A las 11.30 de la noche, David Gómez comenzó a merodear los alrededores de las torres Space de Medellín. Poco a poco, con sigilo, logró violar los anillos de seguridad y entrar a la número cinco. Estaba decidido a rescatar a varias mascotas atrapadas en aquel edificio que está a punto de derrumbarse. Según dijo a KienyKe.com su motivación fue: “el amor por los animales”.
Gómez, de 19 años, se enteró a través noticias que varias personas no pudieron sacar a sus mascotas de los apartamentos. Fue entonces cuando acordó con un compañero de trabajo ir a rescatarlas.
El joven, quien trabaja como desarrollador de software en Sisga, empresa dedicada a la tecnología informática, tuvo que subir solo porque su compañero fue descubierto y atrapado. Gómez, sin dudarlo, empezó a subir los escalones en medio de una total oscuridad que afrontaba con una linterna. Cuidaba cada paso, mientras desde abajo, su compañero le daba instrucciones por celular; en la otra mano llevaba una bolsa de tela. En el camino la batería de su teléfono se agotó y quedó totalmente incomunicado.
La torre 5 del condominio Space tiene en alerta a las autoridades encargadas de la emergencia.
Su primera estación fue el apartamento 2007. Allí había dos gatos, Ilana y Dalzan, animales que le pertenecen a Ana Agudelo, una mujer que a través de su cuenta en Twitter dio a conocer su historia.
Según Gómez, los animales estaban muy asustados pero fue fácil meterlos en la bolsa. Conforme avanzaba, sentía el edificio crujir bajo sus pies. Su siguiente parada fue el apartamento 1406, cuya puerta abrió con un destornillador que encontró en el lugar. Al entrar, dice, el piso se movió y los cuadros que colgaban de las paredes se desplomaron al suelo.
En este apartamento se encontró con una gata gris, muy agresiva, de raza azul ruso. Tuvo que luchar un poco con ella hasta que logró envolverla en una sábana y cargarla en sus brazos como un bebé. La pelea con la gata le dejó rasguños en sus manos, brazos y cuello. Decidió guardar la gata en una bolsa donde se guarda la ropa sucia que halló en el apartamento, pues en la suya no había más espacio.
Ya en la madrugada, Gómez llegó al primer piso y salió por el parqueadero. Esperaba que lo recibieran como un héroe. Pero fue detenido por las autoridades por supuesta violación a la propiedad privada.
El CTI analizó su caso pero aseguró que no le correspondía. David fue llevado a una URI (Unidad de Atención Inmediata), donde llegó a un acuerdo y fue liberado a las 6.30 de la mañana. Ahora deberá enfrentar un proceso judicial. Pero por ahora está tranquilo.
Ilana y Dalzan fueron dos de los cuatro gatos recatados por David Gómez.
Los gatos fueron entregados a sus dueños. Según cuenta David, lo que más lo llenó de satisfacción fueron las caras de estas personas cuando vieron sus mascotas después de tantas horas de zozobra.
El rescate que realizó David obligó a suspender la búsqueda de víctimas durante una hora y media. El lugar fue evacuado de emergencia. Jaime Enrique Gómez, director (e) del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres (Dagred), dijo a los medios de comunicación que Gómez no hacía parte del grupo de socorristas. También lo tildó de “irresponsable”, pues se habían identificado, con la ayuda de un perro, dos puntos donde posiblemente hay personas atrapadas.
Gómez, habitante del barrio Belén de Medellín, dice que la vida de una animal es tan respetable como la de un ser humano. Al llegar este martes a su oficina tuvo que contar su historia y justificar los rasguños.
Al terminar aquel rescate, se enteró de que en esa misma torre todavía permanecen atrapados una tortuga y un pájaro. Cuando se le pregunta si volvería por ellos, dice sin miedo: “Yo lo repetiría”.
La torre 5 del condominio Space tiene en alerta a las autoridades encargadas de la emergencia.
Su primera estación fue el apartamento 2007. Allí había dos gatos, Ilana y Dalzan, animales que le pertenecen a Ana Agudelo, una mujer que a través de su cuenta en Twitter dio a conocer su historia.
Según Gómez, los animales estaban muy asustados pero fue fácil meterlos en la bolsa. Conforme avanzaba, sentía el edificio crujir bajo sus pies. Su siguiente parada fue el apartamento 1406, cuya puerta abrió con un destornillador que encontró en el lugar. Al entrar, dice, el piso se movió y los cuadros que colgaban de las paredes se desplomaron al suelo.
En este apartamento se encontró con una gata gris, muy agresiva, de raza azul ruso. Tuvo que luchar un poco con ella hasta que logró envolverla en una sábana y cargarla en sus brazos como un bebé. La pelea con la gata le dejó rasguños en sus manos, brazos y cuello. Decidió guardar la gata en una bolsa donde se guarda la ropa sucia que halló en el apartamento, pues en la suya no había más espacio.
Ya en la madrugada, Gómez llegó al primer piso y salió por el parqueadero. Esperaba que lo recibieran como un héroe. Pero fue detenido por las autoridades por supuesta violación a la propiedad privada.
El CTI analizó su caso pero aseguró que no le correspondía. David fue llevado a una URI (Unidad de Atención Inmediata), donde llegó a un acuerdo y fue liberado a las 6.30 de la mañana. Ahora deberá enfrentar un proceso judicial. Pero por ahora está tranquilo.
Ilana y Dalzan fueron dos de los cuatro gatos recatados por David Gómez.
Los gatos fueron entregados a sus dueños. Según cuenta David, lo que más lo llenó de satisfacción fueron las caras de estas personas cuando vieron sus mascotas después de tantas horas de zozobra.
El rescate que realizó David obligó a suspender la búsqueda de víctimas durante una hora y media. El lugar fue evacuado de emergencia. Jaime Enrique Gómez, director (e) del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres (Dagred), dijo a los medios de comunicación que Gómez no hacía parte del grupo de socorristas. También lo tildó de “irresponsable”, pues se habían identificado, con la ayuda de un perro, dos puntos donde posiblemente hay personas atrapadas.
Gómez, habitante del barrio Belén de Medellín, dice que la vida de una animal es tan respetable como la de un ser humano. Al llegar este martes a su oficina tuvo que contar su historia y justificar los rasguños.
Al terminar aquel rescate, se enteró de que en esa misma torre todavía permanecen atrapados una tortuga y un pájaro. Cuando se le pregunta si volvería por ellos, dice sin miedo: “Yo lo repetiría”.
