En la vereda Venus, zona rural de Tuluá, víctimas del conflicto armado junto con campesinos y población en proceso de reincorporación trabajan de la mano en el cultivo y procesamiento de café, una historia de unión que se transforma paso a paso en un emblema de la construcción de paz en el departamento del Valle del Cauca y en toda Colombia.
Llenos de emoción, integrantes de la cooperativa de excombatientes de Farc y campesinos tulueños asistieron a una cita especial. Luego de dos años de trabajo codo a codo, enfrentando retos de toda índole, finalmente tendrían la posibilidad de transformar el grano de café que cultivan en las escarpadas faldas de la cordillera central en un producto listo para su comercialización.
Misión ONU Colombia
Para cumplir este sueño era necesaria una máquina de tostón, la cual venía cuidadosamente embalada desde la ciudad de Pereira junto con otros dos equipamientos para la producción de café entregados por la Misión de Verificación de Naciones Unidas para fortalecer las iniciativas productivas que realiza la población en proceso de reincorporación junto con las comunidades.
Cuando estos tres elementos llegaron a la vereda, cada uno de los asistentes se apostó junto al vehículo para ayudar a su descarga. Campesinos, víctimas, excombatientes, integrantes de la Misión y delegados de la organización Paso Colombia se dispusieron a bajar la trilladora, el molino de disco y la más esperada de todas, la tostadora. Se requirieron cuatro personas para bajar las dos primeras y cerca de una docena para la estrella del día, la máquina que aplicará calor al grano para transformarlo en un café listo para la comercialización.
Jorge Eliécer Sánchez, excombatiente y líder en la cooperativa multiactiva “Los Comunes”, miraba con orgullo cada una de las máquinas que desde ahora conforman el centro cafetero de la vereda Venus. Junto con excombatientes y comunidad dio varias vueltas a la tostadora, centrándose en los detalles de la estructura y el cuidado que debía tener para mantenerla funcional. Mientras lo hacía, pensaba en el largo camino que han recorrido para consolidarse como cooperativa.
“Fue necesario tocar muchas puertas, día tras día sin descanso, hasta poder estar aquí. Hablamos con la Misión de Verificación, la organización Paso Colombia, el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), la ARN (Agencia de Reintegración y Normalización), la Alcaldía de Tuluá, la Gobernación del Valle y cada una puso un granito de arena para ayudarnos a volver realidad nuestro sueño”, aseguraba Jorge mientras veía como se conectaba la máquina tostadora a la red eléctrica.
Para llegar a este punto, la cooperativa de excombatientes, víctimas y comunidad debieron enfrentar un terrible reto, un coletazo de la violencia que se resiste a abandonar por completo el territorio. El 14 de mayo de 2018, Jorge Enrique Corredor conocido como “Wilson Saavedra”, excomandante de FARC y líder de la iniciativa de reincorporación a nivel local, fue asesinado en este mismo municipio.
Un golpe muy fuerte para cada uno de los integrantes de la cooperativa, quienes desde ese momento rememoran el legado de su compañero, comandante y líder, buscando mantener su memoria viva por medio de este proyecto. Una muestra de resiliencia de las comunidades y población en proceso de reincorporación.
Sin embargo, para lograr que sus sueños se consoliden en el tiempo se requiere el apoyo de todo un país, a quien Jorge Eliécer Sánchez le envía este mensaje:
“Desde esta zona de Tuluá, los invitamos a todos y todas a que nos sigan ayudando en nuestro proceso de reincorporación. Que no nos dejen. Y no solo aquí en el Valle, sino en la costa norte, en el centro y en todos los lugares donde se adelanta la reincorporación”.
¡El primer tueste!
Cuando se prendió la máquina tostadora y empezaron a calentarse los granos, un olor llenó los pulmones de todos los asistentes. Era cuestión de minutos para ver el primer café tostado.
Luego de reflexionar sobre el camino recorrido, llegó el momento que nos reunió en una zona rural del municipio de Tuluá, Valle, la puesta en funcionamiento de la máquina de tostión. Para ello, se pusieron cuidadosamente los granos verdes de café en la parte superior y se dio inicio al proceso de transformación mediante la aplicación de calor.
Jorge Eliécer Sánchez, junto con los diversos integrantes de la cooperativa y delegados de la Misión de Verificación de la ONU, Paso Colombia, ARN, PNUD, Alcaldía de Tuluá y Gobernación del Valle, observaba a través de una pequeña ventana ubicada en la parte central de la tostadora, la magia que iba convirtiendo los granos verdes de café, dando vueltas, para lograr ese color oscuro característico del café tostado.
Durante este proceso, el grano absorbe calor y pierde tanto la humedad como algunos gases. Luego ocurre el "primer crac" con un sonido similar al de las palomitas de maíz. A partir de ese momento el grano crece en tamaño y comienza a tomar un color oscuro por la caramelización de los azúcares conformando los más de 800 compuestos químicos que tiene el café tostado.
Fueron veinte minutos de espera para poder ver la completa transformación del otrora grano verde húmedo en uno café y seco. En este periodo, Jorge Eliécer explicó cómo se había logrado realizar el trabajo conjunto entre excombatientes y comunidad campesina en esta zona vallecaucana.
“Nosotros somos de esta región, lo cual nos permite entender a las comunidades y trabajar articuladamente con ellos. La clave también ha sido nuestro esfuerzo y gestión, que ha permitido el avance de esta iniciativa y la consolidación de nuestra iniciativa comunitaria”, contó Jorge mientras vigilaba de reojo la máquina tostadora.
Luego de un pequeño estruendo, el grano procesado salió de la máquina y por un momento, una sensación de felicidad invadió el pequeño recinto cafetero ubicado en la parte alta de Tuluá. Cada uno de los integrantes de la cooperativa sintió ese orgullo de este logro concreto de apostarle a la construcción de paz desde el territorio.
Este momento de felicidad impulsará los sueños de excombatientes, víctimas y campesinos de la vereda Venus. La siguiente meta es oficializar su marca y buscar ser reconocidos en toda Colombia: “buscaremos registrar nuestro café ante la cooperativa principal ECOMUN. La idea es que se conozca que este es un producto de calidad que hacemos juntos en las montañas de Tuluá y llegar a los mercados de todo el país”, le mencionó Jorge al equipo de la Misión de Verificación de Naciones Unidas, mientras sostenía con orgullo un grano de café tostado.
Por: Daniel Sandoval / Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
