, mientras que otros decían haberlo visto en diferentes partes. Años más tarde, la policía logró capturar a los responsables del hecho quienes confesaron que su destino fue el fuego, confirmando la primera hipótesis.
El día que el trofeo de la Copa del Mundo fue robado
Mar, 05/06/2018 - 12:44
Millones de personas esperan por cuatro años para ver quien lo gana. 736 futbolistas sueñan con tenerlo en sus manos, pero al final solo 23 tendrán el honor de levantarlo y exhibirlo a sus compatri