
El último viernes de agosto de 1983 le hice a Virginia Vallejo una entrevista para la revista Alternativa Liberal, órgano político que dirigía Jaime Castro, ex alcalde de Bogotá.
La entrevista tuvo un mérito: por primera vez, Virginia Vallejo daba a conocer públicamente los vínculos políticos que la unían a Alberto Santofimio y a Pablo Escobar Gaviria. La noticia se esparció rápidamente. El reportaje fue reseñado por el diario El Tiempo, y el país se escandalizó por las compañías con las que andaba la diva.
Por entonces, Santofimio lideraba el movimiento Alternativa Popular, que nada tenía que ver con la revista Alternativa Liberal. En la charla, Vallejo también habló de Luis Carlos Galán, Carlos Lehder y del entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla.
El siguiente es el texto de aquella entrevista.
¿Es cierto que usted está participando en política?
Comienzo a participar en política. Desde hace seis meses soy jefe de relaciones públicas de Alternativa Popular y en esa calidad acompaño a Alberto Santofimio, su director y jefe, en algunas de las giras que realiza por el país. Todavía no puedo decir que esté haciendo política, pues pronunciar discursos y presenciar instalaciones de comandos, no creo que se pueda llamar “hacer política”.
Hacer política es realizar un profundo trabajo por la gente, conocer a fondo los problemas del país, proponer soluciones, materializarlas… Nada de eso he hecho todavía. No conozco enteramente la problemática nacional, pero estoy empezando, eso quiero.
La relación amorosa que mantuvo con Pablo Escobar le costó a Virginia Vallejo su carrera en el periodismo.
¿Se lanzaría como candidata para un cuerpo colegiado?
Sí, claro. Pero más adelante. En estos momentos no. Para lanzarme tengo que trabajar mucho, ganarme el afecto de la gente.
¿Cómo ve la situación del partido Liberal?
Está desactualizado, se quedó atrás. Se volvió en Colombia y en general en todo el mundo, un partido de derecha; en el mejor de los casos, de centro derecha. El poder del partido Liberal no ha beneficiado a las masas populares en la medida de lo deseable. Bajo gobierno hemos visto casos como el del Estatuto de Seguridad, que son propios de un gobierno de derecha…
Para su renovación el partido Liberal tiene que transformarse en un partido socialdemócrata, en un partido realmente al servicio de las grandes masas, en un partido socialista.
Yo creo en el socialismo, en el socialismo que estamos viendo en los países avanzados de Europa, en un socialismo a la manera de Felipe González, en un socialismo a la manera de Francia, Grecia, Alemania, Suecia. Creo en un socialismo democrático, distinto del comunismo.
No soy liberal fanática. No estoy con el doctor Santofimio porque sea liberal, sino, ante todo, porque es socialdemócrata.
¿Militaría en el Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán?
No, porque ese grupo es la extrema derecha del partido Liberal. Es un sector básicamente apoyado por la burguesía bogotana, es una secuela del llerismo, con todo el respeto y admiración que me merece el doctor Carlos Lleras.
¿De derecha a izquierda, cómo ubica a los diferentes grupos liberales?
En la extrema derecha, como ya le dije, al Nuevo Liberalismo; en el centro, al doctor Turbay; en el centro-izquierda, al doctor Alfonso López. Y en la izquierda, al doctor Santofimio.
En los años setenta y ochenta, Virginia Vallejo era considerada una de las mujeres más bellas y elegantes del país.
¿Cuáles son sus críticas a Galán?
Primero, el ambicioso doctor Galán dividió al partido Liberal, ocasionándole la derrota que todos estamos viviendo; segundo, cuando Belisario apenas comenzaba su gobierno y tenía voluntad para arreglar algunos problemas del país, el doctor Galán se lanzó a una oposición sistemática, gratuita, prematura e inconveniente; tercero, cuando ha transcurrido un año de gobierno belisarista y son ya evidentes las fallas de la Administración, el doctor Galán abandona sus principios, deja la oposición y se vuelve gobiernista, simplemente para obtener cuotas dentro del gabinete y en provincia.
Es absurdo ser gobiernista cuando el pueblo está pidiendo a gritos el cumplimiento de las promesas que hizo Belisario Betancur, cuando el desempleo está en su tasa más alta de la historia, cuando guerrilleros amnistiados tienen que asilarse en una embajada para denunciar su grave situación, cuando el Magdalena Medio sufre una violencia tremenda…
Ya que habla del gobierno, ¿cuál es su balance de este primer año de gobierno de Belisario Betancur?
En el campo económico, desastroso. El desempleo –gran cáncer nacional–, sigue aumentado. Y mientras no hay empleo, de nada que sirve que baje la inflación. Ese cuento de que están bajando los precios porque el gobierno es bueno, me parece pura paja. Los precios están bajando porque no hay demanda y no hay demanda porque no hay empleo. ¿De qué sirve que el chocolate baje si la gente no tiene con qué comprarlo?
Creo que el gobierno está contribuyendo a dividir al partido Liberal y conservatizando la Administración Pública con el fin de barren en las elecciones de “mitaca” y preparar la llegada al poder de otro conservador en las elecciones del 86.
¿Cómo ve el asunto de la paz…?
Para llegar a la paz primero hay que solucionar los problemas sociales de fondo. No hablar de universidad a distancia cuando no hay escuelas de capacitación rural. No hablar de industrializar las grandes ciudades cuando la gente está huyendo de la violencia que azota al campo. No hablar de paz en Centroamérica cuando no se han podido arreglar nuestros problemas internos.
Hay que llevar solucione al campo. La agricultura no se ha industrializado, los recursos técnicos modernos no están llegando al campo, los jóvenes campesinos no reciben instrucción. Este debería ser un país eminentemente agrícola, por algo nuestro primer producto de exportación es el café. ¿Por qué no se impulsa la producción de alimentos para todos los que se están muriendo de hambre?
Esos cuenticos de la vivienda sin cuota inicial y la universidad a distancia no solucionan problemas cardinales. Los problemas de fondo están principalmente en el campo y en las poblaciones pequeñas, que todos los días disparan miles de personas hacia los tugurios de las grandes ciudades.
¿Y lo bueno del gobierno de Belisario?
A Belisario hay que reconocerle el saneamiento del sector financiero, su buena política externa, la afiliación de Colombia a los No Alineados. Me gusta la gestión de Rodrigo Lloreda. Prefiero al general Landazábal que al General Camacho Leyva.
¿Y Rodrigo Lara Bonilla?
Está untado hasta la coronilla de “dineros calientes”. Tiene un enorme rabo de paja. Si tuviera ética ya habría renunciado al ministerio de Justicia, en vez de enredarse en explicaciones que nadie le cree. Porque lejos de dar una respuesta clara, trató de desviar el debate de los “dineros calientes” hacia una cátedra de drogadicción que en ese momento a nadie interesaba. Lara Bonilla no tiene autoridad moral para ser ministro de Justicia. Ese cargo lo debe desempeñar una persona inmaculada.
En 2006, Virginia Vallejo rindió testimonio ante el Fiscal General contra Alberto Santofimio por el asesinato de Luis Carlos Galán.
Se dice que el doctor Santofimio está metido en lo de los “dineros calientes”…
Ya es hora de que nos dejemos de acusaciones sin fundamento. Quien tenga acusaciones contra el doctor Santofimio o cualquiera de sus amigos que presente pruebas. ¿Por qué la gran prensa le da credibilidad a las acusaciones que sin ningún fundamento se hacen contra Alberto Santofimio y sus amigos, y en cambio, cuando el Movimiento Alternativa Popular presenta pruebas contundentes contra alguien, contra un ministro, por ejemplo, la gran prensa y todo el establecimiento se viene encima a protegerlo? Hasta el momento lo único que está plenamente demostrado es que, quien tiene vínculos con “dineros calientes”, es el ministro de Justicia.
El doctor Santofimio ha tenido siempre en contra a la gran prensa porque es un cuestionador del establecimiento, porque puede llegar al poder. Jorge Eliecer Gaitán tampoco fue respaldado por la prensa…
¿Tiene usted vínculos políticos con Pablo Escobar?
¡Claro! Pablo Escobar es el suplente del parlamentario Jairo Ortega, director del movimiento Cívico de Renovación Liberal en Antioquia, movimiento que apoya al doctor Santofimio.
Admiro el trabajo social que Pablo Escobar desarrolla en Antioquia. Conozco su proyecto “Medellín sin Tugurios” que, en una primera etapa, dotará de vivienda a dos mil familias que actualmente viven en el basurero.
Conozco sus inquietudes de orden cívico que tienen que ver con el estímulo al deporte y a la conservación de los recursos naturales mediante la creación de un zoológico que es orgullo de América Latina, al que se puede entrar en forma gratuita.
¿Qué piensa de las acusaciones que la televisión norteamericana hizo contra Pablo Escobar?
Eso me recuerda cuando faltando un mes para las elecciones presidenciales del 78, la ABC montó un programa para acusar a la familia del doctor Julio César Turbay de estar vinculada al narcotráfico. Fue un montaje hecho por sectores políticos enemigos del doctor Turbay. El tiempo demostró la total inocencia de la familia Turbay.
¿Por qué el periódico de Carlos Lehder apoya a Alberto Santofimio? ¿Hay relaciones entre el Movimiento Latino-Nacional y Alternativa Popular?
No las hay. Los postulados ideológicos de los dos movimientos son muy distintos entre sí. No conozco a Carlos Lehder, no pertenece a nuestro movimiento. Y si el señor Lehder simpatiza con el doctor Santofimio, es asunto suyo y no del doctor Santofimio. En el periódico de Lehder también aparecen otras figuras muy respetables, lo cual no significa que tengan relaciones políticas con él.
¿Qué concepto le merece Carlos Lehder?
No lo conozco. Me parece divertidísimo. No puedo evitar sonreír cada vez que lo veo en la televisión o la prensa. Quienes conocen sus planteamientos lo relacionan con un resurgimiento del nazismo en América Latina, cosa que de ser cierta, me parece peligroso. Yo no creo realmente que la cosa llegue a tanto. Carlos Lehder puede tener voluntad para trabajar por las clases marginadas y para despertar un sentimiento nacionalista y latino. No lo sé. Yo prefiero no opinar más sobre personas que no conozco.
¿Está de acuerdo con el Tratado de Extradición?
No, porque los naturales colombianos deben ser juzgados con la justicia colombiana y los naturales norteamericanos por la suya propia. Las dos legislaciones pueden contemplar distintas penas para un mismo delito, y eso crearía problemas. No me imagino un colombiano condenado a cadena perpetua o a la silla eléctrica por un delito que aquí signifique diez años de prisión. ¿Por qué vamos a entregar nuestra gente a un país extranjero para que la juzgue? La legislación nuestra ha sido producto de muchos años de trabajo y estudio por parte de eminentes juristas, de manera que debe ser muy eficaz.
@dicksalazar


