En el Colegio Gimnasio Central del Valle, en Buga, Claudia Gurisatti pedía el micrófono para presidir los actos de izada de la bandera y los eventos culturales de clausura del año académico. Las dos hermanas, Claudia e Isabella, terminaron sus estudios entre la tensión de su papá, un profesor de matemáticas de la Universidad del Valle de origen italiano, y su mamá, microbióloga de la misma universidad. Ambas acabaron refugiadas en la casa de la abuela paterna en Buga, donde crecieron independientes. Claudia soñaba con ser astronauta. Desde entonces aprendió a vivir a su antojo.
Gurisatti tiene 21 años de rodar libre por Bogotá. Solía recorrer la ciudad vestida de jeans, tenis, camiseta y una mochila en la que guardaba sus remedios para el asma, enfermedad que ha perseguido desde niña, lo mismo que su miedo por los ascensores. Estudió comunicación social en la Universidad Javeriana y antes de terminar la carrera ya estaba trabajando en los medios. Realizó sus prácticas en el Noticiero AM/PM, cuando su director era Antonio Morales. A él le aprendió de periodismo, pero también de la vida. Fue su primer novio formal. Después vendrían otros amores, como el actor y libretista Diego Vivanco, el músico ibaguereño Santiago Cruz, con quien compartió apartamento y noches de bohemia en El Sitio, y el empresario Salomón Srour, propietario de la marca de ropa Salomon Azulú, fue un amor nacido en San Andrés, donde compartirían mucho tiempo. Con Srour tuvo a su hija Hanna. Pero esas relaciones forman parte del pasado. Gurisatti ha decidió casarse con el diplomático español Antonio García, con quien se irá a vivir a Filipinas, dejando atrás las pantallas de televisión.
Llegó al Canal RCN de 26 años y ha permanecido allí durante 13.
Gurisatti fue reportera de Buenos días Colombia, un efímero noticiero que dirigió María Teresa Ronderos. Luego, mientras trabajaba en el noticiero CM&, Carlos Julio Ardilla la escogió para que fuera la presentadora del nuevo canal que saldría al aire el día de la posesión de Andrés Pastrana, el 7 de Agosto de 1998. Gurisatti esperó varios meses el arranque del canal, que nació bajo la dirección general de Paulo Laserna, la orientación periodística de María Elvira Bonilla y la producción de Luis Calle. Hasta que llegó el día. Claudia Gurisatti se estrenó con la transmisión de la posesión presidencial y desde ese día mostró su habilidad para enfrentar las cámaras sin importar el escenario, la noticia o el entrevistado. Rápidamente se convirtió en la imagen del “Nuestra Tele”, el eslogan con que se lanzó el canal.
Durante 13 años ha trabajado allí, con un agitado ritmo que ella misma escogió. En una época combinó el rol de presentadora de la emisión de las 7 y de 9 p.m. con el de entrevistadora de La Noche, programa periodístico estrella en los primeros años del canal y que ella pasó a dirigir. Cuando por motivos de seguridad debió retirarse un par de años del país y de la televisión, trabajó desde Nueva York para los medios de los Ardila: fue corresponsal de La F.m. en Estados Unidos. Cuando regresó al país asumió la dirección del programa radial, reemplazando a Julio Sánchez Cristo en marzo de 2003, al tiempo que retomó las riendas de La Noche y la presentación del noticiero de las 7 p.m. Para facilitarle el trabajo radial matutino, RCN le adecuó un estudio de transmisión en su apartamento. Desistió de la radio para acompañar a Carlos Julio Ardila en su nuevo empeño: consolidar un canal de noticias internacional para la población hispanohablante dispersa por el mundo. Vicky Dávila la reemplazó en la dirección de la F.m., y Gurisatti se dedicó al montaje de NTN 24 con total autonomía de criterio para darle forma, contenido y estructura a la programación. El canal internacional despegó después de cuatro años de ser fundado y hoy tiene una audiencia de 6 millones de televidentes.
Reemplazó a Julio Sánchez Cristo en la dirección de La FM cuando él se retiró a fundar W Radio.
Su lugar en RCN lo ha conseguido con trabajo pero también con el apoyo incondicional de los Ardila y, en especial, de Carlos Julio, quien desde el primer día apostó por su rostro, tenacidad y audacia periodística. En la memoria de los televidentes está la imagen de la rubia Gurisatti enfrentada en directo, sin telepromter, a la trasmisión de la instalación de los diálogos de paz con las Farc en el Caguán, cuando Manuel Marulanda alias ‘Tirofijo’ dejó la silla vacía y el presidente Andrés Pastrana tuvo que sortear la expectativa nacional e internacional de un proceso que nacía cargado de frustración. Dos años después, Gurisatti apareció de bluyines y poco maquillaje en el nudo de Paramillo, desafiando con sus preguntas al misterioso, poderoso y hasta entonces poco conocido líder las Autodefensas Unidas de Colombia, Carlos Castaño. La entrevista la obligó a salir del país por amenazas de las Farc, las cuales advirtió el propio fiscal Alfonso Gómez Méndez. Probó de nuevo su nervio periodístico cuando logró transmitir las primeras imágenes del accidente del avión de Aires que se quebró en tres pedazos cuando aterrizaba en el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés. Ella se hallaba de descanso en su casa de la isla ese 16 de Agosto de 2010. Brincó como un resorte y salió hacia la pista, desde donde tomó varias fotos con su celular que fueron emitidas por televisión.
Gurisatti ha manejado buena parte de los hilos del poder en Noticias RCN. Se ha convertido en punto de referencia en la toma de decisiones directivas que llevaron a las entradas o salidas de Paulo Laserna, Daniel Coronell y Álvaro García. Ella ha permanecido incólume frente a cada crisis, acoplada a los nuevos vientos en su cómoda oficina, desde donde se divisan los corredores del canal. Allí disfruta, igual que Fernando Gaitán, el vicepresidente creativo, de una licencia exclusiva: fumar en las instalaciones del canal.
http://www.youtube.com/watch?v=ENfP5WtskqQ
Ha entrevistado a grandes personajes del poder. Habló con el presidente Rafael Correa en plena crisis diplomática.
Echada en una de sus poltronas negras que tiene frente al escritorio, no perdona sus Marlboros, que compartía con su amigo de infancia de Buga, José Luis Zambrano y que aún fuma. Comenta noticias y reposa mientras llega la hora de presentar el Noticiero de las siete y La Noche. No abandona su computador portátil ni los libros de política y periodismo, entre los que sobresalen Los 10 años de Aleida de Vladdo, los de Santiago Rojas, su médico de cabecera, quien le ha tratado su fragilidad respiratoria. Gurisatti sale a las 9:00 p.m. del canal, protegida por ocho escoltas, un esquema de seguridad que forma parte del de los Ardila desde los tiempos en que nació el canal.
La de hoy es una nueva de las múltiples movidas que asume Gurisatti, aunque siempre con una red de protección que tiene nombre propio. En la entrevista que le concedió a Viena Ruiz para la Revista Nueva, que circuló el sábado pasado, cuenta que cuando le contó a su jefe sobre su decisión de casarse y trasladarse a vivir a Filipinas, Carlos Julio Ardila le dijo: “esta es tu casa y en la casa de uno, se entra y se sale cuando se quiere”. Nuevamente la Gurisatti podrá organizar su vida en sus propios términos. Desde lejos, muy lejos en el Oriente, seguirá revisando la continuidad de los contenidos de los programas, dirigirá a la distancia con el subdirector Héctor Fabio Cardona y su productora de confianza desde los tiempos cuando inició La Noche: Gladys Arciniegas Polo, como interlocutores en Bogotá, a las más de 1.000 personas, entre periodistas, camarógrafos, productores, realizadores, jefes de emisión y un equipo de corresponsales internacionales que tiene NTN24. Un poder que mantendrá con sus ires y venires en una aventura que por primera vez, a sus 39 años, está movida por el amor y no por el periodismo.
Ha sido simultáneamente presentadora, directora de La Noche y del Canal Internacional NTN24.