Ellos inventaron la radio juvenil con acetatos y casetes

Mar, 30/07/2013 - 07:45


El boom de la radio juvenil colombiana en los años ochenta desató pasiones, creó fidelidades insospechadas, abrió oportunidades para nuevas carreras que involucró a ejecutivos, empresari
El boom de la radio juvenil colombiana en los años ochenta desató pasiones, creó fidelidades insospechadas, abrió oportunidades para nuevas carreras que involucró a ejecutivos, empresarios, cantantes, periodistas, y claro, cadenas radiales que vieron en la juventud un público hasta entonces relegado en el mejor de los casos, y la puso en el centro de los intereses, tanto comerciales como musicales y comunicativos. Puede decirse, que fue un gran negocio. Un éxito que intenta replicarse en la radio de hoy.
¿Qué ha pasado con la radio juvenil? ¿Qué piensan quienes hicieron parte del boom en los años ochenta y noventa sobre las emisoras y la oferta radial de hoy? ¿Será que la radio juvenil se quedó estancada en el reggaeton que manda la parada en el mercado musical de hoy? En la radio no se sabe qué va a ocurrir Los que hicieron parte de la radio juvenil están hoy en la radio informativa. “Es que envejecimos haciendo radio para jóvenes, ya no somos los mismos”, dice Deysa Rayo. Si repasamos los nombres de quienes hicieron parte del boom de la radio juvenil; Oscar ‘Tito’ López, El Capi, Deysa Rayo, ‘Papuchis’, Alejandro Villalobos, los hermanos Nieto, Alejandro y Andrés, Martín de Francisco y Santiago Moure, todos están en la emisoras básicas –o en sus proyectos personales-, informativas, donde la noticia es el centro de gravedad. Tal vez, la excepción sea Alejandro Villalobos, quien continúa al frente de La Mega.  Eran otros tiempos. Hoy no es necesario comprar discos para disfrutar la música que nos gusta o que es de nuestro interés. La música está en todas partes gracias a los nuevos medios. La gente joven pertenece a la generación del I (IPod, IPad, IPhone), una generación del “Yo”, que tiene en la figura de Steve Jobs al forjador de una nueva civilización. Y en la Internet la posibilidad de escoger los contenidos que les interesa.  Ya no dependen  de lo que programen otros. La decisión, como señalaba Oscar ‘Tito’ López, “está en mis manos, al alcance de un botón”. La llamada ‘Radio Juvenil’ nació cuando el rock en español crecía con fuerza en el continente de la mano de un grupo de empresarios, periodistas y cantantes que tuvo un punto de inflexión, con fecha y lugar: el ‘Concierto de Conciertos de Bogotá’, que se hizo en septiembre de 1988. Hoy queda el vestigio de la fórmula que hizo de los protagonistas de la radio juvenil estrellas de los medios, al punto, como comentaba Gabriel de las Casas, “de creernos más importantes que los mismos cantantes, nosotros éramos los protagonistas. La gente en la calle así nos lo hacía saber”.   Andrés Nieto Molina, Juan Manuel Correa, Papuchis, Santiago Moure, Martín de Francisco, La Tele, Tito López En busca de los fabricantes de éxitos El boom de la radio juvenil se dio en medio de una nación agobiada por toda clase de adversidades que al final no supo si fue capaz de superarlos, y que tiene un referente generacional, como es el ya mencionado Concierto de Conciertos. ¿Qué sucedió ese día? El concierto ‘Bogotá en Armonía’, organizado por Fernando Pava Camelo, director de ‘Súper Estéreo 88.9’, luego Superestación, se unió con Felipe Santos, Armín Torres y Coca Cola para impulsar el movimiento musical que estaba en auge: el rock en español. Fue un éxito, en la retina y en la memoria está el concierto de Miguel Mateos que a las seis de la mañana pedía que no le quitasen el sonido. Bandas como Los Prisioneros, Compañía Ilimitada, Pasaporte, Toreros Muertos y Alaska y Dinarama, hicieron parte del repertorio. “La radio es un medio en caliente que abre la imaginación a lo que cada uno quiere pensar”, decía McLuhan. Pero si hacemos una rápida retrospectiva, la radio que se hacía en Colombia en los años setenta era como la televisión de hoy: noticias en la noche, las mañanas para el entretenimiento y la repetición de las noticias. “Lo importante se pasaba en la noche, un horario Prime Time”, explicó Omar Rincón. Hasta que Yamid Amat, realizó el invento de una radio informativa viva, en directo y mañanera. La oferta para el público juvenil en esta década, enfocada en el rock y el pop era escasa en Colombia. “Estaba lo que hizo Alfonso Lizarazo en Radio 15 y el Club del Clan, sin olvidar a Gonzalo Ayala y su Radio Tequendama, que pasaba música anglo”, explica Andrés Nieto. La posibilidad de escuchar los grupos como Van Halen, Alice Cooper o Kiss en una emisora colombiana era poco menos que imposible. En este punto hizo la diferencia Fernando Pava Camelo, que viene de una familia ligada a la radio, él trajo nueva música a Colombia de sus viajes a los Estados Unidos. “Chucho Benavidez, amigo de Pava, lo influyó para que comenzara a experimentar con nueva música anglosajona”, asevera Eduardo Arias. Para saber lo que se hacía fuera del país, sobre todo en Estados Unidos, se debía ir hasta allá y literalmente observar de primera mano cómo se hacía la radio. Eso hizo Pava Camelo y ‘Tito’ López, quien cuenta que “me radiqué en Estados Unidos para estudiar la radio musical, allí aprendí las reglas de rotación de música, completamente diferentes a cómo se hacían en nuestro país, conocí el Selector (herramienta de programación musical por computador) y conocí el concepto de los ‘Morning Shows’, en particular del ‘Morning Zoo’ de Z-100 creado por Scott Shannon”. Alejandro Villalobos, Gustavo Cerati, Kienyke   Cuando López adaptó el formato a Medellín en Radio Veracruz, tuvo un éxito sin precedentes. Fernando Pava lo llamó a crear un programo mañanero similar en Bogotá, y así nació el Zoológico de la mañana. Para Pava “el programa marcó un hito en la radio colombiana”. Con Superestación nació un rol nuevo en el formato de hacer radio en el país: el disc jockey. “Yo llegué a 88.9 como organizador de música, seleccionaba los temas de moda y los sacaba al aire, antes, en Radioativa, de la que inicialmente sería director me tocó hacer el papel de oficina...", dice Andrés Nieto, quien llegó a crear música grabada que le dio identidad a Radioactiva en sus inicios. “Saber a qué público le apuntábamos fue la clave”, añade. Esto no significa que no existiera una figura semejante en la radio de antes. Armando Plata, Hernán Orjuela, Manolo Bellón y William Vinasco seleccionaban música con un plus adicional de cada uno: humor, irreverencia y frescura.  Eran como se decía en la época, “fabricantes de éxitos”. La batalla por la audiencia El éxito de una emisora independiente como ‘Superestación 88.9’ tuvo la suerte de vivir un momento particular de la radio colombiana: el paso del AM al FM.  Y otros ingredientes, que buscaban nuevas formas de comunicación, en especial con los ‘Morning Shows’. Algo inédito en la historia radial colombiana. Pero la radio es un negocio, y Caracol se dio cuenta que estaba perdiendo un público que estaba creciendo. Así, optó por la vía de desmantelar la planta de Súper Estéreo, a decir de Andrés Ospina “sonsacar uno a uno los talentos mediante ofertas imposibles de despreciar, y remedar con estos la fórmula del comprobado éxito”. De este modo comenzó la batalla entre ‘El Zoológico de la mañana’, de Súperestación y ‘La Locomotora’, de Radioactiva. Radiactiva se convirtió en un sistema nacional de emisoras, con frecuencia en las grandes ciudades. ‘La Locomotora’ fue un éxito, incluso se adaptó a formato de televisión. Pero no fue fácil, “hacer una radio menos acartonada, muy divertida y sobre todo, muy cercana a la gente fue producto de la visión de Ricardo Alarcón y del equipo que teníamos: de Las Casas, Papuchis, Andrés Nieto, Guillermo Díaz Salamanca, ‘Don Jediondo’ y José Ordoñez, entre muchos otros… sin olvidar compañeros de otras ciudades”, apunta ‘Tito’ López. Deysa Rayo 88.9, kienyke   Fue muy usual en esos años llamar a las emisoras e insultar a los traidores que iban y venían de un lado a otro, “hubo quienes nos enlistamos en la lista radical y dedicamos nuestros días a llamar a Radioactiva a vilipendiar toda suerte de insultos a los traidores radiales”, añade Andrés Ospina. Los ‘Morning Shows’ funcionaron bien, entre otras a dos factores que se mueven en la difusa frontera entre lo irresponsable y lo talentoso: el humor y la improvisación. “No tenía libretos ni nada armado, básicamente porque mi trabajo era reírme”, recuerda Deysa Rayo, quien llegó a Radioactiva y se hizo estrella radial en ‘Súperestación’. “La clave era “improvisación y un poco de planeación. Claro, porque ante todo éramos muy talentosos”, explica Gabriel de las Casas, quien junto con Papuchis y Alejandro Villalobos, según él “hicimos un equipo insuperable”. El hecho mismo de pasar de una emisora a otra dio cuenta que la lucha entre Superestación y Radioactiva, más que un movimiento propio, fue un boom que terminó por personalizarse, recayó en periodistas o disc jockeys talentosos y preparados, o improvisados, pero al fin y al cabo en unos pocos. Porque como decía Deysa Rayo, “nosotros fuimos las estrellas”. El  humor fue un punto del que se echó mano. “Para mí, los reales protagonistas de esos años fueron los humoristas”, comenta Deysa. Humoristas cuya figura más recordada fue ‘Papuchis’, personaje que se inventó Juan Manuel Correal, un nerd, sin chiste ni gracia que hacía comentarios fuera de lugar e inocentes con cierta carga de humor negro. “Era una caricatura, Papuchis fue una caricatura, por eso tenía más licencia que los otros, que tenían que cuidar su nombre. Yo no”, comentó Correal. "Yo me le metía al rancho a los famosos". Por su parte, Andrés Nieto señala que más allá de la batallas entre las emisoras, el secreto del éxito fue que “nuestro público sintió que éramos como ellos, gente que vivía situaciones similares a las de sus oyentes y las compartía al aire”. En tanto, para ‘Tito’ López, vistas las cosas desde hoy, fueron “un Facebook de la época, la red social de los 80´s y 90´s”. Es decir, los oyentes tenían voz en la nueva radio, un feedback. De ahí, por ejemplo, la cercana relación con colegios y universidades que caracterizó a esta época. ¿Hasta cuándo duró el boom de la radio juvenil? Podría decirse que coincidió con el ascenso de grupos de rock en español colombiano como Aterciopelados, Ekhymosis, Compañía Ilimitada y con la aparición y consolidación de Rock al Parque. Para Deysa Rayo, “el boom duró mucho tiempo, demasiado, tal vez veinte años en la cresta de la ola”. Juan Manuel Correal, ‘Papuchis’, dice que el ciclo terminó cuando la Superestación fue perdiendo fuerza hasta desaparecer del FM en el 2004. Andrés Nieto explica que el boom llegó hasta la Tele que hizo la dupla de Martín y Santiago, bajo la dirección de Alejandro Nieto, "después de eso, la cosa no funcionó", explica Nieto. Hoy las estrellas de aquellos años están en la radio informativa. Cambio que en algunos casos fue traumático, “fue durísimo. Es que mi función en ‘88.9’ era reírme. Me pagaban por reírme de mis compañeros”, comenta Deysa; en cambio para Gabriel de las Casas, “aunque sentí el cambio, no fue duro, pues desde que hice las prácticas hacía reportes en la básica, en la Cabalgata Deportiva”, algo similar opina Andrés Nieto, que hoy está en Señal Radio Nacional. ¿Qué cambió para ellos? La preparación de los contenidos, pensar antes de hablar, escuchar a sus interlocutores. “Leo mucho más,  procuro estar informado de todo lo que pasa”, explica ‘Tito’ López. Para Gabriel de las Casas las cosas se limitan al cuidado de salir al aire: “No confío tanto en los chispazos, sino en un trabajo ordenado y serio”. Martín de Francisco, Kienyke Pasar de lo irreverente a los serio son rótulos que dejan por fuera el sentir de la radio, más allá de si es juvenil, musical o informativa, “he procurado no cambiar mi estilo, relajado y divertido, respetuoso con el público y mis compañeros, tratando de presentar las cosas de una manera diferente”, explica ‘Tito’ López. Por su parte Martín de Francisco, que junto con Santiago Moure llevó La Tele a Radioactiva en 1997, señala que es cuestión de creatividad, “uno no puede hacer lo mismo, porque las personas no son las mismas. No podemos salir con lo mismo…”, en tanto Moure,  dice, “en esencia somos peores. Más desilusionados”. Lo decía, por el reflejo de su contraparte en los años noventa: la fórmula del humor fácil, del humor inmediato, adolescente, que fue parte de la fórmula de la radio de entonces. “Aquí la radio juvenil se entendió como gritar y decir estupideces. Nosotros hacíamos y decíamos cosas diferentes, claro, con humor”, señala Moure. Las copias malhechas de un modelo exitoso ¿Quiénes se beneficiaron del estilo de radio informal y descomplicada desde el éxito de Veracruz, 88.9 y Radioactiva? Uno de los más favorecidos fue Julio Sánchez Cristo (cuando inició ‘Viva FM’ participaba en ‘La Locomotora’), que puso a los protagonistas de la noticia en contacto con los oyentes, a través de un estilo light. También están las emisoras para el público juvenil como ‘40 Principales’, ‘Oxígeno’, ‘Vibra Bogotá’ en FM. Incluso ‘La X’, que es “radio musical alejada por completo de la radio juvenil”, comenta Alejandro Marín. Algo similar piensa' Tato' Cepeda, director de contenidos de Radioactiva, aunque tiene la ventaja de saber qué hacen. Sin embargo, hoy en día, en su afán de copiar lo que ha sido exitoso y sin conocer el contexto, las emisoras musicales han adoptado el estilo de la radio juvenil. “Prácticamente todos tienen un Morning Show, “olvidándose un poco del público adulto, que probablemente quiere escuchar otro tipo de actitud al aire, otro lenguaje, otro estilo de locución”. Para Andrés Nieto la situación es más que lamentable "que en Medellín no se pase música anglo, que no suene Rihanna dice mucho, la radio perdió mucho". Asimismo, muchos de quienes hacen radio joven “confunden la irreverencia con decir chistes a diestra y siniestra, utilizar un lenguaje soez y vulgar”, comenta López, “no nos cuentan historias, no crean formas novedosas de hacer radio”, agregó. “Las redes sociales y su impacto en la gente son un manantial inagotable y necesario de la radio de hoy”, enfatiza Gabriel de las Casas. Tal vez Bogotá le ha sacado el jugo a las nuevas formas de comunicación entre emisora y oyente. No sucede lo mismo en otras ciudades. Deysa Rayo, Kienyke   El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones Los que hicieron parte de la radio juvenil están disgregados: De las Casas y ‘Tito’ López en Blu Radio, Deysa Rayo y Andrés Nieto en Señal Radio Colombia, Alejandro Villalobos continúa en ‘La Mega’, ‘Papuchis’ se dedicó al coaching y en agosto lanza su libro ‘Sonríe, todo está bien’, Martín y Santiago preparan al puesta en escena de ‘La Tele’ en teatro, Julio Sánchez Cristo es el rey de la FM y su hermano Jaime es una alternativa en las tardes junto con Karl Troller con ‘Los Originales’. La radio en internet está en auge. “Lo importante es adoptar una actitud, una personalidad, algo que me hace diferente a las demás emisoras. Hay que volverse indispensable”, explica ‘Tito’ López. Éste opina basado en las estadísticas y sondeos de audiencia "que La Mega y Radioacktiva estén entre las diez emisoras más escuchadas es muestra de que tiene éxito", pero Andrés Nieto, señala que "hay chispazos, pero pobres, el reggaeton no es lo único que hay. Es lamentable". ¿Cuál fue entonces la fórmula del triunfo de la radio juvenil, más allá de los estilos, intereses económicos y comerciales, de la audiencia y la música? Fue la imprevisibilidad de la radio, esa sorpresa que se puede generar no solo con las canciones sino con la chispa y el comentario que no dan los medios automatizados. Pues “el oyente tiene demasiadas opciones de entretenimiento y que no se les puede hacer perder el tiempo”. [youtube width="540" height="360"]http://www.youtube.com/watch?v=3iUjOK09twc[/youtube] Lea también La Tele en tablas, veinte años después Eduardo Arias y Karl Troller. "El humor es una terapia de supervivencia"  
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