Desde el borde de la montaña se ve un colorido pueblo al otro lado del río. Nuestros pies pisan suelo colombiano, nuestros ojos ven territorio ecuatoriano. El resguardo indígena de Mayasquer, en Nariño, termina en Tallambí, una vereda lejana a la que es más sencillo llegar dando la vuelta por Ecuador, que por Colombia, dadas las condiciones deficientes de la vía.
Fueron cerca de 9 horas de trayecto desde Pasto divididas en dos días de viaje, con una parada en Tiuquer, para dialogar con la comunidad que vive en esa y otras veredas cercanas de este resguardo del pueblo Pasto.
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La gente saluda sorprendida, casi agradecida de ver carros en su tierra. Esto les da esperanza de que luego de esta visita, en un futuro puedan entrar y salir vehículos con sus productos agrícolas. Hace un día soleado y van llegando todos para reunirse con la comisión que viene con personal de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
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Misión de Verificación de la ONU en Colombia[/caption]
La intención de la reunión es dialogar con las autoridades indígenas del resguardo y el grupo de 127 personas en proceso de reincorporación que habitan la zona junto a sus familias, sobre sus condiciones de vida, la forma cómo se han venido integrando los excombatientes a la comunidad y cómo la autoridad indígena trabaja para concertar normas de convivencia, consulta previa y trabajo comunitario. La FAO, por su parte, indaga sobre la vocación productiva en la zona, para buscar posibilidades de desarrollo de proyectos en el futuro.
Durante el diálogo se evidencia que los problemas son comunes así como los anhelos. Tanto las personas en proceso de reincorporación, como la población del resguardo trabajan en sus cultivos para producir lulo, que comercializan en Ecuador.
Todos sueñan con una vía de acceso que facilite entrar y salir de la zona y mejorar su calidad de vida y acceso a varios servicios. Dar la vuelta por Ecuador, implica más tiempo y costos para ellos, pero por mucho tiempo ha sido la única alternativa.
En la reunión se comenta que los últimos meses se han visto importantes avances en las relaciones entre los excombatientes y el gobierno del resguardo. Gracias al diálogo han acercado sus posiciones y han logrado aclarar temas en los que se había presentado un sano disenso. Aún hay retos, pero se ve un genuino interés de las partes. Se hablan con respeto, se reconocen los aspectos positivos.
Con las buenas noticias y en medio de un ambiente optimista, la comitiva decide ir a visitar las iniciativas productivas que han emprendido los excombatientes por su cuenta y el Gobernador del resguardo accede a acompañarlos. Es la primera vez que va a conocer estos proyectos. Hay muchas ideas, han iniciado la construcción de una cochera para albergar 13 cerdos de engorde, tienen una máquina para producir ladrillos y un estanque en el que quieren cultivar tilapia.
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Al hablar del proceso de reincorporación, el Gobernador del Cabildo Marcial López reconoce que “las ventajas son muchas, ya estamos conociendo entidades del estado y de los diferentes países que vienen y nos visitan. Y esperamos que estos proyectos que lleguen nos beneficien a todos… Yo he llegado a unos compromisos con ellos y acá la palabra se cumple”.
Gracias a la información recogida durante el viaje, en la actualidad la Misión de Verificación trabaja con la Gobernación de Nariño, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y MAPP/OEA en la formulación de planes de vida y el fortalecimiento del reglamento interno del resguardo.
La comunidad de Tallambí trabaja para lograr consensos a través del diálogo y es ejemplo de lo que es un proceso de reincorporación y reconciliación. Si bien no ha sido fácil, se han acercado poco a poco y esperan en un futuro ya no hablar de “comunidad y reincorporados”. Todos son hermanos, habitantes del mismo territorio y nos dan una lección sobre el respeto, la tolerancia y el valor de la palabra.
Misión de Verificación de la ONU en Colombia[/caption]
La intención de la reunión es dialogar con las autoridades indígenas del resguardo y el grupo de 127 personas en proceso de reincorporación que habitan la zona junto a sus familias, sobre sus condiciones de vida, la forma cómo se han venido integrando los excombatientes a la comunidad y cómo la autoridad indígena trabaja para concertar normas de convivencia, consulta previa y trabajo comunitario. La FAO, por su parte, indaga sobre la vocación productiva en la zona, para buscar posibilidades de desarrollo de proyectos en el futuro.
Durante el diálogo se evidencia que los problemas son comunes así como los anhelos. Tanto las personas en proceso de reincorporación, como la población del resguardo trabajan en sus cultivos para producir lulo, que comercializan en Ecuador.
Todos sueñan con una vía de acceso que facilite entrar y salir de la zona y mejorar su calidad de vida y acceso a varios servicios. Dar la vuelta por Ecuador, implica más tiempo y costos para ellos, pero por mucho tiempo ha sido la única alternativa.
En la reunión se comenta que los últimos meses se han visto importantes avances en las relaciones entre los excombatientes y el gobierno del resguardo. Gracias al diálogo han acercado sus posiciones y han logrado aclarar temas en los que se había presentado un sano disenso. Aún hay retos, pero se ve un genuino interés de las partes. Se hablan con respeto, se reconocen los aspectos positivos.
Con las buenas noticias y en medio de un ambiente optimista, la comitiva decide ir a visitar las iniciativas productivas que han emprendido los excombatientes por su cuenta y el Gobernador del resguardo accede a acompañarlos. Es la primera vez que va a conocer estos proyectos. Hay muchas ideas, han iniciado la construcción de una cochera para albergar 13 cerdos de engorde, tienen una máquina para producir ladrillos y un estanque en el que quieren cultivar tilapia.
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Gracias a la información recogida durante el viaje, en la actualidad la Misión de Verificación trabaja con la Gobernación de Nariño, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y MAPP/OEA en la formulación de planes de vida y el fortalecimiento del reglamento interno del resguardo.
La comunidad de Tallambí trabaja para lograr consensos a través del diálogo y es ejemplo de lo que es un proceso de reincorporación y reconciliación. Si bien no ha sido fácil, se han acercado poco a poco y esperan en un futuro ya no hablar de “comunidad y reincorporados”. Todos son hermanos, habitantes del mismo territorio y nos dan una lección sobre el respeto, la tolerancia y el valor de la palabra.
