Desde mucho tiempo antes, a ese lugar le llamaban la Montaña de la muerte (Kholat Syakhl en ruso). Queda en los Montes Urales, entre Komi y Sverdlovsk, dos estados rusos. La noche del 1 de febrero de 1959, la fama de aquella montaña inexpugnable creció luego de que 9 escaladores desaparecieran misteriosamente. Desde la fecha de los hechos no se tiene claridad sobre lo que pasó.
Hace no más de tres años, murió Yuri Yudin, único sobreviviente. Poco antes dijo que “si pudiera hacerle una pregunta a Dios, sería ¿qué les pasó realmente a mis amigos aquella noche?".
Hay varias teorías sobre lo que les pudo pasar a los expedicionarios. Algunos dicen que los mató el frío, otros que fue la radiación. Hay unos, más avezados, que lanzan ideas un poco más descabelladas como que los responsables habrían sido extraterrestres. En todo caso, por cómo pasó y dónde pasó, por las condiciones del hecho y por cómo fueron encontrados los cadáveres, el llamado ‘Incidente del Paso Diatlov’ es uno de los misterios más intrigantes de la historia del siglo XX. Fue una “fuerza desconocida e insuperable", dieron las autoridades entonces
Los aventureros
El grupo estaba formado por 8 hombres y dos mujeres. Todos eran estudiantes del Instituto politécnico de los Urales. Se habían encontrado en la ciudad de Ekaterimburgo con el objetivo de hacer un viaje hasta Otarten, la mbre de una montaña de 1234 metros de altura. El líder del grupo, y en honor a quien se llamó el hecho, era Igor Dyatlov. Lea también: La calle donde “mueren los libros” Porque entonces la meteorología no era una ciencia muy acertada, los osados escaladores no sabían que se enfrentarían a una montaña “categoría III”, es decir de la más alta peligrosidad posible. El viento, la nieve y las distintas condiciones eran sólo algunos de los principales peligros posibles, sin contar, además, con otros desconocidos y que, seguramente, serían los responsables de la horrible muerte de los expedicionarios. El viaje empezó el 25 de enero, cuando el grupo llegó en tren a la ciudad de Ivdel. Luego abordaron un camión hasta Sverdlovsk, el último pueblo habitado, en la falda de la Montaña de la muerte. Hasta ese lugar pudo llegar Yuri Yudin, porque enfermó y le resultó imposible seguir. Ese gesto del azar habría de salvarle la vida. En las fotos de ese momento, es posible ver contentos y saludables a los 9 desafortunados. Las cámaras con las fotos y algunos diarios que documentan esa parte de la expedición fueron encontrados después por los investigadores en el campamento base. Se tiene pista de los muchachos sólo hasta el 31 de enero, a eso de las 4 de la tarde, cuando llegaron al borde de las zonas altas, donde se establecieron para preparar todo lo que necesitaban para la exigente escalada del pico.La búsqueda
Se sabe que, en las primeras horas del 1 de febrero, empezaron el camino hasta un paso que, por las condiciones climáticas resultaría imposible. Eso, se supo luego, fue lo que causó que se desviaran del camino trazado al principio. Se sabía que Diatlov tenía que enviar un telegrama desde el pueblo de Vizhai, a más tardar el 12 de febrero, día que, de acuerdo a los cálculos, sería en el que ya habrían descendido de la montaña. Pero ese día, por supuesto, no pasó nada. Se dejaron pasar algunos días más: entonces, el retraso en los telegramas era normal en Rusia."Si pudiera hacerle una pregunta a Dios, sería ¿qué les pasó realmente a mis amigos aquella noche?".Llegado el 20 de febrero, y al no tener ninguna noticia de los escaladores, se inició la labor de búsqueda. El equipo estaba formado por policías, militares, y algunos voluntarios, casi todos amigos de los desaparecidos. Lea también: Los secretos que solo oyen los muertos del Cementerio Central El 26 de febrero encontraron el primer vestigio de los expedicionarios: una carpa, en el campamento base, que estaba muy destruida, y de la que salían huellas de píes descalzaos que aún se veían sobre la nieve. A unos 500 metros estaban los vestigios de una hoguera. Al lado había dos cadáveres. Llamó la atención que, a pesar del frío terrible, los murtos solo llevaban encima sus calzoncillos. Por cómo fueron hallados, fue posible determinar que, con bastante desesperación, había intentado subir a un árbol. [caption id="attachment_737212" align="alignnone" width="1024"] Foto: Wikipedia[/caption] Más allá de ese primer hallazgo había un bosque tupido y oscuro, de pinos inmensos. Entre ellos encontraron un según grupo de tres cadáveres. Estaban completamente congelados. Uno de ellos, el de Diatlov, con una mano sostenía una rama, y con la otra protegía su cabeza. Otro de los muertos tenía una herida contundente en el cráneo. El tercer cuerpo, de una mujer, tenía el pelo de un tono gris claro y la piel amarilla. Al parecer, los tres habían intentado volver al campamento. Los demás desaparecidos fueron encontrados 2 meses después, en un arroyo cercano, también completamente congelados.