Manuela Escobar Henao, ahora conocida como Juana Manuela Marroquín, hija del extinto narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria, fue fotografiada junto a María Isabel Santos Caballero, antes María Victoria Henao, su madre y viuda del excapo, recorriendo las calles del barrio Palermo en la provincia de Buenos Aires, Argentina.
Manuela, de quien poco se conoce, volvió a aparecer en los medios de comunicación casi seis meses después de la última foto que circuló en internet, en la que se especulaba que era ella. Pasados 25 años de la muerte de su padre, ha tratado de permanecer en las sombras, buscando alejarse de la opinión pública.
La vida de esta mujer, que se dice tiene 34 años de edad, ha sido todo un misterio. Sobre su historia solo se sabe que fue la ‘niña consentida’ de Pablo Escobar Gaviria, quien gastaba miles de dólares para complacer cualquiera que fuera el deseo que ella tuviese.
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Algunas de las anécdotas publicadas en libros sobre la historia de la familia Escobar Henao señalan que el mencionado exnarcotraficante hacía posible lo imposible por proteger y ver feliz en especial a su hija ‘consentida’.
En reiteradas ocasiones se ha mencionado, por ejemplo, que Escobar Gaviria construyó la famosa hacienda Nápoles, para el entretenimiento de su pequeña.Cuando Escobar Gaviria fue asesinado en diciembre de 1993, en Medellín, Manuela tenía 8 años de edad. Inmediatamente, María Victoria Henao, su mamá, buscó exilio sin tener éxito, pues fueron considerados ‘personas no gratas’ en distintos lugares del mundo. Finalmente, desde 1994 son residentes de la República Argentina. La familia Escobar Henao (ahora Marroquín Santos) no ha logrado alejarse del oscuro pasado de la historia del narcotráfico. En los últimos años han sido relacionados con actividades ilícitas en este país del sur del continente y son investigados por un caso de presunto lavado de dinero con el abogado Mateo Corvo y el narcotraficante colombiano José Piedrahíta. El avistamiento de Manuela Escobar en las calles de Argentina ha sido relevante en los medios de comunicación durante los últimos días, ya que su hermano Juan Sebastián Marroquín, antes Juan Pablo Escobar, y su madre María Isabel Santos, o María Victoria Henao, deben asistir en los próximos días a un juicio de su investigación. [single-related post_id="708763"] A diferencia de su hermano, que ha publicado algunos libros sobre la historia de su familia, Manuela ha permanecido oculta de la opinión pública y ha tratado de seguir una vida normal alejada de las cámaras y los micrófonos. Él ha evitado hablar de la vida de su hermana porque dice respetar y valorar sus deseos de permanecer en paz y tranquilidad, alejada de todo lo que aún representan los apellidos Escobar Gaviria. En una de sus declaraciones públicas a medios de comunicación, Juan Sebastián contó que uno de los episodios que más recuerda de su padre fue cuando encendió una hoguera con dos millones de dólares en efectivo para darle calor a Manuela y así evitar que ella se congelara, mientras se escondían en una finca en Medellín. Mientras que Manuela Escobar y su mamá en la actualidad llevan una vida aparentemente tranquila y pacífica, en el barrio Palermo, uno de los más exclusivos de Buenos Aires, Juan Sebastián continúa dando conferencias en diferentes partes del mundo, hablando sobre su padre y sobre narcotráfico, y su impacto negativo en la sociedad.
